domingo, 23 de enero de 2011

Rescatando a "LA BRASA " del Demasiado Desencanto


Número 488 | enero 23 de


2011 | Año 6


DEMASIADO DESENCANTO


Siguen las repercusiones del último libro del TAMBERO " Raúl Sendic, el tupamaro. Su pensamiento revolucionario". Letraeñe Ediciones 2010; 239 págs.; donde su autor, ahora en un reportaje, frente al olvido de muchos rescata a" la inextinguible brasa" del demasiado desencanto, el Bebe; reconoce errores, y reafirma su compromiso, con " lo que hoy sabemos que no hay que hacer"


Entrevista de Rosario Touriño

en Brecha 7 de enero de 2011

CON JORGE ZABALZA


-¿Sendic, como te dijo Xenia, su compañera, está olvidado en Uruguay?


-Las reflexiones de Raúl tienen una visión a largo plazo. Se fundamentan en el análisis del capital, su funcionamiento, sus relaciones con el trabajo y sus consecuencias sociales. Ese pensar a largo plazo es pensar en la lucha por el socialismo. Y en esta época en que el capitalismo ha fracasado, cuando hay una gran crisis que no se sabe bien cuándo terminará, el pensamiento de Raúl se hace más necesario. Muchos podemos estar desesperanzados, pero la palabra de Raúl es reconfortante y marca el norte. Por eso mantiene su vigencia. Creo que él está olvidado porque hay demasiado desencanto.

-¿En el caso de Sendic incidirá el estigma de la lucha armada?


-Yo no sé si hay un estigma con la lucha armada. En realidad el pueblo uruguayo ha aceptado que la guerrilla de los setenta luchaba por una causa justa, por los de abajo, y por eso hoy tenemos al presidente que tenemos. No se llega a la Presidencia sólo porque se es un buen chacarero o se vive en un barrio periférico, sino porque hay toda una historia, abonada además por muchísima sangre. En cierta manera, la gente puede no compartir los métodos de los setenta, pero sí la causa.

-Uno de los proyectos emblemáticos de Sendic fue el del Frente Grande, que no prosperó. ¿Esa idea no se superponía al Frente Amplio?


-La postura del MLN planteada en 1987 en el Franzini reflejaba tres estrategias. Primero, el Frente Grande como un movimiento más social que partidario. Segundo, el FA como síntesis a la que había llegado la izquierda en Uruguay, para el cual estábamos pidiendo ingreso, algo que era rechazado tanto por (Liber) Seregni como por el PDC. Y en tercer lugar estaba la propuesta de una suerte de "estaca" clavada en el FA, un polo ideológico que sería luego el Movimiento de Participación Popular.

-Este último implicaba además una expresión electoral destinada a avanzar en la interna frenteamplista


-Sí, claro, desde el principio. Los primeros diputados del MPP en 1989 fueron Helios Sarthou y Hugo Cores.

-Ese frentismo, ¿no lo desarrolla Sendic más intensamente cuando recupera la libertad?


-Nosotros participamos en las conversaciones previas a la conformación del FA. Incluso en diciembre de 1970 el MLN planteó un alto al fuego para dar oportunidad al desarrollo del FA.

-Sin embargo, hasta hoy se escucha que el MLN nunca fue muy pro Frente Amplio...


-No, nosotros hicimos un apoyo crítico. Entendíamos también que la creación del FA podía tener un desarrollo puramente electoral y se terminara entendiendo que el ejercicio de la ciudadanía no era la lucha concreta por un programa, sino votar cada cinco años.

-¿Y por qué no cuajó la propuesta del Frente Grande?


-Creo que a Raúl le faltó tiempo. En 1987, cuando se plantea, en Brasil estaba naciendo el Movimiento Sin Tierra, hoy en día el movimiento social más importante de América Latina. En ese mismo año nacía Vía Campesina en Paraguay y se hacen la primera toma de carreteras de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador. Había una efervescencia de los movimientos sociales. No sé si con Raúl el Frente Grande no hubiera tenido andamiento.

-¿El MPP en sus inicios no se movió con ese espíritu de reclutamiento variopinto?


-El MPP tuvo una época en que no pasó de un senador, pero fue muy importante su participación en los movimientos sociales: la lucha con los trabajadores de El Espinillar, los cañeros de Bella Unión, el movimiento de colonos. También fue importante la colonización del MPP en la periferia de Montevideo. Entre 1995 y 2000 se da el crecimiento explosivo del MPP y luego viene el desarrollo actual, donde es un partido más. (Julio) Marenales dice que es un "gigante estúpido".

-En el libro decís que en determinado momento te alejaste de Sendic y que nuncatendrías que haberlo hecho.


-Como en toda organización, el MLN tenía sus pujas de poder. Estuvimos 11 años en los mismos calabozos, aunque incomunicados, con Raúl. Salvo en los momentos en que peleábamos contra nuestros verdugos, tuvimos la presión psicológica, la neurosis, y eso hizo que nos peleáramos entre nosotros. Y luego, en esa puja de poder, yo me alineé en las filas de quienes confrontaban fuerzas con Raúl, algo que nunca había hecho. Hoy considero que me equivoqué, y no tengo ningún problema en decirlo.

Pero esa es una historia personal, que no puede de ninguna manera desmerecer el planteo del libro.

-¿Pero cuáles fueron los motivos que te llevaron a alinearte con otro grupo?


-Creo que tuvo que ver con que yo salí de la adolescencia política y dejé de ser un soldado, para pensar. Además, con 11 años de aislamiento a fuerza de reja y de mango, termina pensando hasta un ladrillo... ¿Por qué diablos estoy acá? ¿Qué es lo que me pasó? Y a partir de ahí uno empieza a cotejar. Tuvimos la suerte de que los rehenes que sobrevivimos salimos todos con una personalidad definida.

-¿No hubo ningún punto concreto de discusión?


-Sí, nosotros sosteníamos la reorganización del MLN, cosa que para Raúl no era tan importante. Para él era más importante el desarrollo del movimiento social, con un programa muy de avanzada. Y en eso sí hubo serias diferencias.

Luego se logró acordar para el acto del Franzini todo lo del Frente Grande. Es un planteo que también está olvidado, porque de a ratos yo escucho que la concreción del Frente Grande es ir a hablar con (Jorge) Larrañaga. Me parece algo muy macarrónico y hasta ridículo.

-Sendic tampoco rehuyó la crítica a la URSS y al "socialismo real"...


-Sí, era un poco en la línea histórica del guevarismo. Hoy no somos tan ingenuos -decía Raúl- como para creer que el hombre cambia porque tenemos el poder. Por eso él se plantea primero el aspecto moral, el socialismo como la liberación del hombre y la mujer de los valores capitalistas, del egoísmo, el afán de lucro, la competencia desenfrenada.

-Hay quienes pueden catalogar esa visión como voluntarista o producto de una vanguardia de iluminados.


-¿Y quién define los valores del capitalismo?

¿Quién define ese carácter egoísta, patriarcal, que el hombre sólo tenga que moverse por el afán de la ganancia y para eso le pise la cabeza al de al lado? Esos valores no son repudiados siquiera por monseñor Cotugno. Los individuos andan corriendo como desenfrenados, basta con pararse en avenida Brasil y Benito Blanco. Los valores burgueses están tan integrados a nuestra forma de vida que ni siquiera somos capaces de analizarlos. Es más importante el constructor del socialismo que la propia estructura, porque si no va a estar teñida de los mismos valores que uno combate. ¿Cómo fue que de un día para el otro sobrevino el capitalismo en la URSS o en China?

-En el libro hacés referencia a la falta de un proyecto en el MLN.


-Sí, en "Las treinta preguntas a un tupamaro" le preguntan qué es el socialismo y él responde: Cuba. Pero nos quedábamos en eso y no había un desarrollo. Posiblemente fuera una de las cuestiones que el MLN eludió discutir para mantener su unidad de acción. Y también es cierto que en medio de la clandestinidad no era muy fácil sentarse a discutir.

-¿Las izquierdas en el mundo se han quedado sin modelo?


-Eso creo que hace a la desesperanza de luchar por el socialismo. Antes había un modelo vago y general que satisfacía a todo el mundo, pero se aplicó, fracasó y mantuvo las armas melladas del capitalismo.

Ahora se impone la reflexión, primero porque la revolución social sigue siendo una necesidad. Hay mil millones de individuos que se debaten en la miseria, y es una miseria infantil. La discusión del modelo puede ser más fácil porque hubo derrotas y hay sobre qué hablar. Uno no es Fu Manchú, pero la única verdad que existe es que los pueblos se levantan. ¿Quién iba a pensar que pudieran ocurrir las movilizaciones actuales en Francia y Grecia? Más socialdemocracia y engorde que en Europa no había en ningún lado, y sin embargo hay momentos en que la gente no soporta más. Esa confianza en el pueblo hay que seguirla teniendo, y surge del análisis de la historia. Ahora, saber cómo hacer para que el pueblo se levante puede llegar a ser también un delirio de grandeza.

-¿Qué pensaría Sendic del modelo del actual gobierno?


-No, no, yo no quiero hacer especulación. Sendic tenía las cosas muy claras y están ahí los planteos. Si un gobierno peleaba por la reforma agraria, él acordaría.

¿El MPP hoy? Yo he leído las resoluciones del congreso y hay una ausencia total del tema de la impunidad y el papel de las Fuerzas Armadas. Parece que es un tema tabú, y en una fuerza política que se pretende revolucionaria eso significa que hay algo que no anda muy bien. Y después, que no se va a profundizar la distribución de la riqueza no soy sólo yo que lo dice. El crecimiento de la riqueza que ha habido en Uruguay se traduce en una mayor desigualdad, lo cual no quiere decir que no haya un pesito más en el bolsillo de los pobres. Se planteó una contradicción en la interna del FA: Astori representaba todo lo malo del gobierno de Tabaré y Mujica significaba un aire nuevo. Pero -ya está la prueba después de un año- la política económica sigue siendo la misma. Mientras la locomotora china siga empujando la economía mundial, Uruguay va a tener esta misma bonanza, pero en el reparto de la torta la parte del león se la van a seguir llevando los dueños del país.


ZABALZA Y SU LIBRO SOBRE

SENDIC


Espíritu insurrecto




Jorge Zabalza elige el final como comienzo. Arranca su libro relatando el instante en que le llegó la noticia de la muerte de Sendic, el 28 de abril de 1989. Aunque esperada, la despedida sumió a sus compañeros en un sentimiento de orfandad.

Zabalza y Julio Marenales, como rehenes, compartieron los mismos calabozos con Sendic, donde -aislados entre sí- sufrieron una prolongada reclusión en condiciones infrahumanas. "La historia posterior demostraría que ninguno de nosotros tuvo uñas para tocar la guitarra que nos dejó Sendic", escribe Zabalza con un primer dejo autocrítico. Aunque sin ahondar demasiado en el asunto, el escritor deja sentado que a partir de la liberación en 1985 se produjeron "encarnizadas pujas de poder" y se alejó "de quien no debió haberse apartado nunca".

Pero pronto lo vivencial -que ineludiblemente recorta toda la obra- deja paso al ideario del hombre que una vez abandonaría su carrera liberal en la ciudad para encolumnarse detrás de los cañeros y perderse entre los montes. Y es que el autor se propone deconstruir el pensamiento del guerrillero y proyectarlo hacia las nuevas generaciones.

Recurre a múltiples textos, pero para hacerle honor a quien renegaba de la mera teoría, se detiene también en algunos mojones vitales que justamente amalgamaron pensamiento y acción.

La capacidad de percepción de las complejidades socioeconómicas del país que desplegaba el guerrillero -con una sensibilidad siempre indignada por el sufrimiento de los más pobres y excluidos-, y una mirada abierta y desprejuiciada que le permitió reformular sus estrategias en cada etapa, son dos de los elementos más reveladores que surgen del libro. Ese enfoque libre de ataduras le permitió distanciarse considerablemente del modelo soviético y otros hitos del socialismo real.

Sendic entendía a la liberación como la búsqueda de un camino propio, centrado en el hombre y no en un régimen. Quizás había una mirada más antropológica, marcada por la obsesión de construir un individuo con otros valores más solidarios y austeros.

El cambio no podía perseguirse sin una "revolución mental".
Para el tupamaro nacido en los campos de Chamangá (Flores), las estructuras centralizadas y disciplinadas podían ser la génesis del fracaso, por lo cual cobraban otra relevancia la autogestión, la autoeducación y la participación horizontal. El movimiento revolucionario organizado debía integrarse así con el "autoconvocado".

En este punto, Zabalza ve en Sendic a un verdadero adelantado, puesto que su amplitud de miras abría las puertas a los "sin tierra", a los pueblos originarios y a los tipos más diversos de militancia social.

Buena parte de su enfoque -que fue afianzando especialmente en los artículos posteriores a su liberación- se apoyaba en análisis que no suenan polvorientos.

El guerrillero daba cuenta del creciente incremento de la desocupación -aun en los países más desarrollados- como consecuencia de los avances tecnológicos, pero sobre todo del engrosamiento de los diversos bolsones de excluidos del sistema. Lucen turbadoras sus descripciones de los efectos del "salvajismo de las megalópolis":

"Mientras el sector privilegiado se atrinchera en sus residencias, donde vive prisionero de una delincuencia que contribuyó a crear, los otros sectores que no tienen la culpa, sufren igualmente sus consecuencias, como una plaga más que trajo el capitalismo decadente", narraba en una de sus columnas de Mate Amargo (recopiladas en La deuda externa, la tierra y otros temas).
Parecía captar precozmente fenómenos que posteriormente se consolidarían. Así, veía cómo el proletariado industrial -aquel capaz de organizarse en torno a sindicatos- venía reduciéndose en todo el mundo, y en su lugar aparecían nuevas masas de marginados de muy difícil organización.

Esa multitud de rostro múltiple, en la que también incluía a los cuentapropistas, constituye el sustrato de su concepción del Frente Grande, como un movimiento popular y amplio, que luchara por "soluciones drásticas".

Es que, sin renegar de la lucha armada, Sendic palpó en la década del 80 la necesidad de acumular fuerzas por otra vía ("El movimiento revolucionario va a seguir siempre lo característico que el pueblo admita en cada hora de la historia").

Su diagnóstico sobre la creciente concentración de la propiedad de la tierra o la migración del capital productivo hacia el financiero tampoco resultan extemporáneos. El primer fenómeno intenta ser abordado hoy por José Mujica, y sus abundantes textos sobre las "quiebras cíclicas", propias del capitalismo tardío, podrían oficiar de background de unos cuantos ensayos sobre la "burbuja" que sigue haciendo temblar al mundo.

Por último, su plan de reforma agraria no sólo era una bandera sino también una estrategia para evitar un mal socio-demográfico crónico: el macrocefalismo montevideano versus el despoblado campo ("parece un hermoso planeta verde tan lejano que aún no hubiera sido alcanzado por el hombre", reflexionaba sobre los latifundios). La política de tierras -y el estímulo de la colonización- se tornaba así en un mecanismo para cortar con la expulsión de las familias hacia la ciudad, en la que estarían condenadas a engrosar el cinturón de asentamientos.

Atento a las perversiones burocráticas del socialismo real y seguidor de la vertiente guevarista, para Sendic las cuestiones de la "subjetividad" no estaban prohibidas.

Su perspectiva no anulaba la creatividad ni la iniciativa individual, aunque no para beneficio propio sino del colectivo. La revolución implicaba precisamente una "transformación de la subjetividad", una emancipación, un cambio en el estado de ánimo y no un mero cambio de las estructuras.

Sobre el final, hay frases que quedan resonando, pues no reniegan de la crítica y siguen acompañadas de puntos suspensivos. "Hoy sabemos lo que no hay que hacer... ¿pero tenemos una sabiduría parecida sobre lo que hay que hacer?", es una de ellas.

Zabalza agrega que los tupamaros no lograron redondear el dibujo de la sociedad que deseaban construir. Y es que la cuestión de la hoja de ruta es un dilema que no sólo persigue al MLN sino a todas las izquierdas del mundo. Las opciones tomadas por Sendic seguirán siendo objeto de discusión, pero su desvelo por un ser humano emancipado y solidario todavía es una brasa encendida.

(negritas, subrayados y cursivas de posta)


Touriño-Brecha-POSTA - postaporteñ@ -



EDITORIAL DE HORIZONTE SUR EN LA AM 690


DEL SABADO 22 DE ENERO DEL AÑO 2911


Hemos dicho más de una vez que el verdadero rostro de los regímenes políticos de la Argentina, se mostraba con mayor desenfado en el exterior, no en las versiones para el público argentino, versiones edulcoradas y adecentadas por los relacionadores públicos que operan sobre los discursos oficiales. En este caso ha ocurrido una vez más como tantas otras, que venimos denunciando desde que nos organizáramos como grupo de reflexión rural en los años noventa, develando en aquellos años, las horribles políticas del menemismo.

El discurso de nuestra Presidente en el cierre del Seminario de negocios de Quatar,( http://www.youtube.com/watch?v=-yA1se9Eyu8)expone con claridad y sin ambages, la naturaleza de un régimen que, con banderas progresistas, expresa hoy, muchísimo mejor que la derecha, las propuestas que requieren de nosotros las Corporaciones transnacionales y los mercados globales. La Argentina que expone nuestra Presidenta con desenfado casi obsceno en el cierre del Seminario de negocios de Qatar, es una Argentina abierta a la megaminería y a todo tipo de ensayos de OGM, tanto Biotecnología como prácticas de clonación, una Argentina productora de Biocombustibles, una Argentina que se postula como la gran plataforma de la agroindustria y del Agronegocio, y que proyecta extender su agricultura química hasta en zonas donde actualmente dice ella, resultaría impensable hacerlo…

Nos horroriza la decisión de llevar adelante un proceso de ese tipo. Nos horroriza la fe de los conversos, la terquedad con que han decidido un destino de crecimiento en la dependencia y en el descuido mayor por sus recursos y por sus ecosistemas. Han optado por sacrificar las próximas generaciones de argentinos que se encontrarán sin suelo, sin agua potable, sin aire limpio para todos, sin paisajes y sin la cultura que los actuales paisajes, que, ahora están desapareciendo, han producido, y con la que nos hemos identificado como argentinos. Millones de seres humanos son condenados cada día, a vivir en la fealdad, en el hacinamiento urbano y a tener que alimentarse con comidas basura, según las decisiones de una izquierda progresista que ignoró la identidad cultural, instaló el Agronegocio y reemplazó la calidad por la cantidad, la producción de exclusividades por la de comodities y agrocombustibles, el trabajo humano por las tecnologías… Ya no lo decimos nosotros, lo confiesan ellos en su infinita impudicia, repitiendo los discursos alucinados de Héctor Huergo, de Jorge Castro, de Lino Barañao y de Gustavo Grobocopatel, de los que han comprado las promesas de un paraíso tecnologízado y los espejitos de colores de una modernidad tardía. Sí, de una modernidad tardía, porque en definitiva la propuesta es asemejarnos a Europa, repetir sus etapas, sus desarrollos, pese a que, en muchos de los cuales se evidencia en ellos ahora un intento de recuperar lo perdido, desandar el camino o no saber qué hacer en los atolladeros en que se encuentran. De allí la fe de los conversos, los conversos piensan que lo harán mejor, y transforman sus complejos de inferioridad en soberbia y en desprecio por el alma de Europa, una alma y una cultura que ignoran tanto como ignoran y menosprecian el alma y las culturas de nuestro propio continente.

Esta es cada día más una dictadura clasemediera que, en su ceguera progresista, nos conduce a nuevas y peores catástrofes. Y no estamos hablando sólo del Gobierno, sino del conjunto de los partidos y para evitar suspicacias, incluimos explícitamente a la Mesa de Enlace, los grandes diarios como Clarín y la Nación, y hasta la dirigencia eclesiástica… Debemos oponerle a los progresistas un pensamiento decolonial, o sea de nuevo un pensamiento de Liberación Nacional, un pensamiento que vuelva a inundarnos del deseo de vivir en plenitud nuestra Cultura, nuestra forma de ser, de vivir nuestra Soberanía Alimentaria y el estar en América, aceptándonos tal como somos, en nuestros mestizajes y en nuestras aspiraciones de convivir con felicidad, más que con Crecimientos del producto bruto y crecientes dependencias a los mercados globales.

Quiero volver ahora sobre algo fundamental que dijo G. Grobocopatel en el reportaje que le hiciera recientemente la revista Crisis y que repite en otros reportajes y notas que se le han publicado últimamente, como si la dirigencia política y los intelectuales progresistas estuviesen buscando nuevos referentes en los liderazgos y en los discursos, para resolver quizá sus propias encerronas. Dice Grobocopatel que, el menemismo no tuvo mayor idea del proceso que puso en marcha con la aprobación de los primeros OGM... Concretamente, que no habrían sido los menemistas los capaces de imaginar las consecuencias de sus acciones de entonces... tal vez sea por ello que no es Menem ni Solá quienes cuentan con el respaldo de los sojeros, al menos de los sojeros grandes, y por supuesto no estoy hablando de la Mesita de Enlace. Lo que quiero decir y ello más allá de sus incompetencias, sus inimputabilidades y sus crímenes contra los patrimonios públicos de los argentinos, es que, pese a haber puesto en marcha el modelo del agronegocio y de los monocultivos de Soja RR, no son actualmente la expresión política de la sojización, sino para el Kirchnerismo que les adjudica con razón un crimen que ellos mismos, aprovechan a destajo desde hace años y que profundizan cada día...

Una situación extremadamente complicada y que por ello mismo y por la cantidad de discursos falsos que nos abruman, se hace difícil comprender para el común de la opinión pública sometida a la manipulación mediática. El proceso de colonización fue puesto en marcha por unos y continuado por otros, quienes, paradójicamente, acusan de ello a los primeros, mientras que han legitimado y profundizado lo que los primeros iniciaron. Es que nunca fue la soja el negocio propio del menemismo, sino las privatizaciones y la corrupción generalizada de las políticas públicas, y a su vez, reconozcamos, que, nunca fue tampoco, la soja el negocio de los KK en la provincia de Santa Cruz, sino el juego y el petróleo, y a lo sumo la minería...

La soja se les impuso como un proceso que otros decidieron, las Corporaciones y los mercados globales, y que ellos jamás comprendieron bien, un proceso que durante mucho tiempo los sobrepasó, que los condujo incluso, a confrontaciones estériles y desgastantes como la de la crisis del campo en el 2008 y que, a pesar de ello, les ofreció en bandeja rentas cada vez más y más gigantescas para hacer política asistencial y clientelismo, como jamás habían imaginado...

¿Adónde quiero llegar con mis razonamientos? A que, es posible que, en Néstor Kirchner primara una pasión por acaparar poder y capitales, además de la necesidad obsesiva de manejarlo todo desde la política, y se impusiera ello como una desventaja frente a los desarrollos estratégicos del modelo de colonización, porque pesaban habitualmente, las necesidades electorales o las necesarias alianzas y cooptación de dirigentes.

La aceptación de un destino de modernización y de crecimiento con integración subordinada a los mercados globales, se ve en cambio, con mucha mayor claridad en la actual presidenta. Ella ha sabido elegir a quienes la asesoran en ese terreno y, más allá de algunas frivolidades y zonceras, con que, en su momento, condimentaba sus primeros discursos sobre el yuyito o la clonación de cabritas, ha sabido ahora incorporar las lecciones que le proporcionan sus asesores y se expresa con una solvencia que solo exhibe el que sabe de qué habla…

Está claro que no le puedo requerir a Barrionuevo o a Moyano el mismo nivel de uso del raciocinio que a Horacio González, que a Kunkel, a Filmus o acaso a los numerosos miembros de Carta Abierta. Todos son similarmente corresponsables de la corrupta sociedad que se nos propone, pero mientras unos son por mafiosos y corruptos, casi inimputables, al menos desde perspectivas éticas que no conocen, los otros son partidarios convencidos de la Biotecnología y de una modernidad colonizada que arrasa con nuestros ecosistemas y con nuestra identidad cultural.

Que, frente a la perspectiva de una gradual y creciente colonización, para muchos militantes de la izquierda, el subsidio universal por hijo, la aprobación del matrimonio igualitario y el descuelgue del cuadro de Videla, sean motivos suficientes para respaldar al Gobierno, y que puedan expresarlo abiertamente de una manera casi impúdica, es escandaloso y demuestra una profunda crisis moral.

Que se puedan permitir con impunidad, ignorar el grado de compromiso de los funcionarios y de las políticas públicas con el Agronegocio, con la liberación de transgénicos y sus daños colaterales en cientos de muertos por las fumigaciones, con la megaminería y las terribles contaminaciones que provoca, con la desaparición de nuestros montes y selvas ahora reemplazados por monocultivos, es sorprendente.

Que ello pueda suceder, implica un grado muy alto de connivencia y conspiración de las instituciones y de los medios periodísticos, no importa cómo ellos se embanderen. Todo ello expone la profunda ilegitimidad del poder en que vive actualmente la Argentina, situación que lamentablemente, no modificará las próximas elecciones y menos aún los maridajes preelectorales que debemos presenciar a diario.

El discurso de Qatar fue una exposición programática que requiere con urgencia respuestas morales que esta dirigencia no puede proporcionar. Es una vez más, de este Pueblo argentino que tantas veces dio vuelta las tortillas del poder, de quien debemos esperar respuestas y una reafirmación de que nos merecemos un destino mejor que el de ser una colonia urbana y consumista…

Esa es nuestra esperanza y nuestra lucha…

http://horizontesur.com.ar/radio/

Jorge Eduardo Rulli - postaporteñ@ -




El CAMALEÓN Mamá...!


Respuesta a "Gobierno, reacción y ultra-izquierdismo"


Sr. Director de La República



El 16 de enero en su página editorial se publica la nota "Gobierno, reacción y ultra-izquierdismo" de Julio Louis. Requiere extensos comentarios, solamente solicito que publiquen esas líneas introductorias.

El autor comienza defendiendo al gobierno de ataques de la vieja derecha tradicional burguesa, y sostiene que al país le va bien gracias a que la producción se coloca a buenos precios en el mercado mundial, pero que también es logro del gobierno de Mujica y su política de integración regional y subirse al estribo de Brasil, que afloja la subordinación al imperialismo corrigiendo la orientación del anterior gobierno de Tabaré que estuvo a punto de atornillar a Uruguay a EEUU con la firma de un TLC.

Luego pasa a un extenso ataque a los grupos ultra-izquierdistas, pequeñas sectas de gravitación episódica pero que pese a ello han logrado instigar conflictos como el de ADEOM, aprovechando las contradicciones internas del Frente Amplio.


Ambos temas están vistos DESDE ARRIBA, en su mera condición de conflictos de pequeña política de grandes, medianas o pequeñas sectas y partidos, gobernantes u opositores, y no en cuanto al conflicto de CLASES ni por los problemas ESTRUCTURALES del país.

Mejor sería dejar de lado esa moda neo-maquiavelista de los "politólogos" actuales y volver al materialismo histórico.


¿Por qué ocurren conflictos de municipales, bancarios, anestesistas, portuarios, controladores aéreos, funcionarios públicos, profesores como Julio, etc.? No ha de ser por los "ultra-izquierdistas" que ni figuran en muchos de esos sectores.

Empecemos por el primer tema, raíz de todo.

El editorial de "El País" del día siguiente trata también de la actual bonanza coyuntural de nuestra economía capitalista periférica, pero bajo la óptica de la derecha tradicional que ni llega a ser "oposición" porque ni proyecto diferente para oponer al gobierno tiene. Se “preocupa" por el paralelo con la bonanza del segundo batllismo de los 50, también sustentada en buenos precios internacionales para la EXPORTACIÓN DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS PRIMARIOS en los que aquella economía se basaba... Y ESTA DE HOY TAMBIÉN. Reflejando el pensamiento directo de la burguesía local y los inversores extranjeros, desconfía, ya la bonanza del pasado colapsó cuando esa coyuntura de precios favorables cesó. Y esta también va a cesar.


Y por eso es que el gobierno también está de acuerdo en NO REPARTIR CON LOS TRABAJADORES el producto de esta coyuntura, igual que los burgueses, porque lo que no aprovechen a llevarse hoy NO SE LO PODRÁN LLEVAR MAÑANA.


Pero hay una gran diferencia entre el segundo batllismo y hoy. Antes teníamos una economía de reproducción ampliada con una industrialización liviana por sustitución de importaciones, intentando retener parte del excedente de este capitalismo periférico. Aquel fue un proyecto de seudo-desarrollo que fracasó. La debilidad estructural del país y la estrechez mezquina del gobierno batllista hicieron que esa industrialización superficial fuese fácilmente desmantelada en el período neoliberal siguiente, mientras los piratas oportunistas hacían negocio del desguace.


Esto de hoy es peor. El gobierno actual ni siquiera CONSIDERA un proyecto industrial para el país, Mujica lo descartó el primer día. En vez de parasitario del crecimiento sin profundidad (como fue el batllismo), la política económica actual es parasitaria del "crecimiento" de la re-primarización de la economía, del ingreso coyuntural por mal vender recursos estratégicos, en lo que el "la destrucción ambiental debido a los procedimientos de producción de la soja" que cita Julio es solo un ejemplo más de un camino de DESACUMULACIÓN y pérdida de soberanía en términos estructurales.


El aumento de las exportaciones es exclusivamente en VALORES con estancamiento en VOLUMEN y producción predatoria: exportación de ganado en pie, descenso de la edad de faena y futuro déficit de vientres, pesca abusiva y bio-destructiva, forestación que compromete el recurso hídrico, e industria -y ahora minería- contaminantes. Todo con mínimo ingreso para el país porque está centrado en zonas francas y des-tributación al capital.

Julio ha sido siempre gran defensor de las ideas de Vivian Trías, casi el único de importancia que queda, ahora que el Partido Socialista apenas lo conserva para uso ritual pero abandona sus ideas. Aunque yo no comparta todo Trías, esunparteaguas en las concepciones ideológicas de nuestra izquierda. Resulta significativo que sea precisamente Julio Louis quien ahora se desmarque de eso de “que todo conflicto entre un explotador y un explotado es un combate frontal” y privilegie en cambio “distinguir otras contradicciones”.

Ha habido dos grandes corrientes ideológicas en nuestra izquierda. La predominante (y hoy MÁS) es la socialdemocracia reformista, su principal vocero fue el post-estalinista Rodney Arismendi, Astori y Mujica son sus continuadores. Sostiene que NO PUEDE HABER SOCIALISMO EN URUGUAY porque hay "insuficiente desarrollo de las fuerzas productivas". Su plan estratégico es UNA ETAPA DE DESARROLLO CAPITALISTA en alianza con algún sector burgués progresista o anti-imperialista. Como los hechos tercos y porfiados demostraron que eso no existe ni puede existir aquí, al menos con peso significativo, ahora miran hacia Sao Pablo.


La otra corriente tiene menos gente y muchas variantes pero es Trías, pese a sus errores, quien comenzó a darle un cuerpo conceptual significativo. DEMOSTRÓ que esta imposibilidad es ESTRUCTURAL al MODELO DE DEPENDENCIA y que "nuestra" burguesía no quiere ni puede romper con esto porque no hay aquí otra forma posible de capitalismo. Tampoco lo quieren los funcionarios gubernamentales que asumen la cultura colonial. Siguiendo a Paul Barán, Trías señaló que de la EXTRACCIÓN DEL EXCEDENTE por parte del imperialismo no se puede escapar POR LA VÍA CAPITALISTA y la revolución tiene que ser ANTI-CAPITALISTA (aunque las formas de la vía no capitalista sean todavía problema abierto, y no sea Trías el más acertado). Este “crecimiento” es desarrollo del sub-desarrollo, LUMPEN-DESARROLLO decía Günder Frank, otro referente.

Trías sabía que ese problema no es de Uruguay sino de TODA la periferia capitalista, y por eso hablaba de "revolución de las orillas". Su idea de la Patria Grande es socialista.

Se ocupó también de geopolítica y el caso de Brasil, y llegó a esta conclusión (y lo mismo decían otros en Brasil: Marini, Theotonio, Shilling...): la burguesía brasileña tiene un proyecto SUB-IMPERIALISTA subordinado al sistema capitalista imperial. No busca aflojar la dependencia salvo para agradar su tajada en el reparto con la burguesía imperialista, pero NO ES ALIADA de los trabajadores; al revés, porque dada su debilidad frente su socia mayor en productividad y concentración de capital, tiene que recurrir a la MAYOR INTENSIDAD DEL TRABAJO, a la súper-explotación, trabajo semi-esclavo. Y en ello es FUNCIONAL al imperialismo en la extracción del excedente.

Las compras brasileñas recientes de frigoríficos y molinos arroceros, las compras argentinas de tierras cultivables, no son un proceso de “acumulación regional”, sino de CENTRALIZACIÓN DEL CAPITAL y profundización del modelo agro-exportador dependiente, con el aumento de la explotación de nuestra clase trabajadora. Por supuesto, en todo capitalismo hay trabajo asalariado y valorización de la fuerza de trabajo y siempre habrá algún trabajador que progrese, y habrá quien diga que esto es una oportunidad para todos los trabajadores.

Lo que importa son los LÍMITES que el régimen político impone a esa valorización, y por qué los impone. Eso explica los conflictos entre trabajadores y patrones, incluyendo al estado-patrón, y así tenemos que ver la acción política de grupos, partidos, o incluso sectas, y no al revés.

Pero ese tema, amigo Fassano, el de los llamados grupos ultra-izquierdistas y los conflictos sindicales, las tácticas y todo eso preferiría hablarlo en una próxima carta si no es abusar de su paciencia, para no abusar hoy de la de los lectores.

Digo esto tratando de romper con esa forma de ver el conflicto social como conspiración permanente, la interpretación policíaca de la Historia que decía Bensaid.

Para terminar, volviendo al Brasil sub-imperio, le recomiendo a Ud., Julio y los lectores, el artículo “La perenne oportunidad haitiana” de Beatriz Stolowicz publicado en la revista argentina Periferias. http://www.fisyp.org.ar/modules/tinycontent/index.php?id=5

Allí se explica cómo la OPORTUNIDAD en Haití es para los inversores brasileños, de explotar una “mano de obra más barata que la china” por obra de la desesperación de la gente, montando maquilas que se complementan luego en Brasil para terminar exportando a EEUU, todo en una misma cadena productiva. Y podrán explicarse así qué están haciendo las tropas uruguayas en Haití a las órdenes “anti-imperialistas” del comando de Brasil.

Antes de subirse al estribo, convendría mirar bien el caballo.


Saludos


Fernando Moyano



POSTA - postaporteñ@ - 2011-01-23



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