martes, 31 de mayo de 2011

" MaNgA dE HijOS dE pUtA mE DieRoN jUstO eN eL CoRaZoN"

Número 562 | MaYo 31 de 2011 | Año 6º




El Laberinto Despótico

de la

IMPUNIDAD



1ª parte


Compartiendo sentires en estos días convulsionados, una compa me tiró parte de una polémica que existe desde que los sobrevivientes a los campos de concentración, empezaron a ubicar a los genocidas nazis y estos empezaron a explicar el genocidio perpetrado. Y está claro que cuando los pueblos atraviesan esas impresionantes experiencias ellas, se reflejan en las polémicas y complejas reflexiones que le siguen.
Cuando los “monstruos” de la “monstruosa maquinaria” que son los ejércitos opresores hablan, se produce eso que llaman banalización, le agrego: de los exterminios.

En 1961 Hannah Arendt, escritora judía de origen alemán, después de cubrir el juicio contra Adolf Eichmann en la ciudad de Jerusalén publica un trabajo al que llama la Banalidad del mal.

Adolf Eichmann escribió el llamado popularmente “diario del demonio", donde él se presenta como un hombre normal, un ser obediente que sólo formó parte de una maquinaria; de una burocracia de exterminio.

¿Criminales en masa hablan de sí mismos como lo pueden hacer hombres comunes?
¿Cómo oírlos? ¿Qué reflexión hacer?

Esto no los libera de ser culpables, de haber sido genocidas, torturadores, violadores de niñas, mujeres y hombres.
Estos seres explican sus actos de terrorismo estatal, a través de hablar de la obediencia debida o su sumisión a la autoridad.

Luego de hacerlo pueden ir a sus casas besar a sus hijos…eso ¿de qué nos habla?
¿Cuándo los oficiales llevaban a sus hijos a jugar en el perímetro del alambrado de Punta de Rieles y les daban armas vacías para que jugaran a matar a Tupas y Comunistas, si estas aparecían por las ventanas, de que seres estamos hablando?

Volviendo a estos estudios sobre el comportamiento de los nazis: “en la revista británica de psicología The Psychologist, S. Alexander Haslam y Stephen D. Reicher argumentaban que los crímenes a la escala con que Eichmann los realizó no pueden ser cometidos por «personas ordinarias». Las personas que cometen ese tipo de crímenes «se identifican activamente con grupos cuya ideología justifica y condona la opresión y destrucción de otros». Es decir, saben que están cometiendo un crimen, pero simplemente encuentran un modo de justificarlo”.

Para Arendt, Eichmann, no era el «monstruo», el «pozo de maldad» como la gente común lo consideraba. Para ella:
Los actos de Eichmann no eran disculpables, ni él inocente, pero estos actos no fueron realizados porque Eichmann estuviese dotado de una inmensa capacidad para la crueldad, sino por ser un burócrata, un operario dentro de un sistema basado en los actos de exterminio.

Los individuos actúan, dice ella dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos. No se preocupan por las consecuencias de sus actos, sólo por el cumplimiento de las órdenes. La tortura, la ejecución de seres humanos o la práctica de actos «malvados» no son consideradas a partir de sus efectos o de su resultado final, con tal que las órdenes para ejecutarlos provengan de estamentos superiores. Hannah Arendt, plantea la complejidad de la condición humana y alerta de que es necesario estar siempre atento a lo que llamó la «banalidad del mal» y evitar que ocurra.

Este conceptoes hoy utilizado con un significado universal para describir el comportamiento de algunos personajes históricos que cometieron actos de extrema crueldad y sin ninguna compasión para con otros seres humanos, en los que no se han encontrado traumas o cualquier desvío de la personalidad que justificaran sus actos.
En resumen: eran «personas normales», a pesar de los actos que cometieron.

Una vez más recurro a la máxima premisa que rezaba en la puerta del S2 de Punta de Rieles:

“Un superior nunca se equivoca, y si un superior se equivoca solo un superior puede decirlo”

O cuando Silveira o Gavazzo, te tenían desnuda, encapuchada y te decían:

- Esto, no es una sala de tortura, esto es la Capilla, donde todos se confiesan conmigo…Te conviene hablar, soy especialista en torturas de mujeres…

Viernes 13 de mayo /11

“Hoy el día amanece justamente aborrascado…”

Hubo una generación que llevó a la praxis un potente sueño, encendiendo la hoguera de la libertad y la justicia. Muchos, muchas la pagaron con su vida.

Se que algunos de los sobrevivientes, aún amanecemos con voces roncas y dolidas. Impotentes e indignadas. Una voz que deseamos con todo nuestro ser que pudiera volverse eco. Una voz que viene de las entrañas.

Ellos los represores siguen cometiendo un crimen perpetuo.

Durante todas estas décadas de impunidad ellos enseñaron el credo de la mentira. Puras patrañas para negar lo que hicieron.
Para negar a Anatole a Victoria, a Mariana.
Para no sólo apropiarse de ellos, como seres humano, sino para convencerlos y convencer a la sociedad de que los habían salvado, “de energúmenos padres que los habían expuestos y luego abandonado”.

Así como ningún gurí pobre nace chorro, los hijos, nuestros hijos, tampoco nacieron para perdonar a los verdugos de sus padres, ni para indultar a los que condenaron a abuelas. Eso es solo un dogma de la impunidad para preservarse de los juicios históricos. Empezamos a contar y son muchas las madres y abuelas a los que dejaron morir en la tortura permanente:

Porque eso es la desaparición. La Tota, Esther, María

El crimen se sigue cometiendo a los hijos, a las hijas, que les quitaron la identidad y los llamaron con otros nombres.

La memoria es vida o no es memoria. Pero hoy el torturador se para ante la ayer niña, hoy mujer, que secuestró, formó otro torturador y hoy el abyecto y repugnante represor repite su sermón impune.

Ante la victima el sátiro mercenario, ex terrorista de Estado, metamorfoseado de viejo militar, venido a menos, presenta su tesis.

Es seguro que los hijos o familiares, en general, no piensan como sus padres, pero hay una frontera minada, que si la traspasamos salta en mil pedazos el corazón de la memoria.

Nosotros soñamos hijos con los ojos de Mariana, mientras la buscamos junto a Ester

Silveira, ese que hoy ofreció masitas, nos manoseó, nos violó, nos mató, los mató, nos torturó.

Y esto no nos contaron: somos muchos los hombres y mujeres que lo conocimos, somos testigos vivos.
A los cuales ÉL, NOS TORTURO. ÉL, NOS VIOLO. ÉL, SECUESTRÓ A ELENA Y A TANTOS COMPAÑEROS Y COMPAÑEROS QUERIDOS.

No repetimos vivencias. Tenemos las vivencias talladas en nuestros organismos. Nuestros cuerpos aún registran las huellas de la tortura, nuestros oídos aún oyen el roce lascivo de sus botas y su prepotencia, en nuestras sienes aún está el frío de su fusil al empujarnos en la oscuridad de las capuchas. La mentira sempiterna de Pajarito Silveira, Siete Sierra, Chimichurri es la voz de la dictadura en el presente.


Las palabras hoy son piedras que andan llorando


Él, al tender hoy su mano ensangrentada, acaba nuevamente de violar. El impune torturador acaba de fusilar la memoria, pero ella se levanta aunque sangre. Acaba de infligirnos una ofensa irreparable.

Desde hace un tiempo, hablamos de los padres de esas, ya mujeres, de esos ya hombres a los que les quitaron su origen. A los que el terrorismo de las dictaduras les quitó a sus progenitores.

Hablar de sus padres, es hablar de nuestros compañeros/as. Lo hacemos en la voz y la palabra de los que los conocieron y amaron.

Los torturadores desde la cárcel ratifican sus crímenes de estado. Desde allí, siguen apropiándose de los símbolos que en la lucha se van sembrando. Entre ellos los ojos de Mariana en aquel mural con Chaplin que simbolizó la búsqueda, junto a la foto de Simón con 20 días, la campaña contra la ley de impunidad en los años 1988-1989.


Con solo tres gotitas de perfume
y el dulce cucurucho de un helado.
Con dos o tres globos azules
y tenues lucecitas de un tablado.
Con unos cuantos gramos de ternura
y cuatro rojos pétalos de rosas*


Si los ojos de Mariana aún están en nuestras memorias, la niña que concibieron Emi y Charleta, aún está viva en nuestra memoria y vive en nuestro corazón.


Una curita en el dedo menique
y una pequeña y frágil mariposa

Con el rocío azul de las estrellas
y el viento que nació del infinito.
Con los matices de un Torres García,
un lápiz de color y un espejito
.*

(*Falta y resto)



La memoria se acurruca, nos habla bajito y luego grita. La distancia insalvable entre los verdugos y la ética de nuestras y nuestros compañeros, hace que hoy muchas/os compartamos que: ellos están tal cual fueron, como una joya que con el tiempo y su querencia brilla más, en nuestra memoria.

Los hijos encontrados, han cargado con todo el peso de haber sido unos y ahora se encuentran que son otros. Formados por represores, en familias de represores, cuando se los encuentra comienza otra búsqueda tanto o más dolorosa que la otra. A la búsqueda de la identidad biológica le sigue la azarosa búsqueda de la identidad social política cultural.
Fueron unos y hoy son otros, buscados por todo un pueblo. Eran símbolos y no lo sabían.

Pero seguís siendo quién fuiste con el agregado de que tus padres biológicos eran los enemigos de tus padres secuestradores. Maquiavélico escenario que la inteligencia de la impunidad, que sigue vivita y coleando, aprovecha.

Por eso a los hijos después de encontrarlos los seguimos buscando

Mariana está y la seguimos buscando. Simón está y lo seguimos buscando.

Porque ellos siguen sufriendo las horrendas secuelas del terrorismo de Estado porque no hay verdad, ni justicia

Y como no hay justicia seguimos terca, apasionadamente buscándola. Aunque eruditos, poderosos, gobiernos y milicos lo nieguen:

La ley de los impunes es indigna, es nula jurídica y éticamente

Estamos apasionadamente convencidos: ellos no vencerán

Aunque hoy hayan ganado esta cruzada la impunidad no vencerá.
Aunque los impunes se disfracen de amables viejitos: ¡Impunes son!
Y sentimos muy en el corazón y en nuestra conciencia que no olvidaremos, que no perdonamos y que no nos reconciliamos.

Porque las justas razones de nuestra lucha están cada día más vigentes

Parte 2


Emulando a compas de La Plata: Dudamos y si nos niegan ese derecho a la duda: Igual lo hacemos. ¡Condénennos!


PATÉTICA IMPUNIDAD


Mientras oía el debate del 19 de mayo de 2011 de Diputados, sonaba en mis oídos lo que cantó la Murga Agárrate Catalina en este carnaval, al final del cuplé de la violencia dicen:
“Pasa mi vida entera como un tornado escupiendo sangre, manga de hijos de puta me dieron justo en el corazón.”

Algo así le hizo este gobierno a este pueblo

Las nuevas generaciones van a tener que entrar a rebelarse contra la opción de sus padres (nosotros), para encontrar de verdad el camino de la revolución.
Cuando un sector importante de los luchadores ya son ex, ya sin ética (y hacen uso y abuso de las palabras), y todo les sirve para un barrido como para un fregado, se impone una antítesis.

El 20 de mayo en el CEIPA, hablábamos de cómo la generación que rondamos los 60/70 años nos rebelamos contra el batllismo de nuestros padres, contra el Uruguay de “mi hijo el Dr.” que se moría, pero la sociedad se negaba a aceptarlo.
Hoy, los jóvenes de este tiempo, van comprobando una vez más como el camino de los palacios se agota allí, en los palacios, porque si los que están allí salen, se ensucian los pies, porque fuera de ellos están los charcos que pisan los pobres.

Y las salidas están en otros sitios. Construyéndose en las bases. En los rincones. Aunque muchos aún gobiernen y dominen a la sombra de una leyenda que mancillaron.

Quedó Claro que a la Impunidad No se La Derrota Ni Plebiscitándola Ni Interpretándola

Hay algunos que creemos que una estrategia de olvido los llevó al olvido, amplificado, premeditado, consiente. Una estrategia tolerante con el poder, sostenedora del poder e intolerante con los de abajo, los llevó a que el llamado “gobierno de todos” sea más que nunca el gobierno del FMI y las 500 familias dueñas del Uruguay.
Y para “dar tranquilidad al capital” hoy larguen razias contra los pobres y amplíen sus cárceles de exterminio.
Y maten y ejerzan cualquier tipo de abuso en allanamientos y luego los jueces absuelvan a los que apretaron el gatillo, que son los mismos a los cuales, previamente ellos, los jueces, habían autorizado allanar.

A esta altura hacer una crónica de las últimas claudicaciones, es como entrar al laberinto del tren fantasma, con la diferencia que el tren es una fantasía, pero esto es la realidad.


EL 18 de mayo desfiló la impunidad blindada


La que mantiene secuestrados a nuestros compañeros/as desaparecidos/as.

En Las Piedras se esmeraron en que la impunidad desfilara disfrazada de festejos. Y que “nadie” quedara afuera, todos los que quisieron sumarse, tuvieron un sitio frente al estrado. Incluir para controlar. Excluir para que otros, no oigan la otra voz. La de los disidentes de hoy.

Previo, estuvo el fallo de la Suprema Corte de Justicia, como parte de la maquinaria de la impunidad, le hace los mandados a los dictadores y violadores de los derechos humanos, declarando que los ASESINATOS BAJO LA DICTADURA NO SON DELITOS de LESA HUMANIDAD.

Tratan de que todos caigan en la bolsa del olvido, ahora las víctimas son salpicadas de mierda por un puñado de traidores que aparentemente torturaron junto a los torturadores.

Es decir ¿alguien pasó de víctima a victimario?

No todo está bajo sospecha. ¡No!.

Las dignidades de los combatientes asesinados y desaparecidos/as están muy por encima de estas patrañas.
Y más allá que siempre hemos estado en contra de hablar de héroes en las torturas, porque no se ha profundizado que nos sucedió en esos límites humanos, hay algo de lo que estamos seguros: las decencias, de miles de ex presas/os están muy lejos de estas miserias.

El gobierno legitima al ejército genocida, golpista, torturador, a los que están al acecho de nuestras luchas, a los que impusieron por la fuerza el modelo exterminador del capital, legitiman y se abrazan al ejército y los envían a invadir a Haití, el Congo, Sinaí. Son esas tropas que violan a mujeres y niñas en Haití y el Congo.
Homenajean a los que dispararon contra nuestro pueblo bajo la dictadura y ahora lo hacen contra otros pueblos.

Homenajean a los que aún torturan manteniendo la desaparición de más de 200 compañeras/os.

Hoy desfilan y se abrazan a Julio María Sanguinetti que creó los escuadrones de la muerte junto a Acosta y Lara –y aún NADIE lo citó ni enjuició- quienes torturaron, asesinaron y desaparecieron a nuestros compañeros Ibero, Ayala, Filippini, Castagnetto y tantos otros. Se abrazan a Lacalle porque comparten el mismo
proyecto capitalista aunque Lacalle haya tirado contra ellos mismos hace 17 años atrás, y matado a Roberto Facal y Fernando Morroni.

Hoy desempolvan los pactos. Nosotros ratificamos lo que hemos sostenido:

Desde el pacto del Club Naval, desde la Comisión para la Paz, desde el punto Final de Tabaré Vázquez, los pactos están

Los represores les sacan los trapitos al sol a los actuales gobernantes y los tienen contra las cuerdas.

El Goyo y sus esbirros negocian desde una posición de fuerza para mantener su impunidad.

Niegan el pacto, para concretar el país del pacto.

Crean cortinas de humo, nada mejor para ello que confundir: hablar que anulan y no anulan

Ni el amor es ciego ni el odio es ciego; eso es simple y puro verso burgués que el folclore de Mujica reivindica, para negar la lucha de clases. El amor revolucionario tiene memoria y ve.
Y el odio, a este mundo de guerras, genocidios, hambre y saqueos es de ojos abiertos y se compromete a hablar y sostener en los hechos la búsqueda de otro mundo, como lo hacen “miles de indignados” en Europa.

No nos asombramos después que se abrazaron a Bush y plantean el perdón a Bordaberry y el Goyo.

No dudamos a esta altura de que todo es posible cuando el consenso social está articulado para salvar el modelo de las multinacionales y mantener la riqueza de unos pocos por los otrora “compañeros”.

El camino está trazado.
El carácter del gobierno se debe medir, sin duda por el contenido de clase de su programa.
Ellos son los que garantizan la recolonización.
Nosotros los que pugnamos por perfilar y concretar otro paradigma social.

No solo reprimen a los de abajo con sus políticas, socio-económicas, sino que tiran todo el peso del estado burgués dominante y por tanto represivo, contra las zonas donde viven los pobres, y los que lo hacen son los antiguos ex “revolucionarios”.
Y eso, sin duda, lo sostienen con el consenso provocado por la generación de un pensamiento monolítico, en el cual no hay cabida en los grandes medios de comunicación para los disidentes de este tiempo.
Los que queremos una memoria independiente de pactos y conciliaciones, autónoma, sin milicos sin patrones, sin gobierno, sin mandaderos.

El colmo: algunos de los que clamaron por la anulación de la ley de impunidad, PIT-CNT entre otros, dijeron el 19/5, en la voz de Fernando Pereyra: “si hoy no se aprueba la ley en diputados, seguiremos luchando por anularla.”

¿Quién dijo que hay algún proyecto en algún sitio del Parlamento que la anule? Patraña!!!


Operación CONTROL/ Operación DISCIPLINAMIENTO


Pocas horas pasaron de la parodia legislativa. La maratónica sección en Diputados concretó otra farsa antidisturbios.
A pocas horas de que Semproni (el potro de Mujica) le sacara las castañas del fuego al gobierno Encuentrista, ya salieron a plantear la derogación. Ahora, solo él es señalado socialmente como responsable de que no se anulara la ley de impunidad.


Tenemos la peor de las opiniones, de la coordinación Mujica-CAP- L –Huidobro-Semproni

Por tanto, esto no redime, no disculpa, ni perdona a Semproni. Es una condena, porque se prestó a ese juego político. Pero la responsabilidad histórica de este brete la tiene esta coalición, este gobierno. Pero preparémonos, ya saldrán de los que hablan de “gobierno en disputa” a plantear, a replantear la aprobación de la ley interpretativa a través de otro referéndum o la derogación tal y cual lo planteó Astori y Tabaré.

Una ley que ampara a los impunes SE ANULA. NO SE LA INTERPRETA, NI SE VOTA.
Más que nunca los DDHH no se votan se conquistan en las calles

El Encuentrismo debía mostrar su voluntad de que querían cumplir con la Corte Internacional de DDHH. El fallo plantea que “la ley no debe representar un obstáculo para la investigación y juzgamiento de los delitos de lesa humanidad” y que se repare pública y económicamente a las víctimas (Caso Gelman).
Por tanto entre la resolución acotada de la Corte y la resolución impúdica, de la Suprema Corte de Justicia uruguaya que los asesinatos bajo dictadura no constituyeron delitos de lesa humanidad sino delitos comunes junto con la aparición de milicos diciendo que hubo algún tupa que pasó a ser torturador, los sectores sociales afines al gobierno al frente de la movida en el Palacio, planteando que “al final de la votación o festejábamos o llorábamos” (Juan Castillo PIT-CNT), implica una gran parodia.

En el Palacio Legislativo NO HABÍA NINGÚN PROYECTO DE ANULACIÓN DE LA LEY DE IMPUNIDAD.


Había un proyecto de declararla inconstitucional, de dejarla en el Código penal, de decirle a jueces y fiscales queda en vuestras manos si la aplican o no, de decirles: no nos pidan más opinión de si está o no la denuncia dentro de la ley, resuelvan…

Por tanto acá el gobierno ha logrado entreverar todas las cartas. La lucha sigue siendo la misma.

Pero logran ponerle a la gente (que esperaba la salida parlamentaria) una lápida más en el ánimo ya deteriorado por el referéndum 2009.

Más temprano que tarde se abrirán los ojos para que podamos ver. Y nos deslumbrará la claridad de este tiempo.

Más temprano que tarde oiremos los gritos de los que sufren, reaccionaremos y dejaremos de esperar.

Más temprano que tarde diremos: estamos arrepentidos de no haberle podido ocasionar al sistema más derrotas y nos comprometeremos sin dudar. Y es de lo único de lo cual nos arrepentimos, para decir lo que dijo Toni.

Más temprano que tarde nos reuniremos en un gran conjuro para pelear y se terminará este tiempo de dudosas promesas.

En este largo camino de la emancipación lo único que no debemos perder es la conciencia y la voluntad de trabajo constante y lucha por ese objetivo.

Después podemos perder todo. Batallas. Huelgas. Conflictos. Derechos ganados a sangre y fuego. Podemos perder la vida.

Hemos perdido todo eso y más. Perdimos a Espartaco antes de su tiempo biológico.

Nos han robado la vida del Che tan temprano, la vida de Elena más temprano, la vida de Sendic, de Santucho, de Miguel Enríquez muy temprano… han asesinado y desaparecido a los más esclarecidos y comprometidos revolucionarios.

Han encerrado a los más queridos compañeros y compañeras.
En cárceles lejanas resisten y luchan compañeras y compañeros como lo hizo Gatza 31 años en las cárceles españolas, como lo hace Dimitris en Atenas. Hemos perdido pueblos originarios.
Pero la resistencia está de pie y necesitamos repensar las estrategias.

Vale, refirmar que los estados son los únicos que violaron y violan y violarán los derechos humanos. En la historia de la humanidad no han ningún ejemplo de que los estados hayan respetado, desarrollado y protegido luego los derechos de los más.
Hay ejemplos hazañosos de pueblos que aspiraron construir otra sociedad justa sin explotados ni explotadores, otros que hoy intentan romper esa regla opresora del Estado.
Pero el capitalismo dominante los ha acotado y malogrado en uno u otro aspecto.
El desafío por delante es una clara autocrítica de las derrotas sufridas, una más que clara definición de cuáles son los caminos que no debemos volver a transitar y cuales las sendas a andar.

Afirmamos que las zanahorias del sistema sobre los posibles cambios que plantean sobre la ley de impunidad solo nos distraen y envician las expectativas legítimas de los sectores que quieren verdad y justicia.

Nosotros sostenemos: toda ley, mecanismo, estado, gobierno o institución que ampare la impunidad tras el arcaico concepto de obediencia debida es terrorismo de estado, todo aquel que pacte con las violaciones de DDHH es cómplice.

Toda ley que los ampare es NULA.

Nos debemos el debate de los plebiscitos.

De los escraches, de los rescates, para mejor luchar.

El 1º de mayo le infligimos un golpe a los que solo entregan, realizando un acto que pasará a la historia –aunque hoy nos silencien- bajo temporal realizamos un acto de memoria y lucha que tuvo presente y viva la lucha de los Mártires de Chicago junto con la lucha de los trabajadores de Ta Ta hoy.

Y el 13 de mayo también el gobierno recibió una cachetada contra el saqueo del proyecto de minería a cielo abierto.

Como se hizo el escrache a Bonelli y el repudio en Maldonado a Ferro.

Y habrá más…Como vemos, una vez más:
la tierra se mueve.



- IRMA LEITES -
- postaporteñ@ nº 562 - 2011-05-31




La Renovada IMPUNIDAD...

de Ayer y

de Hoy

Derechos Humanos - Declaración



Como todos los 20 de mayo, decenas de miles de personas volvieron a recorrer la Marcha del Silencio. La consigna reclamaba “Verdad y Justicia, derecho de todos, responsabilidad del Estado”. La enorme frustración que se palpaba, aún en su cortante silencio, era una prueba irrefutable. Es que la inmensa mayoría de los que volvían a marchar exigiendo la condena al terrorismo Estado, son votantes del Frente Amplio, adherentes de su programa y, en definitiva, depositarios de una esperanza. Y, nuevamente, han sido estafados.

A tal punto, que desde Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, se denuncia categóricamente no sólo un “vacío aberrante” en la investigación de los crímenes de la dictadura, sino incluso un “retroceso” en la política de derechos humanos del gobierno de Mujica en relación al de Jorge Batlle:

“La discusión actual nos retrocede a antes de Batlle, porque se desestima algo que ya estaba saldado política y científicamente: no hubo una guerra y sí terrorismo de Estado”. (Entrevista a Ignacio Errandonea, Gimena Gómez Gadea y Eduardo Pirotto, semanario Brecha, 20-5-2011).

Esta frustración, no solo alcanza a la organización que, sin griterío de barricada ni exposición mediática, ha mantenido vigente a lo largo de los años la lucha contra la impunidad, demandando una y otra vez -tanto desde la movilización popular como ante distintos ámbitos institucionales-, Verdad y Justicia. Alcanza también a una generación de jóvenes que quieren enterrar la herencia impune del terrorismo de Estado. Son esos miles de jóvenes -comprometidos y militantes en el Plebiscito del 2009- que señalan con tono acusador al Presidente de la República:

“Mujica termina de militarizar el discurso desde la política. Pretende tener un sentido de unidad nacional, pero termina siendo una afrenta a la mitad de los uruguayos, que votamos por la anulación de la ley”. (“Jóvenes y Ley Caducidad”, nota y entrevistas en el semanario Brecha, 20-5-2001)

El vericueto politiquero del gobierno del Frente Amplio con relación a la “Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado” -que bien podría ser visto como un folletín de telenovela si no se tratara de una ley nefasta-, ha dado un golpe demoledor a esa conciencia democrática que reclama Juicio y Castigo a los culpables de crímenes de lesa humanidad. Porque buscó salvar en todo momento -bajo la coartada del “mirar al futuro”- la integridad del aparato policiaco-militar del Estado.
Es decir: no “demonizar” el de ayer, para legitimar el de hoy.


Buscando, otra vez, “dar vuelta la página”

De más de 400 represores involucrados en actos de violaciones de los derechos humanos durante la dictadura -según listas elaboradas por las organizaciones que han reunido información-, apenas un grupo muy pequeño de militares y policías (una docena de los más “quemados”), pasaron a ocupar la “cárcel especial” de Domingo Arena, donde disfrutan de un amplio régimen de comodidades, visitas, y hasta un sitio en Internet para comunicar sus infames opiniones.

A estos asesinos se les suma el encarcelamiento del ex canciller de la dictadura Juan C. Blanco (preso en Cárcel Central), el ex dictador Juan María Bordaberry (con “prisión domiciliaria”, o sea, en su propia casa), y el general Miguel Dalmao, acusado del asesinato de Nidia Zabalzagaray, y único militar en servicio procesado hasta el momento (detenido en la Guardia de Coraceros, quien recibió semanas atrás la visita de Mujica…“por razones humanitarias”).

En este cuadro general, una serie de hechos fueron sucediéndose.

El intento de Mujica de liberar “por cuestiones humanitarias de edad avanzada” a los represores detenidos; la resolución de la Suprema Corte de Justicia que decretó la inconstitucionalidad de la ley en algunos casos (aunque vale aclarar que para esta misma Suprema Corte de Justicia, ninguno de los asesinos alojados en Domingo Arena, cometió crímenes de lesa humanidad, sino “homicidios muy especialmente agravados”, los cuales “prescriben” a los diez años); y sobre todo, la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el “caso Gelman”, la cual estableció que “la Ley de Caducidad carece de efectos por su incompatibilidad con la Convención Americana y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, en cuanto puede impedir la investigación y eventual sanción de los responsables de graves violaciones de derechos humanos”.

Como consecuencia de todo ello, apareció el “proyecto interpretativo” de la Ley de Caducidad” (que al pretender “interpretarla” en realidad la deja formalmente vigente) que se quiso hacer pasar como el equivalente a una anulación.

Ya conocemos los cabildeos posteriores, el faltazo de Nin Novoa para que votara el suplemente, el voto negativo de Saravia y la renuncia de Fernández Huidobro después de votar “por disciplina”.
A renglón seguido vinieron los chantajes de Mujica, Astori y Vázquez para que no se votara la anulación de la ley con el argumento de que se hipotecaban “las chances electorales futuras del FA”.
Una indecencia mayúscula.

Finalmente, Mujica (pese a las resoluciones de dos Plenarios Nacionales del FA,) encontró el mecanismo para detener este proyecto de falsa anulación, que igualmente molestaba a los militares.

En combinación con ellos (según lo que reporta el propio presidente del Centro Militar), acordó que la salida adecuada era encontrar un legislador del FA que aceptara cumplir el papel de “rebelde” y no votara.

La comedia que siguió entre Mujica y un Semproni dispuesto a “inmolarse”, sirvió al objetivo de encontrar un “chivo expiatorio” a la bronca y el desasosiego de miles de frenteamplistas y, al mismo tiempo, salvar la responsabilidad del presidente y del conjunto de dirigentes que defienden a capa y espada la continuidad de la impunidad en aras de la “unidad nacional”.

El 18 de mayo en Las Piedras, (un día después de condecorar con la “Orden del Ejercito” a Sanguinetti, Lacalle, Batlle y Vázquez), Mujica volvió a insistir con “dar vuelta la página”. Sin titubeos, dijo:

“Sabemos que hay dolores ocultos, viejas que lloran por los huesos de sus hijos, mucho dolor e injusticia, pero no podemos trasladarles a las nuevas generaciones de militares nuestras frustraciones”. (La República, 19-5-2011)

Atrapado en la complicidad con los militares (a quienes se les adjudica, aprovechando el Bicentenario, una falsa “raíz artiguista”); comprometido por lo acordado por el Frente Amplio en el Pacto del Club Naval de 1984 (pacto que el Partido Comunista y el Partido Socialista defendieron contra otras fuerzas de izquierda que se opusieron); cómplice del maridaje entre las logias militares y algunos jefes tupamaros; el gobierno busca mantener lo esencial de la impunidad del terrorismo de Estado.
Así haya que “explorar nuevos caminos”

Es lo que termina de proponer, con su proverbial falta de decoro, Tabaré Vázquez: un “gran acuerdo político y social” para llegar a la “derogación” de la Ley de Impunidad. Atrás, obviamente, está aquella idea fracasada del “nunca más” el 18 de junio 2008. Es decir, desarticular la lucha de las organizaciones populares contra la impunidad y empezar un proceso de “reconciliación” con las Fuerzas Armadas.

Criminalización de la pobreza y la protesta social

El gobierno, la derecha, los medios, hacen de la “inseguridad” el tema prioritario.

Evidente: no se refieren a la inseguridad que genera el empleo precario y los bajos salarios.
Tampoco a la inseguridad de una pobreza de masas, esa que afecta a más de 600 mil uruguayos debido a que la prometida “redistribución de la riqueza” todavía está en lista de espera.

Ni a la inseguridad económica que obliga a cientos de miles de adolecentes y jóvenes a la deserción educativa.
En resumidas cuentas: la terrible inseguridad de tener las “necesidades básicas insatisfechas” no integra el lenguaje de la seguridad.

El gobierno, claro está, no puede reconocer que la “inseguridad ciudadana” se deba a una fractura social cada vez más dramática. Sería como reconocer la culpabilidad de su programa económico neoliberal y, al mismo tiempo, el fracaso de sus “políticas sociales”.

Por eso, hasta las consecuencias de la miseria social son reformuladas por el “progresismo”.
Para el Ministro del Interior, Eduardo Bonomi, la pobreza y la marginación social ya no pueden considerarse causas del “flagelo de la delincuencia”. Nada menos que un acto recordatorio del revolucionario Raúl Sendic (29-4-2011), el Ministro dio a conocer la teoría oficial sobre el problema:

“Del robo para comer se pasó a la rapiña y al copamiento para satisfacer la necesidad de consumo. Hoy lo robos no son producto de la pobreza, son producto de la sociedad consumista”. (El País, 2-5-2011)

O sea que para el gobierno, esas personas (sobre todo “jóvenes que ni trabajan ni estudian”) que no se avienen a venderse por un salario mínimo (para el caso que obtengan un empleo), son una nueva categoría de “inadaptado social”: el lumpen-consumista.

Cruel paradoja. En los años de lucha guerrillera el MLN destapaba los “ilícitos económicos” de la burguesía. Asaltaba bancos, casinos y camiones con mercaderías. Repartía ropa y comida en los barrios más pobres. Practicaba la expropiación de los expropiadores.

Hoy, desde la fuerzas policiales que dirige uno de los suyos, lanzan “operativos de saturación” (razzias) contra las periferias de la desesperación donde se anida el “riesgo social de los excluidos”. Las armas, esta vez, sirven para atacar la “feudalización“ del delito y consolidar la autoridad del Estado (capitalista) en las “zonas rojas”, donde habitan cientos de miles de personas empobrecidas que, por lo general, “no respetan la propiedad y los bienes de los otros”.

Las declaraciones de Bonomi son toda una fotografía. Mejor dicho: expresan los límites de un modelo de “combate a la pobreza” cuando se renuncia, incluso, a distribuir una pequeña porción de la torta.

Los destinatarios de la política represiva son, en lo inmediato, las más pobres.

A falta de una radicalización social y política; en la medida que las luchas sindicales son mantenidas, por la dirección del PIT-CNT, en el terreno defensivo; ante la dispersión de las fuerzas de izquierda clasista y revolucionaria; la amenaza central pasan a ser las “minorías malvivientes” o, como decía Marx, aquellos que rompen la monotonía de la sociedad burguesa: los criminales.

¿Y donde se reproducen estos sujetos enemigos de toda “convivencia ciudadana”?

En los “guetos delictivos” de los barrios miserables y en los “asentamientos irregulares”.

Donde, al decir de Martín Aguirre, editorialista de El País, se desarrolla una “favelización a la uruguaya”. Hacia allí -como reclaman el editorialista y sus amigos de la derecha- deben apuntar las baterías represivas del Estado.

Los últimos datos prueban la espantosa crisis social: 256.958 uruguayos y uruguayas sobreviven como pueden en los “asentamientos irregulares”, 5.000 más que en 2008.
El 56% está “colgado de la luz”, más del 30% no accede al agua potable y apenas un 14% tiene saneamiento. (Estudio de la ONG “Un Techo para mi país”, 2010)

En Montevideo (cifras de la Intendencia Municipal), el 12% de la población total se encuentra en esa condición. Mientras tanto, el famoso “Plan Juntos” (que se iba a aplicar en los primeros 100 días de gobierno) espera de la filantropía de empresarios y otros “donantes”, para construir apenas 30.000 viviendas.

Como lo afirmábamos en nuestra Declaración Política de abril 2011:

“Lejos del discurso hipócrita de una ‘reducción de las vulnerabilidades sociales”, asistimos a una consolidación de la pobreza. Y las consecuencias ‘colaterales’ de este verdadero proceso de ‘desafiliación social’ están a la vista: marginación, mendicidad, insalubridad, desnutrición, analfabetismo funcional, prostitución, drogadicción”.

Es en esta geografía socio-urbana de inaudita pobreza, de familias quebradas por el hambre, de falta de presente y de futuro, donde se sitúa (y se reproduce) la raíz fundamental del llamado “problema de la inseguridad” y el “fenómeno de la delincuencia”.

¿“País de primera” dijeron?

¿Cómo pueden vivir decorosamente estos cientos de miles de compatriotas?

¿Donde están sus derechos a una vivienda digna, a la cobertura de salud, a la formación educativa, a los servicios públicos, a un salario que les asegure las necesidades sociales básicas?

Frente a ese horizonte de miseria, derivado de la persistencia del núcleo duro de la desocupación, los bajos salarios y el empleo precario, reivindicamos con firmeza la necesidad urgente de luchar por un

¡Salario Mínimo Mensual de 20 mil pesos, equivalente a media canasta familiar!

Unos y otros -gobierno, blancos y colorados-, profesan la misma religión: sin represión no hay orden. Ni “buen clima de negocios”.

En eso consisten las políticas de criminalización de la pobreza, las cuáles se apoyan en una estratificación social cada vez más elitista. Lo vemos en la segmentación urbana: por un lado los “barrios buenos” y por otro lado los “barrios malos”.

En unos viven los “ciudadanos de bien” (por encima de cualquier pertenencia de clase), y en los otros aquellos que “roban por consumismo” y cometen “delitos contra la propiedad”.

Demás estaría decirlo:

toda política de criminalización de la pobreza se asienta en la impunidad del aparato represivo.

Y en la legitimidad del monopolio de la violencia por parte del Estado. Alcanzaría como muestra, recordar lo de la cárcel de Rocha: doce presos dejados morir a fuego lento.

Ningún jerarca policial sancionado. Por el contrario, el gobierno rechaza la demanda judicial de los familiares alegando que como estaban dormidos al desatarse el incendio “no sintieron dolor”.

Una inmoralidad pocas veces vista.

Para las “clases peligrosas” que viven en los márgenes del “mercado”, hasta la “Justicia” resulta una broma macabra. Basta con ver como se violan sistemáticamente los derechos humanos en las cárceles y comisarías.

Hay que recordar el informe del relator especial de la ONU contra la tortura, Manfred Nowack, quien describió a las cárceles uruguayas como entre “las peores del mundo”
¿Dónde está entonces la supuesta “rehabilitación del delincuente” de la que hablan las autoridades del gobierno?
Mientras tanto, el 65% de los 9.000 presos que hay en el país ¡no conoce el nombre del abogado de oficio designado para defenderlo!

Las políticas de criminalización de la pobreza tienen un carácter contrainsurgente, de disciplinamiento social. Se trata de instalar en el imaginario popular el sentido de “orden” para que “nada se desmadre”; que todo transcurra en el marco del “Estado de derecho”; que ninguna acción de los y las de abajo rompa la “paz social”.

Tiene, también, el sentido de una amenaza latente: la penalización de las luchas.
Sobre todo de aquellas que transgreden la “auto-regulación” de las demandas y se zafan de las “negociaciones tripartitas” que se imponen en la “mesa de diálogo social”.

En este contexto, cualquier intento de radicalización política y social será reprimido a través de distintos mecanismos “institucionales”: declaración de servicios esenciales” (como en el conflicto de Adeom); a través de los decretos que permiten a la policía desalojar centros de trabajo ocupados; o por vía de leyes que penan las ocupaciones de casas y terrenos.
Por otra parte, sobran los antecedentes de represión y hasta judicialización de luchadores sociales a lo largo de estos seis años de “progresismo”:

Los procesamientos por “sedición” a cuatro compañeros por la protesta en la Ciudad Vieja; la persecución y procesamientos a trabajadores municipales en el marco de la huelga de 2003; el desalojo de los trabajadores de Coprograf; el encarcelamiento por varios meses de un joven manifestante en las manifestaciones anti-Bush; los procesamientos y sanciones a estudiantes y docentes movilizados contra la ley de educación y en el liceo 62; las citaciones judiciales a militantes de la Plenaria Memoria y Justicia y del sindicato del Taxi por protestar dentro del Ministerio de Trabajo; el desalojo de los caddies en huelga del Club de Golf; la represión contra integrantes del UCRUS (clasificadores); las amenazas de muerte y el procesamiento de la compañera Irma Leites, referente de la lucha contra la impunidad; el desalojo de los trabajadores de Ta-Ta que ocupaban un local.

El mensaje desde el poder es clarísimo.
Las alteraciones de la “legalidad vigente” no se toleran. Ni la más mínima.

Ahí está para demostrarlo el caso de Ney Thedy Pintos, “peludo” de Bella Unión, camarada de Sendic en las marchas cañeras.

Desalojado de su tierra por la policía ha pedido del Instituto Nacional de Colonización (INC). ¿El delito? No poder pagar una deuda. Como para darle toda la razón al compañero José Rodas, presidente de UTAA (Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas):

“En el gobierno hay una montaña de ex compañeros que anduvieron peleando con Sendic y que ahora están traicionando sus principios.

¿De qué izquierda hablan estos bandidos y sinvergüenzas?

¿Qué cambio han hecho?

Sacan a la calle a un hombre viejo pero no les da el cuero para expropiar a los que hacen grandes negociados con la tierra.

Los asalariados rurales son los últimos orejones del tarro en lo que tiene que ver con condiciones de vida, salarios, educación social y salud”. (Entrevista en El Observador, 30-4-2011).

Mejor definición del gobierno imposible. Por encima de cualquier necesidad social de de los trabajadores y de las capas más empobrecidas, se alza el interés del capital y la “garantía jurídica” de la propiedad. Ante cualquier “desborde del orden”, se impone el “principio de autoridad” del Estado.

En este engranaje coercitivo de la dominación, la IMPUNIDAD del aparato represivo, de ayer y de hoy, juega un papel decisivo.

- Anulación inmediata de la Ley de Impunidad;

- Juicio y Castigo a los culpables de violaciones de derechos humanos, tanto en el periodo previo a la dictadura, durante la misma, y a los registrados en el periodo posterior;

- Desmantelamiento de todos los aparatos represivos y de espionaje;

- Eliminación de las FFAA, no tienen valor como servicio de defensa del país en caso de conflicto internacional y solo se explica su existencia como instrumento de contrainsurgencia;

- Indemnización a las familias de los presos asesinados en la cárcel de Rocha y castigo a los responsables policiales del crimen;

- Basta de torturas en el INAU. Desmantelamiento del sistema de encierro inhumano contra niños y adolescentes. Eliminación de los contenedores de lata en el INAU;

- No a la criminalización de la pobreza, ni de la protesta política y social;

- No a la baja de la edad de imputabilidad. Basta de persecución a los jóvenes;

- Despenalización del aborto. Por el derecho de las mujeres a decidir. Aborto libre y gratuito

MAYO DE 2011


COLECTIVO MILITANTE – COMUNA- MILITANTES GUEVARISTAS – PROUNIR



POSTA - postaporteñ@ nº 562 - 2011-05-31



"EMBRAGUE": primero mete la pata, y luego hace los cambios

Número 561 | MaYo 31 de 2011 | Año 6º



¡¡¡ Viv@n L@s Compañer@s!!!

por OLGUITA





Desde Mercedes-Soriano 25/5



Adiós a OLGA CARATTE, luchadora en décadas por los derechos humanos, por la vivienda cooperativa, por una sociedad sin clases sociales.

Hoy nos dejó físicamente, pero vivirá por siempre en cada lucha cotidiana y en cada sonrisa de un niño que nace hoy y que se merece una sociedad diferente, revolucionaria, donde los trabajadores sean dueños de su destino.

Con el ejemplo de Olguita, por la revolución internacionalista!!!

¡¡HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE!!


Las Nuestras :


Olga Caratte, Luchadora Incansable, Compañera Solidaria, Mujer Integra

El pasado 25 de mayo, a los 62 años, murió la compañera Olga Caratte.

Ella tomó la decisión. Con la misma convicción inquebrantable que transitó la vida.

Feminista contra la corriente. Militante de las causas proletarias. Activista de los movimientos sociales. Integró en los años `80 el Partido Socialista de los Trabajadores, posteriormente el Movimiento de Participación Popular, y en los años '90 la Corriente de Izquierda.

Participante convencida de todos los procesos de reagrupamiento de la izquierda revolucionaria.
El sectarismo estaba borrado de su horizonte político.

Rompió con el Frente Amplio cuando sus jefes cambiaron las banderas y se convirtieron al orden del capital.

Tuvo una larga trayectoria de lucha junto a los trabajadores de su querido departamento de Soriano. Acompañó el desarrollo del movimiento cooperativo en FUCVAM. Fue allí que junto a otras familias trabajó en la construcción de Covianalpa 4, en la ciudad de Mercedes. En la edición de hoy del diario Crónicas (Mercedes, 30-5-2011), se da cuenta de ello: "José Montero integrante de la Mesa Regional de Cooperativas de Soriano y de FUCVAM a nivel nacional tuvo una mención especial para Covianalpa 4, grupo éste que en las últimas horas perdió a una de sus grandes militantes, Olga Caratte."

Incansable luchadora por los derechos humanos y contra la impunidad del terrorismo de Estado. Impulsora decidida de la lucha y organización de las mujeres en sus reivindicaciones de género.

Militó activamente en la campaña contra la instalación de la pastera Botnia, estuvo en las diversas manifestaciones de denuncia realizadas en Soriano, Río Negro y Montevideo.

La conocimos en la lucha clandestina contra la dictadura, cuando se reorganizaba el movimiento popular.
La recordamos en uno de sus últimos viajes a Montevideo, el 1º de Mayo de 2010, cuando vino a acompañarnos en el acto organizado por la Tendencia Clasista y Combativa.

Las y los militantes de nuestro colectivo sentimos el inmenso dolor por la pérdida irreparable.

Luchadora incansable, compañera solidaria, mujer integra, la despedimos con un fuerte
¡Arriba los que luchan!

Colectivo Militante, 30 de mayo 2011


RIÑÓN- COL.Militante - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31




Plebiscito de Carne y Hueso:

SILENCIO HASTA ATURDIR




A casi diez días, el silencio majestuoso de la marcha del 20 de mayo sigue aturdiendo los oídos de la republica.

Más de cien mil personas se manifestaron por verdad y justicia. Silenciosamente.

No se quejaron de un parlamento inútil ni de una justicia invalida. Nadie aprovechó el borbollón para pedir aumento de salarios hasta igualar canasta básica, mucho menos… socialismo ya.

Nadie pedía utopías es decir que quienes se manifestaron no lo hicieron exigiendo caprichos proletarios imposibles de lograr bajo este gobierno; sino que marcharon por verdad y justicia.
Un pedido que no podría entrar en contradicción con las metas políticas blancas, coloradas o frentistas ya que apenas es una propuesta básica sobre la moral de una sociedad.

Si se quiere también fue un plebiscito de carne y hueso.

De democracia directa, no supuesta… No es necesaria la corte electoral para contar las voluntades presentes por verdad y justicia.
Tomen en cuenta los que viven a sueldo de la representación popular que: no hubo votos en contra.

Por otro lado escribo influenciado aun por la resaca de la”caducidad…” que no pudo ser ahogada en la bañera legislativa. “Nuestros” representantes decidían... Y luego de dar vueltas y vueltas por el salón de “los pasos perdidos” buscando argumentos, decidieron prolongarle la vida a la infame ley por 49 votos en contra y una abstención.

Un resultado que también, en el país de “cómo te digo esto te digo lo otro” puede leerse como cifra reversible, sin revés ni derecho… unisex.
Porque da lo mismo que se empiece o por la derecha o por la izquierda ya que: por 49 a favor y una abstención se decidió que ni la palabra justicia ni la palabra verdad integran (por ahora) el léxico del imaginario uruguayo. Hay quienes dicen que se decidió que no y otros que afirman que no se pudo decidir.

Sea como sea da lo mismo porque a igualdad de votos triunfa la injusticia.

Y la injusticia no triunfa sola por si misma sino que precisa apoyos, precisa miedos y sobre todo precisa la colaboración explicita y pública del gobierno.
Así y todo no alcanzaba…y como no alcanzaba precisó la cobardía activa de un diputado que se esconde en el baño para no votar a favor de la propuesta de justicia.

El diputado explica su abstención a la hora del voto… por problemas de conciencia.

¿Me entienden señores electores?...
no puedo votar a favor ya que perjudicaría a mi bancada y al frente amplio. Según el diputado 99, la conciencia se protege mejor en las cloacas.
A la hora de levantar la mano, se ausentó calladito y oportuno, rumbo al toilette y allí sí, puso su voto a pedido del presidente.

En la madrugada del 20 de mayo, a las 5.32…el diputado 99, no vota en contra, no vota a favor, se esconde en las letrinas del palacio “de las leyes” protegido por guardaespaldas.

No proponemos, pero estamos seguros que la tumba de este diputado será utilizada “in memorian” como letrina publica cada vez que los uruguayos queramos recordar su “hazaña” a favor de la justicia.


Pa’empezar “haremos justicia” meando su tumba.

No habían pasado doce horas cuando el parlamento quedó superado por la ciudadanía que en silencio seguía haciendo la misma propuesta de verdad y justicia, rechazada en la cámara de diputados.

A los silencios se fueron sumando más silencios y más y más y ya va en camino de romperle los tímpanos a la impunidad, a los torturadores y a la misma historia de este país.

Todos estas reflexiones están realizadas suponiendo que estamos bajo un gobierno del FA. No estamos

Después de la marcha y como no entendía la incongruencia entre el programa electoral y la conducta de algunos representantes del “frente progresista” pensé que sería bueno cotejar las famosas 30 Medidas de Gobierno con la actividad parlamentaria que lleva a delante el grupo cotidiana y metódicamente…

Por eso, para asegurarme que este frente amplio es quien dice ser, he tratado de comprobar su identidad actual con las huellas digitales de su fundación.

Estos datos sobre su identidad fueron obtenidos de su Partida de nacimiento el 25 de agosto de 1971. No coinciden.
No coinciden con los actuales

Las señas no coinciden y ya podemos adelantar la hipótesis de que nos cambiaron el bebé (presumiblemente mientras estaba en incubadora dictatorial)

Porque la partida de nacimiento del FA señala cuatro características básicas, reconocibles e inmodificables

A) Reforma agraria

B) Nacionalización de la banca privada

C) Nacionalización de los principales rubros del comercio exterior

D) Enérgica acción industrial del estado incluyendo la nacionalización de la industria frigorífica

Estas características identificadoras funcionan como marcadores y pilares del proceso transformador; es decir, serian como el grupo sanguíneo que no se puede cambiar y todos saben que con solo perder la mitad de ese compuesto vital, el organismo muere. Este organismo de color rosado aparentemente está vivo, por lo tanto no puede ser el mismo del 71.

Tampoco es asunto de que el organismo ha cumplido cuarenta años y de allí la imposibilidad de identificarlo con los retratos que guardamos de su niñez… No. No señor. No es un problema de envejecimiento y por eso no lo reconocemos,…porque el DNA seria el mismo.

Y si seguimos observando nos damos cuenta que los cromosomas no se parecen. Un análisis simple, a ojo nos lleva a determinar que las muestras pertenecen a especies diferentes.

En el mejor de los casos podría pensarse que las muestras que contrastamos con las originales son un producto hibrido entre blancos y colorados. Lo extraño es que este frente amplio al parecer posee un sistema inmunológico de inferior calidad a los partidos tradicionales. Un detalle que lo hace más proclive por ejemplo a los ataques de la impunidad cuartelera o de la celulosa transnacional entre otros agentes nocivos.

De acuerdo a las muestras que todos conocemos, la composición genética del organismo nacido en el 71 y bautizado como FA, difiere totalmente con el sujeto que ocupa el parlamento bajo el nombre de frente amplio.

Cualquiera que lea las 30 Medidas se da cuenta que los “genes” que componían cada una de esas medidas han sido modificados.

En biología eso resulta imposible por lo tanto la lógica nos lleva a suponer una sustitución de identidad seguramente con fines espurios de acceder a la herencia ideológicamente rica del FA. Herencia artiguista y popular. (Otro dato curioso y quizás relacionado con el robo de la herencia: en un giro más hacia lo irreal y absurdo…ahora los únicos artiguistas, son los integrantes de las FFAA)

Los autores de esta sustitución fraudulenta no podrían ser otros que los que hicieron lo mismo con cientos de niños en ambas orillas del Plata y del cono sur y con los mismos fines: impedir el acceso del pueblo al poder.

Por eso, además de ser imprescindible para la vida moral de la sociedad conocer la verdad sobre los desaparecidos; sería conveniente que los representantes y gobernantes del llamado frente amplio nos digan si saben quienes son realmente.

¿No sospechan que utilizan una identidad falsa?

¿Que es lo que quieren y defienden? Porque de las 30 Medidas históricas que identificaban al FA, no solo se han alejado sin aplicar una sola de ellas, sino que en la práctica hacen todo lo posible para qué nos olvidemos de ellas.

Evidentemente el frente amplio progresista nada tiene que ver con el FA de las 30 Medidas.

Es hora de empezar a descubrir las verdades que se le ocultan a esta sociedad y a partir de la verdad será posible construir la justicia…

Esta reivindicación por la verdad y la justicia ya forma parte de la identidad nacional y no va a desaparecer por un cambio generacional.

La dignidad de un silencio que crece y crece derribará la puerta de los cuarteles.

Seria mejor que las abrieran si no quieren que la onda expansiva de un silencio incontenible las derribe con paredes e integrantes incluidos.

Y por último, lo del comienzo:

No olvidarse que en la “marcha del silencio” el pedido de verdad y justicia se multiplicó por miles y miles: Que fue un plebiscito de carne y hueso. De democracia directa, no supuesta….

Un plebiscito que no puede ignorarse y que quienes viven a sueldo de la representación popular, sean los que sean, tienen la obligación de tomar en cuenta; un plebiscito que decidió sin votos en contra:
Silencio hasta aturdir.

Por verdad y justicia. Hasta aturdir....Hasta aturdir

jaime g - - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31



EL FASCISMO CRIOLLO-HISPANOAMERICANO YA NO

PODRÁ HACER SU "AGOSTO"

ASÍ NOMÁS...





LOS HUEVOS CAEN FRESCOS, PODRIDOS Y HASTA BIEN FRITOS,

SOBRE LOS “POETAS DE LA FALANGE”


“Hablaremos, como dijera en uno de sus poemas Agustín de Foxá*, desde el “alfabeto de nuestras banderas”, aun a riesgo de que como les ocurriera a los poetas de la Falange, en su gira por Hispanoamérica, nos tiren huevos, porque confiamos en que el lector, ávido de información y con espíritu crítico constructivo, como ocurriera en Paraguay a dichos intelectuales, nos los tirare frescos”.

* Conde de Foxá y marqués de Armendáriz, (Madrid, 28 de febrero de 1906-30 de junio de 1959), escritor, periodista y diplomático español de irrecuperable ideología falangista-fascista.

La cita entrecomillada es parte del “¿Quiénes somos?” con que se presenta en la “sociedad virtual” la publicación de la “Agencia Nacional de Noticias Hispanoamérica”, organización neo-falangista nada virtual con sede central en España, muy activa y muy generosamente financiada por mega corporaciones multinacionales altamente comprometidas con los intereses imperiales a escala intercontinental. Anticomunista y anti obrero de alma, el sitio se nutre del aporte militante internacional de columnistas de la talla “moral” del que citamos a continuación, un pequeño personaje de la farándula fascista vernácula que de tanto jetear y jetear con sus veleidades de ingenioso intelectualoide post dictadura 1972/1985, se ha ganado un merecido sitial de “renombre” en la sublime carrera de simple torturador jubilado convertido ahora en locuaz adoctrinador de las nuevas generaciones represivas de la “Banda Oriental”.

Es cierto que hay que disponer de un buen aparato vesicular y un hígado muy resistente para introducirnos en el cavernícola palabrerío trascripto, pero vale la pena prestarle atención, porque nos abre bien los ojos como para corroborar que aquí también la defensa de los torturadores y asesinos del pueblo oriental, no es ni casual ni espontánea, sino que la misma es encarada concienzuda y organizadamente, como parte del rol asignado por la clase dominante a sujetos que no son tan sólo ejecutores pasivos de sus designios maquiavélicos.

Lo que se lee, demuestra claramente –más allá de subterfugios, eufemismos y citas pseudo filosóficas que ni el mismo Cantinflas hubiese podido improvisar- que las cúpulas militares del “proceso” asumen ese rol de guardaespaldas y sicarios activos del capitalismo, plenamente concientes de su corresponsabilidad en la ejecución de los más brutales delitos de lesa humanidad de los que hoy se los pretende desvincular manteniendo la Ley de Impunidad y acogiéndolos a una prescriptibilidad que de hecho nos convertiría a todos en verdaderos encubridores de una delincuencia frente a la cual la delincuencia del “rastrillo” que hoy produce la paranoia mediática de Canal 4 y compañía, es un verdadero juego de niños.

Para Uds., la palabra del coronel (r) Luis Agosto (Secretario General, Unidad Nacional, Partido Nacional), el mismo que para contribuir al mantenimiento de la Ley de Impunidad, se confiesa hoy culpable no de torturas, sino de “apremios”, por no haber empleado en su valiente labor “patriótica”, la picana eléctrica, sino otras “técnicas” más económicas y artesanales, que significaron la muerte temprana y estragos físico-psicológicos de por vida, en muchísima gente cuyo principal “delito” fue el de enfrentarse a la impunidad capitalista antes de que ésta tuviera su propia Ley de Caducidad, hoy ya muerta aunque aún sin cristiana sepultura, como sin duda la tendrá gracias a la dignidad combativa de un pueblo para el que el “agosto” del fascismo “criollo-hispanoamericano”, ya no podrá seguir vendiendo buzones ni obeliscos así nomás...

Todo lo que sigue, entrecomillado, y para ir llevando:

** Cartas a la Redacción de “Agencia Nacional de Noticias Hispanoamérica” (publicado a principios de 2011)

“Señor Director de Agencia Nacional de Noticias Hispanoamérica:

De mi consideración:

Remito a ese importante medio de difusión el siguiente comunicado, que hago público sobre asuntos de álgida actualidad uruguaya pero que reflejan una realidad que viven todas las naciones de nuestro Hemisferio. Para el lector de otros países, se trata de la acción de la partidocracia local de eliminar irregularmente normas de pacificación nacional refrendadas por dos actos plebiscitarios por nuestra población.

Saludo a ustedes como probados exponentes de la genuina libertad y veracidad informativa.

Coronel (r) Luis María Agosto Bessonart, Montevideo

A la hora del llamado a responsabilidades por una inestabilidad institucional sin perspectivas de amainar, dos personalidades o personajes merecerán recordarse como los que más eficientemente están desalojando al Derecho del debate sobre la Ley de Caducidad.
Uno, el Ministro Almagro, que intenta persuadir a la población de la inevitabilidad de acomodar nuestros instrumentos legales, constitucionales y supraconstitucionales de derecho interno, en que se basa la independencia --real y no sólo formal-- de nuestro Estado, a una soberanía supranacional no electa ni consentida por nuestro pueblo. Pueblo que se dio una constitución que eligió el término “jamás” (sic) para proclamar lo contrario, es decir que los orientales no debemos abdicar de nuestro derecho-deber de mandar en nuestra tierra.

Concibo el internacionalismo como ideología, plataforma o utopía de ciertos pensadores o partidos, pero repruebo que desde un cargo público expectable se intente vestir de dignidad jurídica esa vocación personal o partidista de “desalambrar” las fronteras de nuestro territorio nacional. Más sincero era Julio Herrera y Obes cuando confesaba quejumbroso que se sentía “como gerente local de una empresa con casa central en Londres”.

La segunda figura de no envidiable nombradía es el académico Martín Risso, cuya mediática “solución” al dilema de cómo emascular los pronunciamientos populares la describió con admirable exactitud Korzeniak como “ingeniosa”. Y por cierto lo es, ya que ultrapasando Risso la ingénita vocación cesarista del Frente Amplio, que apenas si osaba superponer la ley ordinaria a los instrumentos de democracia directa, aconseja, Risso, que la triste faena de “derogar” el mandato popular (ese que “se equivoca” cuando no coincide con el programa de mi partido) la cumpla, no el legislador… sino el Poder Ejecutivo.


Que tan pobres ideas y penumbrosas actitudes sean el terreno en que se debate cuestión tan fundamental como aquella de que dependen la estabilidad y la paz pública, me impide hacer más que mencionarlas, dada su insolvencia. Y si las menciono es sólo en honor a nuestro pueblo, para que conste que no es éste, sino algunos que abusan de su jerarquía gubernativa o académica, el que promueve tan inconvenientes cambios político-jurídicos.
El pueblo no se equivocó; sin vacilar se pronunció, y ante su presencia soberana no ceden quienes deberían hacerlo, en lugar de negarle acatamiento, pues ese pueblo los ha agraciado con su confianza y con los halagos del poder que disfrutan.


Igualmente importante –y no he visto que en ello hayan reparado aún quienes critican estas tentativas antijurídicas— es que en el escenario al que el oficialismo y una oposición sólo nominal han llevado al país, la existencia misma del poder político está comprometida. No hay en esto exageración, sino definición: la Política es la concreción del interés general, del bien común.

Ella concierta y equilibra los bienes privados de los grupos y de las personas, la constructiva relación entre las clases sociales, entre lo temporal y lo espiritual. Así lo enseñó Aristóteles a todas las edades, pueblos y estirpes, porque pertenece a la naturaleza humana, y ésta resiste, invariable en lo sustancial, a la usura de los tiempos, las costumbres, los estilos.

Lo decimos porque no es política, sino sectarismo –su antítesis—el abusar como hoy se abusa del Derecho para segregar y estigmatizar a la institución militar so pretexto hipócrita de sancionar conductas individuales con instrumentos cuya sola audaz invocación genera legítimas sospechas sobre la validez de los móviles (piénsese tan solo en esa invención diestra de los criminólogos cubanos que Korzeniak bautizaría de “ingeniosa”: la “autopsia psicológica” arte mediúmnico que se ha abierto paso a codazos de baja política en un derecho penal uruguayo que ha dado nobles y auténticos penalistas.


A la absurdocracia, opongamos la voz del sentido común: “Que el Estado no esté dividido y no correrá riesgo de perecer, que los cuerpos sociales naturales [como el Ejército, agrego, LMAB] no sean pisoteados ni desechados por el Estado…y el bien público se incrementará por ese mismo impulso” (Maurras, “Le Bienheureux Pie X, Sauveur de la France” Plon, Paris, 1953).
Todo depende y pivota sobre un factor: que sea eso –el bien común-- lo que se pretenda, y no exactamente lo contrario.

** Cartas a la Redacción (Montevideo, 23 de mayo de 2010):

Sr. Director de AGENCIA NACIONAL DE NOTICIAS HISPANOAMÉRICA:

Adjunto reflexiones que aunque originadas en mi evaluación de la situación de mi país, creo pueden reflejar un problema colectivo de nuestra Hispanoamérica.

Saludo a usted muy atentamente, Coronel (r) Luis María Agosto Bessonart

Señor Director:

¿VIVIMOS EN UN ESTADO DE DERECHO?

La pregunta no es ociosa como un confortable status quo mental pudiera sugerirlo, y como las ciencias sociales exigen una incesante verificación de sus leyes ante el tribunal de la Realidad, invitamos a las organizaciones cívicas, gremiales, religiosas, culturales que no hayan renunciado a pensar para no parecer asociales, a discutir serenamente tan espinosa cuestión.

Para tantos temas insípidos se invita a eso que llaman “un gran debate nacional”, que me siento legitimado para promover una reflexión sobre la cuestión –esta sí transcendental-- de si en el Uruguay de hoy, el Derecho sólo sobrevive en la atmósfera de incubadora de los códigos, alimentados hasta la obesidad por políticos que sueñan con ver inmortalizado su nombre en la ilustre compañía de Eduardo Acevedo, Gonzalo Ramírez, Espalter y demás codificadores vernáculos (cuyas luces y buen uso del idioma –admitámoslo—superaban los de los audaces legiferantes hodiernos).

¿Vivimos, pues, en un Estado de Derecho? Los síntomas no son alentadores. Los siguientes son un puñado de ejemplos de una lista que podría ampliarse indefinidamente.

Primero, la rendición incondicional del Estado frente a la delincuencia.

Es un hecho irrefragable que el sistema político está contumacialmente omiso en el cumplimiento de su obligación constitucional de proteger la vida de los habitantes de la República. Ahora bien, como enseña Bidart Campos, Estado ineficiente = Estado ilegítimo. Destitución, y responsabilidad civil, administrativa y penal de los jerarcas omisos son las respuestas, las cuales están escandalosamente ausentes.

¿Son, las que menciono, medidas extremas?

No: son mandatos constitucionales. ¿Reacción desmesurada, pasional? Pregúntese a las familias de los trabajadores asesinados en la tétrica rutina diaria ante la cual los hombres del sistema declaran estar –ah-- “preocupados”, o injurian a los pobres atribuyendo la criminalidad a la pobreza, como si el delito fuera monopolio de la clase menos pudiente.

Segundo, desnaturalización de la ley. La ley es, por definición, norma general, lo cual garantiza la adhesión voluntaria de los gobernados a su mandato, convencidos por ello, sin necesidad de coacción externa (que sería imposible si las mayorías sociales fueran infractoras) de que si se les recortan ciertos derechos es en aras del bien común, y no por arbitrariedad o interés personal de los que mandan.

Ahora bien, según la mitología esópica del Estado progresista, el fondo común de los gobiernos que lo precedieron fue la entrega del país a la alta finanza internacional. Pero he aquí que lo típico del sistema que supuestamente nos ha liberado de esa ignominiosa servidumbre económica, no ha sido amparar a los desprotegidos, aumentar el salario real (como señaló una agrupación nacionalista, el 15% de los trabajadores sobreviven con $5.000 mensuales), crear vivienda, amparar y no matar la producción granjera, abrir fábricas y promover el ahorro y la inversión local, y, en suma, suturar de una vez las famosas “venas abiertas”, sino una paroxística tendencia a la entrega de la soberanía económica del país, con extremos delirantes de “reprogramación” (perpetuación) de deudas a las que nunca llegó ningún gobierno que los precediera.

Genuflexión ante la usura que pareciera voluntario afán progresista de dar razón a Ezra Pound en cada uno de los versos de su Canto XLV, y diestro también en ponerse, como internacionalistas que son sus titulares, en las antípodas del Gral. Artigas, que se honraba en “no ser verdugo” de sus compatriotas.

Lo cual crea también a nuestros mitólogos alguna dificultad para que nos proclamemos Estado de Derecho, como que la Constitución manda que el Uruguay no sea patrimonio de ningún poder extranjero.

Leyes fundamentales, en suma, que en el sistema que nos rige han perdido generalidad, es decir calidad de leyes, como que se aplican según el dictado de las ideologías, con gravísimo riesgo de perturbación social por desobediencia colectiva.

Tercero, interpretación subjetiva, cuestionable, de las leyes por parte de la judicatura, último reducto de la legalidad frente a los abusos y negligencias de los demás poderes, según el conocido dogma del liberalismo político.

Particularmente en la órbita penal, impar custodio de la paz pública, la libertad y bienes que hacen la diferencia entre derecho o sumisión injusta, se da una invasión impropia de atribuciones legislativas por ciertos jueces.

La evaluación de lo que debe entenderse por “alarma social” es elocuente: ¿por qué hay alarma social –que obliga a procesar con prisión—en el caso de un ciudadano al que se imputa legítima defensa excesiva al ser rapiñado por enésima vez, y no hay alarma social cuando se paraliza un expediente penal para contemplar el turístico abandono del país por la Sra. María Julia Muñoz, testigo clave de una investigación judicial?

¿Tan embotada se juzga la conciencia pública que ve como intrascendente un caso de atraco a las arcas públicas hipotéticamente perpetrado por altos jerarcas oficiales? ¿Por qué no se aplicó a la Sra. Muñoz, el cierre de fronteras que –como corresponde— se impone a todo moroso en el pago de pensiones alimenticias cuando pretende abandonar el territorio nacional?

¿No consideró el juez actuante que la inexplicable excepción quebranta la confianza pública en la judicatura, con todas sus ominosas secuelas –justamente—para el Estado de Derecho?

Tenemos que formularnos estas preguntas sin prejuzgar sobre las respuestas, pero exigiendo, en nombre de la población, las respuestas que –sorprendente realidad—no reclama una oposición que falta a su obligación elemental de controlar.

Cuarto: constante violación de principios jurídicos supraconstitucionales, con entronización reptante del totalitarismo de Estado.

Basado en la mutilación del Derecho que ve en él exclusivamente el que ha cumplido los ritos formales de sanción, sin que importe un ardite la aberración que pueda encerrar su texto –atentando así contra las esencias de nuestra personalidad colectiva, que no nació de la indiferencia ética de doctores, sino de la doctrina de entrega total, a vida o muerte, de los gauchos, en cumplimiento de la norma eterna— nuestro Estado ¿de Derecho? expropia el derecho de los padres de orientar la educación de sus hijos, somete a estos al dogma oficial del agnosticismo, y avanza en la legalización del “derecho” del Estado-dios de determinar qué vidas no son “socialmente útiles” y es lícito suprimir.

Y es que Rousseau –la historia lo demuestra—acaba fatalmente en Hobbes.

Por todas las inquietantes consideraciones que anteceden, me parece vital ahondar el tema y no dar por sentada la vigencia de un Estado de Derecho que sólo podrá mantenerse con una celosa vigilia de las personas responsables.
Si el Uruguay no es ya la Suiza de América, si su seleccionado no es tan diestro como el de Maracaná, y si el Estado de Derecho que nos dio justo prestigio internacional sólo sobrevive en la denominación y el mito, más vale que reconozcamos el mal. Para curarlo.

Coronel (r) Luis María Agosto Bessonart - C.I. Nº 1.064.485-4, Secretario General, Unidad Nacional, Partido Nacional, Guayaquil 3378/801/Montevideo/Tel. 27081072.-“

Montevideo, mayo de 2011

GABRIEL CARBAJALES - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31



UNA NUEVA TEORÍA

DEL IMPERIALISMO



Coincido una vez más con Jorge Maiki (Nº 555, mayo 21) en que otros temas demandan nuestra atención. Continuar nuestra polémica sobre aspectos de la retrospectiva histórica de la teoría leninista del imperialismo, cuando estamos de acuerdo en casi todo lo central de la lucha política contra el imperialismo hoy, no es lo más productivo.

Por lo tanto, aunque creo que hay temas importantes que quedaron en el tintero, haré yo también un alto provisorio en esta discusión. Ya habrá tiempo para todo eso.

No quiero sin embargo abandonar el tema sin señalar algo que puede interesar a los lectores. Dos artículos muy recientes de Claudio Katz que van de lleno al tema, han sido publicados en Internet en los últimos días, incluso después de iniciada nuestra discusión.

Estos son:

LA TEORÍA CLÁSICA DEL IMPERIALISMO

http://www.lahaine.org/b2-img11/katz_teoria1.pdf

EL IMPERIALISMO CONTEMPORÁNEO

http://www.lahaine.org/b2-img11/katz_impcont.pdf

En mi opinión Claudio Katz es un teórico marxista muy solvente, uno de los más destacados y prestigiosos. Eso no quiere decir que yo, que no soy ninguna de esas cosas, esté en un todo de acuerdo con sus posiciones. Incluso con algunas cosas que plantean estos dos artículos tengo diferencias.

Pero sus análisis son sin duda un punto de referencia obligado.

Estos dos artículos se refieren estrictamente a la teoría leninista del imperialismo, a su relativa obsolescencia, y a la necesidad de actualizar nuestra comprensión del capitalismo actual no limitándonos a lo que él llama (y comparto) una repetición ritual de los viejos textos.

Katz no entra aquí en el punto específico a los que me referí en mis notas sobre este tema, es decir, la posibilidad o no de procesos de nacionalismo burgués en la periferia capitalista y su carácter progresivo o no desde el punto de vista de la revolución socialista.

Pienso, sinceramente, que Katz no toca ese tema porque da por hecho que es un pensamiento ya totalmente descartado, y ni siquiera se detiene a considerarlo porque no vale la pena.

Pero es muy importante su análisis general sobre el problema del imperialismo, las diferencias entre la etapa que vivió Lenin y la nuestra, mostrando la complejidad de las polémicas entre los distintos teóricos revolucionarios que nos precedieron, desmintiendo la idea de una teoría infalible que pueda seguir vigente hasta hoy sin cambios.

Quiero compartir esta frase:

"El análisis del imperialismo contemporáneo requiere superar la simple repetición de la teoría tradicional y la asignación de vigencia infinita a una etapa específica de principio del siglo XX".

Pero también quiero agregar un punto.

Si no tiene sentido la repetición ritual de la teoría clásica del imperialismo, aun menos sentido tiene hoy la repetición ritual de las FÓRMULAS POLÍTICAS de aquel tiempo, que la realidad demostró que resultaron equivocadas AUN PARA AQUEL TIEMPO y que mucho más equivocadas lo son hoy.

Como dijimos, ya habrá tiempo.

FERNANDO MOYANO - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31

LA TIERRA, LOS IMPUESTOS

Y YO


W.Yohai (miembro de la Red de Economistas de Izquierda del Uruguay)

26 de mayo de 2011

Corría el año 2003; el autor de estas líneas y un querido amigo y técnico recorrían el país en busca de un campo para arrendar.
Vieron no menos de 20 estancias en gran parte de los departamentos del país.
Casi ninguna se arrendaba completa.
El campo más barato que les fue ofrecido era una estancia sin instalaciones, con una vivienda precaria como única mejora, prácticamente sin divisiones internas, donde no llegaba la señal de telefonía celular ni la energía eléctrica, y con unos accesos diabólicos.

El precio 13 dólares por hectárea y por año.
Campo seguramente de los peores del país, cerros, monte natural intrincado, y, por supuesto, garrapata, con la resultante necesidad de bañar al ganado varias veces por año.

En las recorridas nos encontrábamos periódicamente con grupos de estancieros más o menos fundidos enarbolando la insólita consigna “rentabilidad o muerte”.
Ni “patria o muerte”, ni “libertad o muerte”...toda una una escala de valores al desnudo.

Pero el hecho de que la demanda de campos para arrendar superara ampliamente la oferta implicaba, sin lugar a la menor duda, que había en efecto rentabilidad.

O sea, si alguien estaba dispuesto a pagar una cifra de dinero significativa por arrendar algo es porque, salvando algún caso insólito de un capitalista tan generoso como para regalarle su dinero al dueño de un campo, evidentemente el “estudio de situación” enseñaba a los capitalistas futuros arrendatarios que, además de la renta obtendrían una ganancia para ellos después de la inversión que implicaba, además de la renta, la compra de ganado, mejoras imprescindibles a los campos y el trabajo de administrar los mismos.

Simple lógica burguesa, diría uno.

Ya para aquellos años el “adelantado” Correa, el brasilero dueño de una importante empresa fabricante de bienes de amplio consumo había adquirido más de 100 mil hectáreas de suelo nacional a precios de regalo.

Descubrimos, por esos tiempos, que el campo no pagaba impuesto de primaria, tal cual lo hacían las viviendas, incluso modestas en las ciudades.
Y que tampoco pagaba impuesto al patrimonio, como si lo hacía (bueno, por lo menos debía hacerlo) cualquiera que tuviera como patrimonio una casa más o menos buena, un auto y alguna casa en balneario.

Correa, por ejemplo, no pagaba ninguno de estos impuestos.

Tuvimos a este respecto una discusión abortada con el que después sería ministro de ganadería, el ingeniero Agazzi.
Que sostenía, de acuerdo a los versos que contaban los antesalistas (nos repugna un poco usar el término de origen inglés “lobbysta”) del siempre llorón “sector agropecuario”, que “una familia dueña de 2.000 hectáreas en el Norte obtenía apenas 16.000 pesos por mes”.

En aquel entonces eso equivalía a unos 6 a 7 mil dólares al año. Y sin embargo, después de nuestra amplia recorrida por el país estábamos en condiciones de afirmar, con amplio conocimiento de causa, que si esa “familia” (nótese el uso del lenguaje y su trasfondo ideológico, 2000 hectáreas constituía en el léxico de la izquierda tradicional un “latifundio”, y su propietario era un “latifundista” o “estanciero”) arrendaba el campo obtendría, siendo este realmente muy malo, no menos de 30 mil dólares al año. Y esto sin explotarlo, simplemente rascándose la panza.

Nuestra disposición a “pensar bien” de los compañeros nos inducía, entonces, a suponer que estaban simplemente equivocados.

Pero cada vez que intentábamos discutir el tema nos topábamos con una verdadera “muralla china”. Y claro, a medida que el tiempo pasó nos dimos cuenta de que algo “olía muy mal en el MPP”.
Y que se estaba produciendo, o, más aún, ya se había producido una alianza férrea entre los estancieros de este país y el MPP comandado por el entonces senador José Mujica.

Ya en aquella época propusimos a todo el que quiso oírnos que una primera medida para restablecer en algo la justicia tributaria en el país era, precisamente, que “el campo” volviera a pagar, como cualquier hijo de vecino, los impuestos de primaria y patrimonio.

Como es de pública notoriedad, no tuvimos suerte.

Pasó el tiempo, el frente amplio accedió al gobierno.....y en setiembre de 2005 el semanario “crónicas económicas” publicó una entrevista al entonces presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y connotado “familia” o sea, estanciero-latifundista, Fernando Matos en la cual éste afirmó: “Mujica es un aliado nuestro”.

Para mí, éste fue el fin de cualquier duda. Mujica, y el MPP, y el MLN se habían transformado en aliados de la oligarquía vacuna.

Pasa el tiempo, el “Pepe”, el que decía poco antes de las elecciones de 2004 que “llegamos al gobierno y yo me voy para la chacra” está en la Presidencia de la República.

En el ínterin este humilde escriba fue desarrollando una teoría sobre los impuestos a la tierra.
Después de proponer, con éxito nulo, que se gravara con un par de impuestos realmente menores al sector, propuso que se creara un impuesto similar al viejo (de 1967, época de Pacheco) impuesto a la producción mínima exigible (IMPROME).

Y cuanto más estudiábamos el tema más comprendíamos la sabiduría de aquel impuesto, que había logrado, en pocos años la mayor incorporación de tierra; 250 mil hectáreas, al patrimonio del Instituto Nacional de Colonización.

Nos orientó en este proceso el fallecido y gran amigo Ing. Agrónomo Ricardo Cayssials. Comprendimos también la importancia de la renta de la tierra y de las rentas en general como factores retardatarios del desarrollo capitalista en cuanto se permitiera que fueran apropiadas por un reducido sector de la sociedad.

En efecto, el proceso de transformación que ha cruzado el campo uruguayo en los últimos 10 años se ha caracterizado precisamente por la concentración y extranjerización de la propiedad de la tierra.

Y no solo de ésta, también la producción se ha concentrado. Un auge y una bonanza extraordinarios son visibles cuando uno recorre el interior del país.

Grandes máquinas, vehículos de lujo, cascos de estancias remozadas, y en los pueblos y ciudades más en contacto con la producción agropecuaria se observa el mismo fenómeno que superficialmente puede inducir a creer en una riqueza distribuida.
No es así.

En lo esencial, tanto en el campo como en la ciudad los frutos de tales despliegues en lo esencial son privativos de muy poca gente, tal vez no más del 20% de la población.

Pero la verdad detrás de todo esto es que esencialmente LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA, TAL COMO LO MUESTRAN LOS NÚMEROS DE LAS CUENTAS NACIONALES QUE PUBLICA EL BANCO CENTRAL, ESTÁ ESTANCADA.
Si, estancada, tal como lo estaba cuando los jóvenes de los años 60 pedíamos a gritos (y también a tiros) una reforma agraria.

O como cuando lo hacía en marzo de 1971 el general Seregni en el discurso fundacional del frente amplio.

La actual bonanza se debe, única y exclusivamente a los elevados precios de los commodities de exportación. Productos que se exportan, además, en su inmensa mayoría sin agregado de valor o con un nivel mínimo de procesamiento.

Por todo lo anterior es sorprendente que, así nomás, de la nada, el Presidente de la República salga, muy suelto de cuerpo él, a afirmar que instalará un impuesto progresivo a la propiedad de la tierra.

Lo han precedido unas declaraciones de un hombre que dicen que es de su confianza, el economista Frugoni que preside la OPP.

¿Deberíamos alegrarnos?

Claro,...pero...

Éste es el mismo personaje que ya dos veces les prometió a los burgueses de toda laya, nacionales y extranjeros que no habrá cambios significativos en el sistema tributario.

Después de su gráfico “no les vamos a doblar el lomo con impuestos”, ahora viene a proponer un “impuestito” para que, quienes tanto se han beneficiado (¿habrá leído “la torta y las migajas” el último libro de REDIU donde se demuestra que los terratenientes de más de 200 hectáreas se enriquecieron en más de 31 mil millones de dólares entre 2003 y 2010?) paguen “unos pesitos más”.

Específicamente quienes tienen más de 2000 hectáreas. Y quienes tienen más de 100.000 (tanto y tanto ha avanzado la “contra reforma agraria” en estos años) “algo más”.

Las citas no son textuales. Y en uno de los parlamentos, siempre informales que ha producido al respecto los últimos dos días ha incluso precisado “3 o 4 dólares más”.

Tratando de enfocar toda esta historia científicamente vemos dos posibilidades:

1) que el Presidente realmente esté pensando en poner algún impuesto modesto por sus alcances recaudatorios, casi insignificante a los latifundios.

2) Que todo sea nada más que una maniobra de distracción hacia sectores descontentos del partido de gobierno.

En efecto, demuestra la historia de los últimos años que la gente tiene memoria corta y fragmentaria. Cuando se habla repetidamente de algún tema, en especial propuestas de cambios en políticas, la mayoría se queda con la idea de que las mismas se han llevado a cabo, aunque éste no sea el caso.

Si lo que está sucediendo es esto, es claro que nada va a suceder.

Pero si la verdad es la primera opción, entonces llama poderosamente la atención, aunque no sea nueva en él, la forma en que el presidente presenta su idea “en sociedad”.

Es claro: están en contra, por supuesto, los terratenientes. Y ya han salido estentóreamente a proclamarlo.
Y, también muy previsiblemente, está en contra y anuncia que no votará una ley en ese sentido un extenso sector del partido de gobierno, además, seguramente, los parlamentarios blancos y colorados.

En suma: el presidente no ha movido un solo dedo para que un proyecto de esta índole parta con el único apoyo que podría tener: el del pueblo.

Y no podemos suponer que ignore que, sin un gran apoyo masivo es imposible que un proyecto de esta índole salga adelante.
El panorama político del país es demasiado claro al respecto.

No nos queda otro camino, por tanto, que pensar que la variante 2 es la única certera; o sea, se trata de una nueva maniobra de distracción para que algunos cientos de militantes piensen que “el Pepe quiere pero no lo dejan” y se termine de convencer de las reales intenciones del personaje.

Y también, en afán científico, no descartamos que al final se termine aprobando alguna imposición de ínfima significación cuantitativa con el fin de “llenar el ojo”.

La vida dirá.

WILLIAM YOHAI (Rediu) - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31