miércoles, 12 de marzo de 2014

1128 * El vino y la riqueza cambian al hombre más sobrio

Número 1128 | marzo 8 de 2014 | Año IX

Chavista o Bolivariano

CUESTIONES DE PALABRAS Y 

CUESTIONES DE HECHOS

En nuestra discusión sobre el actual proceso de Venezuela, sus antecedentes, 
significado, causas de la crisis, perspectivas, y estrategia revolucionaria en esto, parece que cometí un delito: llamar “chavismo” a lo que debe llamarse “proceso 
bolivariano”
La discusión sobre palabras puede ser fastidiosa, pero no siempre es inútil.
 Lo que hay que hacer es darle la dimensión debida.
Si cometí un delito en esto, al menos puedo recurrir a un atenuante. Alegar que
 estoy bajo los efectos de una enfermedad que padezco, una alergia. Sufro de 
alergia aguda a los cultos a la personalidad. Haber usado la denominación
 “chavismo” da cuenta de mi malestar ante ese culto.
Espero que nadie me venga a negar (y los lúcidos y avanzados compañeros que discuten acá, menos que nadie) que el chavismo ES un culto a la personalidad. Ni que los 
cultos a la personalidad son indicadores de atraso político. Pero no solo eso,
 también son instrumento de mistificación para obstaculizar la superación de 
ese atraso. Las iglesias y los santos sirven de coartada al poder burocrático 
de los sacerdotes.
Cuando la muerte de Chávez intenté explicar eso a contrapelo del clima de ese
 momento, en una nota llamada “La marea roja”publicada en PP 928 12/03/13, 
y también en SURda.se (1)
Los hombres mueren. Un día antes o un día después, en una ciudad o en otra,
 con un diagnóstico médico o sin él, pero los hombres mueren, no hay verdad 
más absoluta. Quien busque revoluciones dirigidas por inmortales no está pensando en cosas humanas
Tampoco me trago ningún culto a la personalidad, y aquí lo hay. Es una lástima que de eso ni siquiera se hable, o no se vea como un problema, aun entre gente de 
mentalidad avanzada. Pero por mi parte no me sumo, y con no sumarme me 
alcanza. En este caso, si bien es un problema, no tiene las consecuencias de otros casos, aquí no fusilaron a nadie. Un culto desagradable pero inocuo, y el mal que ya no hizo ahora no lo hará”.
Y después seguí hablando precisamente del “bonapartismo” como categoría del análisis político. No es un insulto, es eso, una categoría del análisis político. 
Cuesta creer lo difícil que es encarar una simple discusión sobre conceptos.

Más interesante resulta ver por qué la necesidad de esa OTRA palabra, “bolivariano”. De qué da cuenta, por qué se recurre a ella.

Partiremos de esta explicación de Marx.

La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal. Así, Lutero se disfrazó de apóstol Pablo... “ y siguen una serie de ejemplos de ese fenómeno. “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” (hablandode bonapartismo).

Proceso bolivariano”
Marx se haría un festín con este “bonapartismo al cuadrado”.
 Un militar bonapartista, Chávez, que se “disfraza” con el “ropaje” de otro militar bonapartista, Bolívar.
Pero hasta a Marx le llamaría la atención que en este caso las cosas puedan ser al revés, que sea el disfrazado el que inviste al muerto de quien toma el disfraz con una venerabilidad que este no tiene. Por eso me opongo a esta falsificación histórica, porque nos oprime como una pesadilla

¡Artigas era socialista! ¡Bolívar era antiimperialista! 
¡Estamos peleando por una “segunda” independencia!

Además del anacronismo absurdo, hay razones muy concretas para rechazar 
semejante ropaje
Ese anacronismo consiste en homologar los conflictos sociales de dos épocas 
totalmente diferentes, y por lo tanto ahí sí meter con fórcepsel drama de hoy en la farsa de ayer(lo de Marx pero al revés). (También la metáfora está al revés, los fórceps son para sacar)
Peor aún es que al meter ahistóricamente en la leyenda bolivariana nuestras 
luchas actuales, las distorsionamos y privamos de su contenido.
Bolívar, oligarca y militarista, aliado del capitalismo inglés, financiado por éste, admirador declarado de Inglaterra a quien pidió ayuda mil veces y hasta quiso entregarle 
Nicaragua, que tenía seis mil soldados voluntarios ingleses peleando en su ejército. ¿Antiimperialista?

El culto bolivariano de la izquierda latinoamericana es una verdadera vergüenza, es el producto del oportunismo intelectual de quien piensa que los pueblos son demasiado ignorantes como para que peleen por una causa verdadera y deben ser conducidos con cuentos para niños. Tan poco serio es, que repite la teoría leninista del imperialismo (fase superior del capitalismo que empezaría al final del siglo XIX y EEUU llegaría a eso con la Primera Guerra Mundial), y al mismo tiempo se hace de Bolívar un antiimperialista anti-yanqui cien años antes
La desconfianza de Bolívar hacia los yanquis era producto de la competencia interburguesa por lugares en el sistema colonial, algo así como los burgueses uruguayos denunciando al “imperialismo argentino”

Tampoco fue Bolívar un “unificador” de Nuestra América sino todo lo contrario, fue responsable de su fragmentación porque la quiso unificar por arriba (proyecto “Gran Colombia”) y por eso fracasó, y eso consolidó la fragmentación oligárquica. Precisamente, en lo que tenía razón “en el Sur la voz de José Artigas” es que era federalista, a diferencia de Bolívar

Para no mencionar su traición a Miranda (Miranda sí era un revolucionario democrático-burgués, hombre universal y además gran militar y un tipo valiente, Bolívar no era ninguna de esas cosas). Su única contribución política fue neutralizar de alguna forma a los sectores populares que espontáneamente se rebelaban contra el proceso oligárquico de independencia, comandado por sus opresores. Pero no cambió el contenido social de ese proyecto, en Perú restableció el Tributo Indígena que había sido abolido por San Martín, y no cumplió su promesa a los haitianos de liberar a los esclavos

El único punto en que el chavismo tiene una auténtica inspiración bolivariana es en el autoritarismo y el culto a la personalidad. El proyecto fracasado de reforma constitucional del 2007 que recuerda Maiki era para habilitar una nueva presidencia de Chávez. 
 De la misma forma Bolívar quiso ser presidente vitalicio. Tan delirante era que se hacía culto a la 
personalidad a sí mismo, se autonombró Libertador, inventó un país y se 
nombró presidente, y le puso ¡Bolívar!
¿Para qué necesitamos nosotros estos “libertadores” opresores?

Pero la verdad no alcanza, debemos demostrar que los hechos, además de ciertos, son relevantes. Analicemos por lo tanto quién se beneficia y quién se perjudica 
con esta ideología neo-bolivariana

Lo más peligroso de esa falsa analogía histórica es que disuelve el contenido de clase de nuestro proyecto social

En cuanto a sus consecuencias en las forma políticas abona al concepto carlyliano de la historia,vista como sucesión de personajes, “grandes hombres”, próceres, héroes, como se lo llame. Beneficia a las burocracias, a la reproducción de las relaciones sociales de desigualdad. Y perjudica a la acción autónoma de las masas, siembra la idea de la permanente necesidad de “jefes”, y justifica el disciplinamiento vertical. Esa precisamente es la razón de ser de todo culto a la personalidad.

Y las consecuencias en los contenidos programáticos son clarísimas.

¿Cuál puede ser el punto en común entre aquella “gesta” y lo de ahora?

 El cuento nacionalista, obviamente

El discurso neo-bolivariano propone entender el conflicto actual en clave nacionalista. Esa es la esencia del planteo. Y como las dos formas posibles de entenderlo se contraponen, es no entenderlo en forma clasista, porque el proyecto nacionalista es la conciliación de clases.
Para desarrollar esta idea debemos explicar las categorías que hemos propuesto, “nacionalismo burgués” y “bonapartismo”. Sin duda en ese punto los “libertadores” y el chavismo tienen un punto de contacto, pero al revés de lo que decía Marx, aquella vez fue una farsa y esta vez es una tragedia.

Pero todo eso irá en otra nota, para cumplir con la pauta de brevedad que se nos pide. En esta nos referimos al uso de los términos.

Y vamos a hacer una cosa. 
 Dejaremos de hablar de “chavismo” y hablaremos de “bolivariano”, poniéndolo entre comillas.


1) http://www.surda.se/ArticulosEnPortada/Opini%C3%B3n%20La%20marea%20roja.htm

FERNANDO MOYANO
- postaporteñ@ 1128 - 2014-03-08 



 

ACERCA DEL MODELO SOJERO

 Algunas Corroboraciones Tristes de una Historia en Espiral

En el año 2002 escribíamos como Grupo de Reflexión Rural y en diálogo con nuestro compañero Ignacio Lewkowicz, lo siguiente:

“La soja, el sistema de la soja, no es el de la oligarquía tradicional. La lucha contra el sistema de la soja es una forma local del conflicto antiglobal; pues la hegemonía absoluta de la soja es una forma local específica del crecimiento global. Lo que importa es que los núcleos de poder neoliberal varían del sistema oligárquico tradicional al sistema que se construye en torno de la soja. La nueva división global del trabajo nos convierte de “granero del mundo” en “forrajeros del mundo”. Por otra parte, añadíamos, “desde el punto de vista de la oligarquía tradicional, se ve que, pese a toda la inteligencia o astucia puesta en juego, ese sistema oligárquico ya no es funcional al sistema global. Por supuesto que los mismos apellidos aparecerán ahora en los consorcios de las empresas; pero los modos de ejercicio del poder, los modos de ejercicio de la dom inación, los núcleos a partir de los cuales se fijan, varían. Así, por más que se trate del mismo conjunto de individuos, no es la misma la lógica social que se despliega para afirmar su dominio.”

Todo -o casi todo- lo que entonces afirmábamos, podríamos reafirmarlo hoy, doce años después, con la certeza de que sus contenidos mantienen plena vigencia y que fueron anticipatorios. Los años transcurridos, lamentablemente, nos han dado suficiente razón, y además han puesto en evidencia las peligrosas derivas de pensamiento y acciones políticas de todos aquellos que, desde miradas sesgadas y ancladas en los años setenta, se negaron considerar las nuevas ecuaciones de la globalización y la nueva configuración del poder en nuestro

 país, así como se negaron a la necesidad de reflexionar sobre sus anteriores 
 experiencias y, sobre todo, se negaron rotundamente a las propuestas de abrir
 debates políticos que permitieran cerrar los enormes fracasos que arrastraban 
 consigo, para de esa manera, no volver a repetirlos, algo que en cierta medida
 ha ocurrido a lo largo de todos estos años


Una Nomenklatura (1)  al estilo argentino

A principios de la década pasada empezó a hacerse notoria la emergencia de una nueva clase dominante, producto de la profundización de un nuevo esquema productivo primario-exportador, impulsado por el Estado, el capital transnacional y sus socios locales, y caracterizado por su profunda dependencia de los mercados globales. Una nueva oligarquía vinculada a un modelo de país proveedor de materias primas que, además de la sojización del territorio, se complementa con la megaminería, el Fracking, el monocultivo de árboles y otros proyectos extractivos hegemonizados por importantes corporaciones transnacionales.

Esta nueva oligarquía instaló su protagonismo de manera sigilosa. Una oligarquía distante de la otrora “oligarquía vacuna” que se impusiera al país en las postrimerías del siglo XIX, a instancias del entonces presidente Julio A. Roca. Este sector, que tenía en la Sociedad Rural Argentina (SRA) su representación más genuina, conduciría -con breves interregnos- los destinos de la Argentina durante buena parte del siglo XX.

Pero la irrupción histórica de esta nueva oligarquía no-terrateniente (es decir, una oligarquía que no basa su poderío económico en la propiedad sino en el uso de la tierra) configura un hecho decisivo que, pocos se han atrevido a analizar. La ligazón que establece el modelo sojero entre el capital financiero y la investigación científico-técnica, transformó profundamente el esquema de producción agraria y redefinió las relaciones de poder.
 Basta recordar algunas de las definiciones de uno de los mayores exponentes de este nuevo sector, Gustavo Grobocopatel (2):

“Soy agricultor y no tengo tierras, tampoco tengo tractores ni cosechadoras. Y esta es la mayor innovación del país. En Argentina, a diferencia del mundo, hoy no tenés que ser hijo de un chacarero o un estanciero para ser agricultor. Tenés una buena idea y tenés plata, vas, alquilás un campo, y sos agricultor. Este es un proceso extraordinario y democrático del acceso a la tierra, donde la propiedad de la tierra no importa; lo que importa es la propiedad del conocimiento”

Es evidente que esta nueva oligarquía no pertenece al universo de las llamadas “familias patricias”. Su genealogía entronca con la inmigración europea (y otras corrientes inmigratorias) de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, todas caracterizadas por un humilde origen social. Hoy, muchos de sus descendientes lograron sus fortunas a partir de una relación prebendaria con el Estado, otros tuvieron importantes relaciones con el aparato financiero del Partido Comunista de la Argentina, y otros han aprovechado sus relaciones político-económicas con los Estados Unidos, con el Estado de Israel y con organismos como el Consejo de las Américas, el Congreso Judío Mundial, el Club Bilderberg, y otros

Aceptar esta realidad, implica un cambio de conciencia y una comprensión de los nuevos desafíos que nos plantea la globalización. Se trata, en definitiva, de saber reconocer no tanto el enemigo al que debemos enfrentar, sino de reconocer el problema que tenemos por delante y que debemos resolver, para sí luego identificar a sus responsables.
 Lamentablemente, el kirchnerismo y sus acólitos de izquierda, junto a buena parte de los activistas e intelectuales provenientes del llamado peronismo revolucionario de los años setenta, no sólo se negaron a reconocer a esta nueva clase dominante como oligarquía sino que, por el contrario, se apoyaron en ella, respaldaron muchas de sus demandas, hicieron propia buena parte de sus discursos modernizantes -sobre todo en lo concerniente al valor de las tecnologías de punta y al poder del conocimiento- y montaron sobre estas bases materiales una narrativa épica r ayana en lo grotesco

Durante años hemos presenciado constantes demandas en favor de los pueblos indígenas que fueran víctimas de la Campaña del Desierto (3), e incluso se gestaron importantes movimientos de ciudadanía para que se quitara la estatua del ex presidente Julio Argentino Roca del lugar donde se encuentra emplazada (en la Av. Diagonal Sur de la Ciudad de Buenos Aires). No apuntamos a la justicia o no de estas reivindicaciones -que, sin lugar a dudas, requieren un juicio de la historia-, sino que enfatizamos la instrumentación maliciosa de este tipo de demandas que, a lo largo de la década pasada, resultaron totalmente funcionales al propósito oficial de confrontar con la ya casi exánime vieja oligarquía, con el objetivo de continuar invisibilizando a los nuevos dueños del poder (4) 

El mismo rol distractivo y a la vez desorientador, ha jugado el prolongado litigio por quitar la estatua de Cristóbal Colón de las cercanías de la Casa de gobierno

El progresismo imperante y la nueva oligarquía globalizada necesitan desprenderse de los atributos estéticos e históricos que configuraban el poder de sus antecesores, y exigen nuevas modalidades discursivas que rinden tributo a los jirones de banderas y memorias populares, de las que se sirven con total impudicia en la actualidad

Hoy, la dirigencia política progresista -tal como en un management político- gobierna a nombre e interés de sus verdaderos amos, como virtuales gerentes de una empresa llamada Argentina. Pero dada la necesidad de ocultar este tipo de servilismo globalizado, se recurre desesperadamente a los simulacros, las puestas en escena necesarias para llevar adelante los proyectos del capitalismo global en nombre de la revolución social. Esos simulacros grotescos exhiben hoy a un gobierno supuestamente peronista -o que supera al antiguo peronismo por  izquierda, tal como afirman algunos de sus presuntos filósofos-, que impulsa una devaluación solicitada por quienes detentan el control del capital financiero y el comercio exterior en nombre de la “soberanía”, y que además, cuenta con un ministro de Economía “marxista” que aplica un ajuste económico ortodoxo celebrado por tod o el establishment.

No obstante sus caracteres pesadillescos, las tensiones que establece el camporismo progresista en función de sus relatos encubridores, no van mucho más allá de litigar el nombre de las calles, la ubicación de alguna estatua, el de “escrachar” a algún supermercadista por abusivo o propagandizar los temas de género y de discriminación a nivel puramente discursivo. Se trata siempre de centrar la atención en lo accesorio, y de encubrir o distraernos de lo realmente importante



Cuando en la Argentina se “descubre” la existencia de Eduardo Elsztain

Los rasgos más groseros o patéticos de estos dobles discursos, entreverados de ignorancia y de apuestas por la modernidad y el crecimiento, ocurrieron en el 2008, cuando durante la llamada “crisis del campo”, Néstor Kirchner convocaba a luchar contra la oligarquía representada por la Mesa de Enlace (5), nada menos que, desde las oficinas que a esos efectos le prestaba el mismísimo Eduardo Elsztain, en el exclusivo barrio de Puerto Madero.

Elsztain, probablemente sea la mayor fortuna de la Argentina: es propietario de IRSA Inversiones y Representaciones S.A., la corporación inmobiliaria más grande del país; también es propietario de CRESUD, compañía agropecuaria que maneja más de un millón de hectáreas en el Cono Sur;  y controla el Banco Hipotecario, adquirido durante el menemato gracias a los fondos facilitados por el multimillonario George Soros (6)

Elsztain también es dueño de los shoppings más grandes del país, y posee varios hoteles de lujo y edificios inteligentes, tales como el Hotel Intercontinental y el edificio Bouchard Plaza, sede de Microsoft Argentina, ambos emplazados en la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo cuenta con muchos vínculos entre grupos más poderosos del capitalismo global: forma parte del directorio de la Fundación Endeavor en Argentina, es un miembro prominente del Congreso Judío Mundial y además integra el Comité Asesor Internacional de la Presidencia del Consejo de las Américas, representada esta última por David Rockefeller.

A pesar de su enorme poderío económico y su capacidad de influencia en el ámbito político, Eduardo Elsztain se caracteriza por un marcado perfil bajo. Es mucho más probable que en lo concerniente a la llamada “Crisis del Campo”, el público recuerde apellidos como Biolcati, Buzzi o De Ángeli, mientras que la nueva oligarquía que se consolidaba a partir del paro agrario de 2008, y que se proyectaba además, como clase dominante sobre los países limítrofes del Cono sur, prácticamente pasó desapercibida para oficialistas y opositores: 
Al tiempo que las rutas del país estaban cortadas por piquetes respaldados por la Mesa de Enlace y la soja transgénica producida localmente no llegaba a embarcarse, otros como Elsztain ganaban fortunas aprovechando el momento para exportar y procesar la soja transgénica producida en países limítrofes (Paraguay, Bolivia y Brasil) a través de los puertos argentinos.

Eduardo Elsztain fue durante casi diez años el dueño invisibilizado del país, contando además con la protección política de organismos como la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y el Centro Simón Wiesenthal, instituciones que ante el menor esbozo de una crítica a su poderío económico, asumen de inmediato que se está en presencia de un acto de “antisemitismo”, y proceden a denunciarlo públicamente. 

Recién en el año 2012, y a raíz de la cesión de tierras públicas en favor de IRSA para facilitar sus “emprendimientos inmobiliarios” y la construcción ilegal de un nuevo shopping en el barrio de Palermo (“Distrito Arcos”) (8), se generó una cierta resistencia ciudadana, que puso por vez primera el nombre del personaje en el espacio público. Con la pegatina de afiches callejeros firmados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) denunciando la apropiación ilegal del espacio público en beneficio de IRSA, el nombre de Eduardo Elsztain aparecía por vez primera asociado con negociados prebendarios. 
Cabe recordar que por estas acciones, tanto la CAME como la FECOBA fueron repudiadas por la DAIA y el Centro Wiesenthal por sus “mensajes discriminatorios”, “consignas estigmatizantes” y por supuesto, “odio antisemita”
A poco se dieron, también, los escándalos del llamado pacto PRO-K en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires; un pacto que, entre otras cosas, se caracterizó gracias a un megaproyecto impulsado por el gobierno nacional para la construcción de un “Polo Audiovisual” en Isla De Marchi y la rezonificación de los terrenos de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, con la irritante finalidad de implementar un viejo proyecto de IRSA: construir en la zona un barrio de lujo de altísimo nivel denominado Solares de Santa María (9)  (la llamada “Dubái” del Costanera sur). Ambos proyectos fueron suspendidos gracias a la acción de diversas organizaciones que protestaron durante las sesiones y audiencias públicas.

De esta manera, los argentinos se anoticiaban -a raíz de situaciones absolutamente urbanas, vinculadas con el comercio, la especulación inmobiliaria y el conflicto por el espacio público- de la existencia y el poder de uno de los hombres que, diez años antes, denunciábamos desde el GRR y desde el programa Horizonte Sur en la Radio Nacional, como uno de los principales dueños del país


Cuando descubrimos que el imperio en ascenso cuenta con sus propias  legiones de cipayos

Volvamos ahora a ese país dependiente, primarizado, centrado en la producción de transgénicos, y recordemos que estos nuevos procesos extractivos de agriculturización industrial destinados a sostener la exportación masiva de commodities, tienen su origen en dos situaciones configuradas por la globalización: 
Por una parte, la enorme deuda externa que nos dejaron como legado las dictaduras militares en los años setenta y sus requerimientos crecientes de divisas; y por otra, la emergencia a fines de los años ’90 del coloso chino y su insaciable necesidad de materias primas para poder establecerse como la fábrica del mundo. Es decir; no podríamos comprender la reprimarización de nuestras economías a escala latinoamericana si no tuviésemos en cuenta el decisivo rol neocolonizador de la potencia asiática y de las hegemónicas relaciones que estableció en el continente

Debemos, asimismo –con mucha tristeza y vergüenza- indagar en las probables razones por las que como pueblo, aceptamos casi alegremente y sin mayores protestas, convertirnos en un enclave de producción de soja transgénica para el gigante chino. 
Más todavía, deberíamos decir que no fueron precisamente las corporaciones transnacionales las que desplegaron este modelo agro-biotecnológico, sino que fueron más bien sectores provenientes de la izquierda setentista, muchos de ellos llegados del exilio y/o provenientes de las filas del Partido Comunista, los que diseñaron e impulsaron el modelo de los Agronegocios en nuestro país

Las corporaciones, desde luego, no demoraron en aprovechar esas favorables circunstancias en las que la intervención de cuadros científicos y técnicos del campo de la biotecnología vegetal -provenientes de la izquierda tradicional- fue fundamental para abrir las puertas a las empresas transnacionales, persuadidos de que era preciso darles protagonismo en el desarrollo de las fuerzas productivas del país.
Indagar en los orígenes de este equívoco aberrante, tal el de confundir a las subsidiarias locales de las empresas transnacionales con la burguesía nacional, puede conducirnos a debates que escapan a este trabajo y que pueden tener que ver tanto con el marxismo mismo, como con la manera de asimilarlo por parte de nuestra inteligentzia progresista. Lo que sí podemos aseverar es que ellos no estuvieron solos. A lo largo de esos años, que fueron los años de la instalación del modelo agro-biotecnológico (las postrimerías del menemato y durante el gobierno de la Alianza), nada de lo concerniente a la agricultura industrial, al uso de semillas transgénicas y la justificación política de las actuales relaciones de dependencia con China, fue impulsado sin el respaldo de la izquierda tradicional. Baste como prueba las encendidas palabras pronunciadas por Fidel Castro en 2001, en el peor momento de la Argentina, respaldando el cultivo de “soya” transgénica en nuestro país (11)


El estímulo al mercado interno no apunta a la Justicia Social, sino a 
enriquecer a Carrefour y al Shopping de Alto Palermo


Algunos exponentes velados del oficialismo, aún reconociendo el tremendo peso colonizador del modelo extractivo -y en particular de la agroexportación- rescatan la intención progresista de estimular, mediante planes sociales y subsidios, un aparente mercado interno que remedaría en cierta medida a los antiguos Estados de Bienestar propios de la última posguerra. Pretenden hacernos olvidar que el modelo que ahora denominan “nacional y popular” se instalaba en los años noventa combinando la industrialización de alimentos con la agricultura química y la biotecnología. Pretenden hacernos olvidar que el modelo de los Agronegocios incluía la constitución de cadenas agroalimentarias y las integraciones verticales de empresas, tanto en la producción industrial de animales, como así también en el creciente supermercadismo
El asistencialismo bancarizado y la estimulación al consumo que estimuló el progresismo a lo largo de la llamada “Década Ganada”, ha sido un componente indispensable dentro de los marcos de un mismo modelo: 
La sojización, el despoblamiento del campo y la concentración compulsiva de población en los inmensos conurbanos de  pobreza, donde quedan reducidos a clientela obligada del asistencialismo y del consumo de comida chatarra
Tampoco olvidemos que el coloso chino pretende constituirse como la fábrica del mundo, puesto que, además de requerir materias primas de forma insaciable, necesita colocar los productos masivos de su industria en localizaciones específicas. 
Esto significa que la expansión del nuevo colonialismo globalizado necesita ir abriendo cada vez más mercados locales, más áreas de consumo masivo para colocar sus productos. El mercado global que China pretende hegemonizar definitivamente será el resultado del dominio que ejerza en mercados locales, regionales y continentales.


Cuando fuimos globalizados, pero no quisimos darnos por enterados
La obstinación por parte de ciertos sectores en desconocer las particularidades de la globalización, sumado al intento infructuoso de comprender estos fenómenos complejos desde miradas sesgadas o fragmentadoras la realidad, condujeron a situaciones paradojales y hasta escandalosas. Tal cosa ocurre cuando, desde posiciones de izquierda y pretendiendo hacer uso del marxismo, algunos pícaros arguyen que la correlación de fuerzas que requeriría el gobierno para darle batalla a las corporaciones actualmente no resulta suficiente.
Para justificar este razonamiento, añaden que mientras esperan por ese respaldo popular, es preciso reconocer estas etapas intermedias como partes necesarias de un proceso general. Se recurre al argumento de que no existen otras alternativas de poder, o bien se reconoce que existen otras, pero que son peores y es necesario optar por el “mal menor”, convalidando las decisiones má ;s degradantes tomadas por el gobierno nacional.
 Lo que algunos dan en llamar “asignaturas pendientes”, cuando reconocen un problema en la sojización, la megaminería o el Fracking, y no son capaces de admitir que en realidad esas “asignaturas pendientes” son más bien los núcleos duros del modelo kirchnerista, sin los cuales inclusive el kirchnerismo no podría ser lo que es

No faltan igualmente los astutos que, a propósito de estas situaciones, nos recuerdan que lo mejor es enemigo de lo bueno, un acierto peroniano que muchos no supieron respetar ni acatar en su momento y que ahora, con dejos de conciencia culposa, aplican a destiempo. La consecuencia de estos razonamientos anacrónicos se ponen de manifiesto en una parcialización de la realidad: Muchos pretenden destacar como logros importantes las medidas sociales del Gobierno, tales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) o la extensión a muchas capas de la población desprotegida del derecho a una pensión o jubilación mínima, como si acaso ellas fueran independientes del sometimiento nacional a un complejo sojero-minero-exportador hegemonizado por corporaciones transnacionales.

 No son capaces de admitir -y mucho menos de problematizar- que la AUH es una versión local de un sinnúmero de planes similares impulsados y financiados por el Banco Mundial para la región, o que el Banco Hipotecario controlado por Eduardo Elsztain hará un gran negocio como fiduciario del plan Pro.Cre.Ar financiado por el ANSES. Vale decir, con el dinero de los propios jubilados. 

Las réplicas de estos modelos a lo largo de América Latina, modelos en que las nuevas dependencias se complementan con políticas asistenciales, son impulsadas por gobiernos vinculados a un pensamiento progresista y modernizante. 
Estas notas comunes comprueban que no estamos ante una situación excepcional, sino que asistimos a un proceso de nuevas colonialidades perfectamente armonizadas con la globalización. 

Actualmente, la ralentización del crecimiento económico del coloso chino se traduce en las crisis de los llamados “países emergentes”, tal vez como un preanuncio de la finalización de una época en la que los altos precios internacionales de los commodities bastaban para que la Argentina se esperanzara con mantener un ingreso permanente de divisas para financiar, entre otras cosas, un ilusorio “desarrollo industrial con sustitución de importaciones” (básicamente un complejo productivo con cero valor agregado, explicado fundamentalmente por una industria automotriz transnacional dependiente casi en su totalidad de insumos importados, y en las terminales de ensamblaje radicadas en Tierra del Fuego).

Durante diez años reiteramos, en diversos escritos, los enormes riesgos que suponía mantener una economía dependiente en términos casi absolutos de la exportación de soja transgénica, sumado a la debilidad estructural de tener, además, relaciones de intercambio asimilables al esquema centro-periferia, en donde un mercado imperialista compra nuestras materias primas a la vez que nos abastece de manufacturas industriales en casi todos los rubros… hasta de clavos y tornillos. Ahora pagamos las consecuencias
China se estremece y la Argentina siente que está al punto del colapso. Para colmo, la embriaguez de la fiesta de la soja nos permitió olvidar alegremente durante diez años la inmensa deuda externa, cuyos vencimientos ahora nos agobian y es preciso hacer todo lo posible para conseguir divisas


Cuando los antiguos ropajes y las tragedias devienen en farsa 
y grotesco

Las memorias de esa revolución que expresó el peronismo, fueron quebrantadas a través de diversos instrumentos políticos, económicos y culturales. La represión desatada a partir del golpe militar de 1955, sumada a la ilusión desarrollista del frigerismo-frondizismo, los extravíos y los desgarramientos de los años setenta, el feroz disciplinamiento social de la última dictadura militar a partir del horror institucionalizado y más tarde, por las aberraciones perpetradas por el menemismo y en la actualidad, por la sofisticada tergiversación histórica operada por el kirchnerismo, contribuyeron a una dislocación generalizada de las memorias populares, proceso que facilitó el camino para un uso abusivo de dicho acervo simbólico para la aceptación de un nuevo modelo de colonialidad.

Más allá de esta esquemática interpretación, está claro que gracias a esta secuencia ininterrumpida de procesos políticos que hicieron de la Argentina nuevamente un país colonial, la empresa tergiversadora de la intelligentzia tuvo el camino libre para emprender sus campañas contra los sentidos genuinos de la liberación nacional. 
Actualmente en la Argentina, la fascinación por los modelos neodesarrollistas impulsados por el progresismo latinoamericano, redundó localmente en el retroceso del posperonismo a formas retrógradas propias del desarrollismo de los años ’60.
 Sin ir más lejos, en varios escritos hemos expuesto largamente acerca de cómo, la reivindicación constante que se realiza de la figura de John William Cooke, primero como respaldo a Frondizi y luego como hombre de la revolución cubana, así como en el desmedido énfasis que se suele imprimir al rol desempeñado por F.O.R.J.A. en los orígenes del peronismo. 

Ambos ejemplos contribuyen a la justificación histórica de este nuevo desarrollismo, respaldado por una progresía burguesa que convoca a las más diversas extracciones políticas
No podríamos dejar de señalar -con enorme  pena- cuánto ha pesado en este afán justificatorio, en el arte de montar falsas antinomias y en la elaboración de escenarios de cartón pintado, el rol de los intelectuales oficialistas que se reúnen en la Biblioteca Nacional.
 Esta institución ha devenido, por obra y gracia de antiguos compañeros, en una gran fábrica de relatos y usina de los simulacros encubridores de las nuevas dependencias. Si a estos extravíos, agachadas y desmemorias de muchos exponentes de viejas militancias, le sumamos los propios extravíos del pensamiento de una izquierda tradicional -puesto gravemente en examen frente a la crisis de la modernidad y del cambio climático- todavía incapaz por otra parte, de escapar de los esquemas emancipatorios decimonónicos, lo que obtendremos son las razones principales que explican la extendida servidum bre de las militancias partidarias al modelo neocolonial y las causas de la indefensión generalizada de nuestro Pueblo.
En medio de las zozobras de la sociedad argentina, enfrentada, como en un carrusel a la repetición cíclica y dramática de situaciones similarmente penosas, no faltan los militantes e intelectuales funcionales al sistema que nos sorprenden al descubrir recién ahora, el inmenso poder de los exportadores, y alzan sus voces reclamando medidas de gobierno que pongan control sobre la hemorragia constante de divisas que sufrimos. Necios y tardíos cacareos de ese gallinero de escribas que tienen su refugio en la Biblioteca Nacional.

Durante años ignoraron la globalización y desconocieron a las empresas transnacionales que, como Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus, Nidera, Toepfer, Noble, Vicentín, Aceitera Gral. Deheza, Molinos Río de la Plata, Louis Dreyfus, entre otras, controlaron las exportaciones y procedieron con absoluta impunidad y sin controles estatales, tal como reiteradamente denunciara hasta su muerte nuestro amigo Julio Nudler, en Página 12. 
Incluimos en  esas denuncias una famosa nota del año 2004 intitulada “De Títeres y Titiriteros”  en la que, este olvidado pero meritorio periodista, develaba la sistemática acción de destrucción y vaciamiento de los organismos de control del Estado que llevaban adelante los hombres de Néstor Kirchner. Justamente, ello motivó que dicha nota, fuera escandalosamente censurada por el entonces director del diario oficialista, Ernesto Tiffenberg (14)

De la misma forma, esos “intelectuales orgánicos” que durante años nos insinuaron que la Asignación Universal por Hijo (AUH) y las jubilaciones extendidas anticipaban de alguna manera el socialismo que nos habían prometido como generación maravillosa, ahora impulsan desde el Estado campañas contra personajes secundarios de algunas de las empresas que participan del modelo. Al igual que durante la crisis desatada por la resolución 125 en 2008 (15), están cubriendo las apariencias con un nuevo y desvergonzado simulacro; simulacro que, en definitiva, no hace sino tratar de legitimar la continuidad del sistema de los Agronegocios, más allá del recambio de gobierno en el 2015


Cuando la realidad es como un clavo ardiendo

El modelo agro-minero-exportador asistencializado y legitimado por narrativas de izquierda ha llegado a un punto crítico y hace agua. Ya tenemos unas 25 millones de hectáreas de cultivos transgénicos y un acelerado deterioro de los suelos, así como una suba importante de los insumos y una notoria estrechez de los márgenes de ganancia para los productores del campo. Esa situación difícilmente podrá revertirse ya que mientras el precio de los insumos sube, el de las commodities tiende a estancarse o a descender.
 En realidad, la crisis no la sufrimos solamente nosotros, sino que alcanza a todos los llamados países emergentes, países que se ataron al gigante asiático, que concentraron su esfuerzo en la producción de uno o dos productos de exportación y abandonaron toda esperanza en desarrollos autónomos. China pareciera haber alcanzado un techo en su crecimiento, esa situación es tal vez irreversible, en especial teniendo en cuenta los terribles Cambios Climáticos que se sucederán a consecuencia de haberse sobrepasado en la atmósfera planetaria las 400 ppm de CO2 , y deja en situación comprometida a los países que apostaron su destino a una sola carta

Recuerdos del futuro

Quisiéramos terminar este escrito, haciendo referencia compasiva y solidaria, a los millones de hombres y mujeres que, en este proceso y bajo patrones de pensamiento cerradamente urbanos y modernizantes, fueron compulsivamente desarraigados de los lugares en que vivían y obligados a emigrar a las grandes ciudades. Millones de seres desempleados por un modelo de agricultura industrial que desechaba mano de obra y que requería inmensos territorios vacíos de población, devinieron seres desolados en la más pura acepción castellana del vocablo. Poblaciones que tuvieron que emigrar por desempleo, por haber sido expulsados de los campos en que vivían, o por motivos tales como las fumigaciones constantes y la contaminación de territorios que conllevó el que muchos parajes se convirtiesen en prácticamente inhabitables.
La proyección de la nueva oligarquía sobre los países vecinos del Cono Sur y el contrabando de semillas de Monsanto a través de las fronteras, los sumó al gran proyecto de la República Unida de la Soja, proyecto que nos proponía hace años desvergonzadamente, la empresa Syngenta (16)

Se añadieron de esa manera, nuevas e innumerables legiones de desocupados y desarraigados latinoamericanos a nuestros conurbanos, hasta convertirlos en las actuales inmensas periferias de pobreza e indigencia.  Por un lado, tenemos  paisajes devastados, territorios desertizados, profundamente deforestados, con una monstruosa pérdida de la biodiversidad; y por la otra, poblaciones desoladas, hacinadas en megalópolis, condenadas a vivir entre inundaciones y desechos tóxicos. 
 No son impactos colaterales como muchos tecnócratas repiten con evidente án imo exculpatorio; son, por el contrario, consecuencias perfectamente previsibles de las decisiones tomadas por la dirigencia política para favorecer a las corporaciones transnacionales; consecuencias que deberían al menos haber sospechado. Esta es la terrible realidad que nos deja un modelo que está llegando a su consumación, y en la que todos quedamos expuestos al colapso
Debemos, tomar conciencia del camino recorrido y de la necesidad imprescindible de apostar por cambios radicales. La sojización amenaza sencillamente dejarnos sin país y sin suelos aptos para cultivar nuestros alimentos. Pero estas realidades que para muchos desvelados todavía forman parte del terreno de las abstracciones, son en cambio el infierno de cada día para millones de seres humanos urbanizados de forma compulsiva, una encerrona en la que están cautivos y sin mayores esperanzas. 

Rehenes de los diversos punteros y grupos sociales (kirchneristas, filokirchneristas, antikirchneristas y de la izquierda funcional), están obligados a la servidumbre de participar en actos políticos y piquetes, a cambio de planes sociales o, en el peor de los casos, de bolsones de comida. 

Las periferias urbanas son el lugar donde los aparatos represivos y las mafias coinciden y se coaligan para generar negociados basados en la explotación de mano de obra barata, esclava o infantil, como el narcotráfico,  la trata de personas y la prostitución generalizada. Otros casos dan cuenta de muchos territorios que son paulatinamente ocupadas por el poder narco que desplaza poco a poco a la policía de su empresa criminal.
 Para los peri urbanizados y para sus hijos queda tan sólo la marihuana fermentada con tóxicos para las plagas que les enferma los pulmones, o directamente el paco que les quema el cerebro. Las cocinas de la droga se mueven a su antojo por esas periferias desoladas y para muchos, alquilarles el rancho por unas horas puede significar la diferencia entre comer o no comer durante varios días.

El asistencialismo y el clientelismo han hecho estragos en el campo de la cultura y de los mecanismos para la supervivencia. 
 Condenados a vivir en un contexto de egoísmo extremo, los desplazados deben sobrevivir en el más puro desamparo, en muchos casos renegando de sus propias identidades culturales para asimilarse a una identidad urbana atravesada por los valores de la sociedad de consumo. Deben renegar de una cultura que implicaba reconocimientos y reciprocidades, pero que por sobre todas las cosas implicaba un suelo dónde arraigarse para vivir en comunidad.
 Para peor, se les priva de muchos de los recursos de que disponían naturalmente para sobrevivir en situaciones difíciles: algunos municipios del gran Buenos Aires –varios de los cuales continúan siendo semirurales- se empeñan en imponer numerosas prohibiciones de carácter urbano-consumista en las periferias, donde ya no permiten ni siquie ra tener un pequeño gallinero o un lechón para engorde. La dirigencia política parece empeñada en consolidar una urbanización total, extendiendo el desamparo de todos, aunque ello signifique condenarlos al hambre. Parecen decididos a borrar todos los relictos de vida autónoma o campesina que pudieran pervivir en las barriadas. 
Confían en la militancia rentada y en las organizaciones sociales para contener posibles estallidos, que en otras circunstancias habrían sido inevitables

Intuimos que en el porvenir se debatirá una tensión entre los hombres y mujeres acorralados, que pugnarán por liberarse del aprisionamiento de los aparatos clientelares.
Porque a diferencia de otras épocas, el concepto de revolución ya casi nada expresa y, a pesar de nuestros desvelos, no hemos podido insuflarle otros contenidos que modifiquen las generalizadas perspectivas de factura eurocéntrica sobre el poder, la racionalidad y el control de poblaciones. Desde la muerte de Juan Perón, sin duda han sido los sectores medios los que han luchado por apropiarse del destino común de los argentinos. La incógnita, desde entonces, ha sido la de saber si esos sectores medios o las organizaciones que los expresaban, podrían llegar a ser los artífices de ese destino tan deseado, tal como en otras épocas lo fueron los caudillos y lo fuera Perón en la posguerra. 
Bajo diversas bandera s y discursos, los intentos se han repetido una y otra vez, a lo largo de la historia contemporánea… inútilmente. Desde la Plaza de Lonardi a la de los Montoneros; desde el menemismo y Chacho Álvarez hasta Néstor y Cristina, toda la partidocracia clasemediera ha operado como una maquinaria hegemónica de desclasamiento y desmemoria. Pero nunca como en estas épocas aciagas, estos sectores habían conseguido un desmantelamiento tan profundo de las resistencias; nunca como ahora lograron tanta parálisis en los sectores populares. Todo porvenir se hace por ello, totalmente incierto y es probable que continuemos dando vueltas en el gastado carrusel de los relatos y de los ensueños del poder de los sectores medios.
A los vencidos, al pueblo llano que alguna vez fuera grasita o descamisado, le queda siempre y por supuesto, probar el antiguo camino de la Rebelión, camino en el que se trataría de recuperar -como tantas otras veces en la historia- la propia y secuestrada humanidad, para ir una vez más detrás de aspiraciones de justicia y de felicidad en comunidad. Ahora, y como pocas veces antes, es realmente poco lo que tienen para perder.
 Lo que no sabemos todavía, es si acaso les han dejado las fuerzas suficientes como para que vuelvan a soñar esos sueños, y puedan quebrantar el desaliento y la malla de contención que hoy los encierra


Jorge Eduardo Rulli  -  Maximiliano Mendoza

Buenos Aires, 12 de febrero de 2014


Grupo de Reflexión Rural (GRR)


Notas:

1- Me permito denominar “Nomenklatura” a esta nueva oligarquía por sus semejanzas con la plutocracia rusa post-soviética, que por una parte se adueña de las empresas –de las que fueron funcionarios o testaferros- y que por la otra, crece como oligarquía prebendaria a costa del Estado. Este caso en la Argentina fue denominado de distintas maneras: “Patria Contratista”, “Capitalismo de Amigos”, etc.
2- 
3- Campaña del Desierto
4-  Película Bayer
5-
6- “(…) Con Elsztain, Soros participó de un último negocio: el ingreso al Banco Hipotecario, que Carlos Menem y Pablo Rojo comenzaron a vender en porciones (…)”. Ver más en “La Mafia Judía en la Argentina” de Fabián Spollansky, Apéndice, Pág. 133.
7- 
8- 
 9- http://www.irsa.com.ar/irsa/index_eni.htm
10-
11-   http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2001/esp/f130801e.html
12-  http://www.lapoliticaonline.com/nota/49545/
13-  http://seniales.blogspot.com.ar/2008/05/de-tteres-y-titiriteros.html
14-  http://www.perfil.com/politica/-20080505-0042.html
15-
16-   http://www.agropecuaria

GRR - postaporteñ@ 1128 - 2014-03-08



La "intervención cortés" y el 

levantamiento de Ucrania

Boris Kagarlitsky, Moscú 04 de marzo 2014

¿Por qué no ha estallado aún la guerra entre Rusia y Ucrania? 

La respuesta es muy simple: nadie piensa ir a la guerra, ni nadie puede.

Kiev, de hecho no tiene un ejército, mientras que el gobierno que ha aparecido allí no tiene control sobre la mitad de Ucrania, y ni siquiera puede ejercer control efectivo sobre sus propios partidarios. Si las autoridades de Ucrania hiciesen algún intento serio de movilizar sus fuerzas, esto simplemente provocaría nuevas protestas. Incluso los rumores de tal posibilidad han sido suficientes para provocar manifestaciones contra el gobierno en Odessa.

Moscú, por su parte, está haciendo ruido de sables, pero con mucha cautela. Si el Kremlin fuese realmente serio sobre el envío de tropas a Ucrania, no pediría  permiso al Consejo de la Federación como lo hizo, simplemente habría dado la orden.
En lugar de acción real vimos teatro, con un "voto unánime de los senadores”.
Una guerra que estalló en el espacio virtual de Internet, respaldada por comentarios histéricos de los liberales y aullidos malévolos de propagandistas conservadores.
En esencia, esto fue suficiente para cumplir las tareas a que se enfrentan hoy las autoridades.

"Ni paz ni guerra"

El efecto psicológico fue casi como si estuviéramos librando una guerra seria en algún lugar cerca de Kharkov. Mientras tanto, no hubo víctimas y no hubo destrucción. A no ser que contemos como tal el colapso del rublo. Pero tampoco en eso las cosas son tan simples. Ya desde hace varios meses el gobierno ruso y el Banco Central habían estado buscando una devaluación de la moneda nacional. Por lo menos desde septiembre los analistas habían estado pronosticando subas del dólar y el euro. Los acontecimientos de Ucrania simplemente aceleraron este proceso, y ayudaron a las autoridades financieras a llevar a cabo su plan, mientras evaden su responsabilidad por la devaluación de los ahorros de nuestros ciudadanos.

Cuando algunos izquierdistas repitiendo consignas centenarias hablan de "una guerra desatada en interés del gran capital", una vez más, erran el tiro. En lugar de repetir los clichés de los libros de texto antiguos, lo que se necesita es un poco de análisis económico.


La verdad es que el gran capital tanto privado como burocrático no tiene ninguna necesidad de una guerra en la actualidad

Hay falencias humanas que a veces redundan en beneficio de la sociedad. Si nuestro gobierno y nuestros mandos militares estuviesen compuestos por gente inteligente, con principios y capacidad de decisión, podríamos esperar que ocurriesen cosas mucho más desagradables.
La economía rusa depende en gran medida de la tubería de gas que pasa por Ucrania

Las economías de muchos países de la Unión Europea, por no hablar de Ucrania, también dependen de este oleoducto que funciona sin interrupción.
 Por supuesto, "nuestros" oligarcas deben defender las inversiones que realizaron en las empresas ucranianas, pero la acción militar más bien exacerbaría los problemas antes que resolverlos.
El cinismo y la avaricia de nuestros gobernantes de hoy en día son la mejor garantía de que no habrá una gran guerra.

Las autoridades de Kiev se encuentran también satisfechas.

Son capaces de emplear la "amenaza rusa" para consolidar el nuevo régimen, explicado las dificultades económicas como resultado de la presión externa, y en retrospectiva, para justificar sus propias acciones que han llevado a Ucrania al derrumbe.

La actual situación de "ni paz ni guerra" por lo tanto se adapta a ambos gobiernos a la perfección, al menos por el momento. La única causa importante de inquietud es el objetivo de Moscú de preservar al fugitivo Viktor Yanukovich como el "presidente legítimo" haciendo alusión a la posibilidad de restaurarlo en el trono de Kiev

Pero esto no debe ser tomado demasiado en serio, y como se dijo anteriormente, las personas en el Kremlin son cínicos, no harán ninguna cosa  seria por el fugitivo de Ucrania, y si lo hacen lo van a arruinar. Por supuesto, es muy conveniente para las autoridades del Kremlin tener un "presidente legítimo " en la mano, pero si la estrategia falla el ex gobernante legítimo será transformado en el extranjero indeseable en cuestión de cinco minutos

Crimea

En Crimea, las fuerzas rusas se han limitado a la "intervención cortés”. Por supuesto, eso fue una violación de la soberanía, pero seamos honestos: en una situación análoga a los franceses, los estadounidenses y los británicos habrían hecho lo mismo.


Cuando los franceses no se  decidieron a intervenir en Ruanda y permitieron que ocurriese a continuación un baño de sangre, la opinión progresista los condenó airadamente por su inercia. Cuando el mismo Estado francés intervino en Malí para prevenir una guerra civil a gran escala la misma opinión progresista denunció airadamente la intervención. Una situación análoga es lo que se ha presentado en Crimea.


En las dos decisiones posibles que había estaba la perspectiva de grandes costos políticos y morales, con el riesgo de ser atacados por la crítica nacional e internacional.
En Moscú la elección estaba a favor de una intervención local, pero se hizo un esfuerzo para llevarla a cabo con toda la precaución posible.

Hasta el momento, las fuerzas rusas han actuado de una manera mucho más moderada que los franceses y los estadounidenses en situaciones similares.
Tal vez esto no sea debido al gobierno sino a pesar de ello. 

En ambos lados puede haber sido simplemente  el buen sentido de los mandos inferiores el que se ha impuesto, en condiciones en que la cadena de mando se ha debilitado.

Las fuerzas especiales rusas no han atacado las bases militares ucranianas, sino que merodean a su alrededor y se enojan un poco con sus comandantes tratando de convencerlos a que entreguen sus armas. Los ucranianos se niegan, pero no en función del juramento que han hecho de lealtad a su patria, sino al hecho de que las armas son propiedad del Estado y que los comandantes de la base son responsables por ellas. Los rusos responden a estos argumentos con comprensión; si estuvieran en el lugar de sus colegas ucranianos harían lo mismo.

Es una nueva forma de guerra, sin disparos ni víctimas. 

Nadie quiere empezar a disparar y nadie se preocupa sobre todo lo que pasa con los obsoletos vehículos blindados o los arsenales de los cuarteles. En cualquier caso, ninguna de las dos partes está dispuesta a arriesgar la vida y esto da motivos a la esperanza.

'La piel de oveja que no vale la pena dividir'

Las élites rusas tienen un miedo mortal de enojar en serio a Occidente, pero en Occidente también se han dado cuenta que no van a alcanzar sus metas en Ucrania sin la ayuda rusa. La Unión Europea no necesita una zona de caos en su frontera oriental, una nueva Somalia o Congo antes su puerta misma. 

 Tampoco es posible que la UE envíe tropas o policía al territorio de Ucrania, como en Bosnia o Kosovo, no en todo caso sin el consentimiento de Rusia.

La prensa de EE.UU. critica a Moscú con fiereza, pero indica claramente que los EE.UU. no van a ayudar a Kiev, ya que no existen tratados pertinentes y Ucrania no es miembro de la OTAN. Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional ya ha negado el dinero a Kiev en forma muy contundente.
La cabeza del FMI, Christine Largarde ha declarado que Ucrania no necesita ayuda financiera inmediata:

"No vemos nada crítico que justifique entrar en pánico por el momento. Sin duda no esperamos que nadie se venga corriendo con grandes sumas de dinero, lo que además sería inútil si estas contribuciones no se evalúan de manera apropiada"


En Bruselas y Washington, la decisión evidentemente ya se ha hecho: no vale la pena dividir una piel de oveja, como decimos nosotros los rusos, además con estas perspectivas inciertas y un riesgo demasiado grande.


Si alguien tiene que asumir los costos morales, materiales y financieros para restablecer el orden, es lo que piensan, dejemos que sean a los rusos.

En principio, la estrategia de contener el conflicto de Crimea es lo mejor tanto para Kremlin como para Occidente - y tal vez incluso para las nuevas autoridades de Kiev también. En los últimos tiempos la prensa alemana ha instado a Ucrania a sacrificar Crimea en aras de su integración a Europa.
El problema, sin embargo, es que el proceso se está desarrollando de forma espontánea, y que ya no está controlada por unos pocos políticos.


Tanto en Moscú como en Kiev los gobiernos  han demostrado claramente en el período reciente que son incapaces de elaborar una estrategia a largo plazo. Por tanto, es evidente que la crisis va a crecer y profundizarse, pero no de acuerdo con el escenario prometido por los que se están aterrorizando a sí mismos y a los demás con el espectro de una guerra ruso-ucraniana.

Más que probable es que las actuales autoridades de Kiev no resistan mucho tiempo, bajo cualquier circunstancia. Los comentaristas en Moscú que simpatizan con ellos nos recuerdan constantemente que la mayoría de los ministerios en el nuevo gobierno no están en manos de los radicales de Svoboda o del sector de derecha, sino de los políticos más moderados. Al mismo tiempo los comentaristas no mencionan que estos "moderados" son rehenes de los radicales. Como dijo Mao, "el poder nace del fusil".


En circunstancias en que el ejército ha caído en pedazos y los órganos de aplicación de la ley o bien han sido destrozados o están desmoralizados, han sido colocados bajo el control del sector de derecha y son los nacionalistas radicales que controlan la situación. Los "moderados " en el gobierno sólo son tolerados porque se han comprometido a detener la separación de las  provincias orientales.


Cuando ya no están dispuestos a hacer frente a esta tarea serán purgados.
La  Ucrania occidental se moverá entonces contra Kiev buscando la formación de un gobierno "nacional" más decidido y como "respuesta a la agresión rusa", o el mismo impulso vendrá de dentro de la propia capital. En cualquier caso la presión de la derecha dará lugar a un gobierno que por sí mismo hará que la propia Kiev se levante en rebelión

En el este, por su parte, la desintegración del Partido de las Regiones y el colapso de la antigua administración no han dado lugar a la "marcha triunfal " del movimiento Maidan, sino por el contrario, a la creciente resistencia a las nuevas autoridades que dominaban en Kiev.
Entre los izquierdistas, la profunda crisis económica está sembrando la esperanza de que las manifestaciones bajo "consignas nacionales" pronto sean reemplazadas por las protestas basadas en la clase, tanto en el este como el oeste. 

Evoluciones de este tipo, sin embargo, no se producen automáticamente.

Ni Maidan ni las manifestaciones en el este han tenido el carácter de una revolución popular espontánea. En ambos casos, hay fuerzas externas que se han involucrado. La naturaleza de clase del nuevo régimen en Kiev se demostró con claridad sorprendente cuando oligarcas multimillonarios fueron nombrados para puestos clave en las regiones orientales.
A cambio de "estabilización" se les ofreció la oportunidad de privatizar no sólo la economía de las provincias orientales sino también las funciones del poder.


Mientras tanto, hay que señalar que los que están llegando al poder en el Este no son exactamente los hijos e hijas de las masas populares.

El único motivo para el optimismo es el hecho de que desde el principio, el vector ideológico de las protestas en el este ha sido diferente de la del oeste. Activistas de izquierda fueron expulsados ??del Maidan en Kiev y golpeados (y ni hablar de lo que pasó con los símbolos de izquierda y monumentos). En Jarkov y Odessa, por el contrario, los monumentos soviéticos fueron defendidos, y aquí y allá la gente incluso levantó banderas rojas.


Pero no  hay que hacerse ilusiones aquí, de lo que se trata por el momento es de diferencias culturales en lugar de posiciones de clase. 


Los miembros de la izquierda tienen que trabajar en el movimiento de protesta en las regiones orientales, fortaleciendo su influencia y ayudando a dar forma a un programa positivo. En este caso, hay una posibilidad real de que todo el movimiento se puede desplazar a posiciones más progresistas, y que la izquierda puede ganar hegemonía dentro de ella. 

Esto no es más que una  potencial apertura, pero con el movimiento Maidan ni  tal posibilidad existía.

El conflicto que se desarrolla en Ucrania no es una lucha del bien puro contra el mal sin ambigüedades. Ni siquiera es una contienda entre un sur "Ruso" y un este y un oeste de una " Ucrania".
En ambos casos, los intereses económicos se entrelazan con las contradicciones culturales y la lógica del conflicto está dando lugar a la formación de alianzas que no siempre corresponden a las ideologías declaradas


Lo que está ocurriendo no es tanto una división dentro del país sino más
 bien su fragmentación


La guerra mundial de la cual los patrioteros y rusófilos liberales escriben con tanta anticipación, no tendrá lugar. Tampoco habrá una guerra entre Rusia y Ucrania. Lo que habrá probablemente ni siquiera sea una guerra civil, en la forma en la que nos imaginamos. 

Pero habrá algo que podría ser peor que una guerra civil: el caos, lleno de violencia arbitraria y sin sentido por parte de todos contra todos. Si esto ocurre, el peor de los escenarios posibles llegará a pasar. Al igual que en Somalia o el Congo.

El único resultado positivo de esta crisis sería una federalización del Estado combinada con una democratización de las administraciones a nivel local (en caso contrario, la federalización simplemente llevará al país estar dividido entre los grupos oligárquicos). Pero esto también es un programa de revolución democrática, que bajo ciertas condiciones podría extenderse a la revolución social.

Sobre todo si los cambios  comienzan a suceder por su parte en la propia Rusia.

Pero incluso si esto no se produce en un futuro próximo, debemos esperar que

 dentro de Ucrania haya fuerzas capaces de resistir la lógica de la 
 desintegración y que empiecen a madurar


traducción Fernando Moyano



posta - postaporteñ@ 1128 - 2014-03-08


El SODRE, su Orquesta Sinfónica

 y sus autoridades

Contra comunicado OSSODRE

Debido al  cúmulo de inexactitudes contenidas en la información brindada a la población mediante el comunicado emitido por el MEC en los últimos días –divulgado profusamente en los medios de comunicación- los integrantes de la OSSODRE, afiliados a AFUSODRE, nos vemos en la penosa obligación de dar a conocer los datos reales de la situación  actual de nuestra orquesta, con la esperanza de que éstos sean tenidos en cuenta con el mismo realce que se le brindó a la versión oficial.

 Quienes orgullosamente integramos la OSSODRE reconocemos que se han constatado  avances en infraestructura. Por primera vez contamos con una sala de ensayos adecuada, luego de décadas de padecer condiciones lamentables, que hasta no hace mucho tiempo eran causa frecuente de accidentes laborales con graves consecuencias para la integridad física de los músicos y el deterioro de los valiosos instrumentos.

Valoramos la concreción en lo que respecta a la adquisición de instrumentos gracias al apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional, lo cual significa un avance tan importante y necesario para un Orquesta profesional. Entendemos que sobre ese punto debemos seguir trabajando con el fin de brindar calidad sonora a la OSSODRE.

Los integrantes de la Orquesta Sinfónica del SODRE consideramos un acierto de la Dirección Artística la designación del Maestro Stefan Lano como nuestro Director Musical y manifestamos nuestro más firme apoyo a su gestión.

No obstante debemos señalar que las autoridades no han regularizado su situación contractual desde hace meses.
No nos olvidemos que su predecesor, el Maestro brasileño Roberto Tibiricá, se vio obligado a renunciar a su cargo a los pocos meses de haber asumido, debido a la falta de condiciones aceptables para continuar ejerciendo su función.


Con respecto a la resolución de los concursos de 2000, 2003 y 2006, entendemos que era obligación de esta administración sacar dichos expedientes de las lagunas legales en que se encontraban, para de esa manera posibilitar las homologaciones. 
No es en absoluto un logro de ella. Fue decisiva la participación de los músicos y sus Delegados para que esto sucediera.
Infinidad de veces debimos ir con el expediente en mano, de oficina en oficina, ya que se extraviaba en alguna dependencia o quedaba encajonado semanas, meses o años. Esa fue la manera en que se trató a profesionales de la música que se presentaron y ganaron  un concurso de oposición y méritos evaluado por jurados internacionales de altísima calificación.
Concursos que no fueron realizados ni por el Gerente General del Auditorio, ni por su director Artístico, ni por ninguna autoridad de las que hoy nos cuestiona.


 La audición a la que se hace referencia fue planteada por los propios integrantes de la OSSODRE, quienes a raíz de la falta de llamados a concursos, intentaron establecer un orden dentro de las distintas filas de la Orquesta. Dicha audición fue aprobada pero no respetada, en principio, por las autoridades. 
Fue el primer reclamo que la OSSODRE realizó en febrero a su reintegro de la licencia.
 Es una falacia decir  que ensayamos dos horas y media con treinta minutos de descanso. Quien redactó el comunicado del Ministerio no se tomó el trabajo de leer los Reglamentos de la Orquesta. Nuestro régimen laboral es de seis horas diarias, conformadas por tres de presencia en ensayos de conjunto y tres de estudio individual de las partituras en preparación.
Tres horas que en general se convierten en cinco y hasta seis, debido al grado de dificultad de las obras.
Comparar nuestros horarios de trabajo con los del cuerpo de baile es un absurdo muy perverso y demuestra la mala fe de las autoridades al intentar desacreditar nuestra labor frente a la opinión pública.

Son tareas artísticas con especificidades totalmente disímiles.
 Con respecto a la cantidad de servicios, manifestamos que su reducción en la actual Temporada se debe a la falta de planificación por parte de la Dirección Artística y a las constantes “desafectaciones” que ha venido sufriendo la OSSODRE. Recordemos que en varias ocasiones nuestro colectivo ha sido marginado de los espectáculos de ballet, elemento que provocó que el año pasado comenzáramos nuestra licencia el 8 de diciembre.
 Asimismo, el Consejo Directivo recortó drásticamente la programación que presentó el Maestro Lano para la Temporada 2014 en agosto del pasado año. 
Responsabilizamos al Director Artístico y al Consejo Directivo por tan lamentable situación.
De la planilla de sueldos que se presenta en el comunicado, se desprende que o bien se nos debe gran parte de esas cantidades, o de lo contrario se está mintiendo.

NINGÚN INTEGRANTE DE LA OSSODRE HA PERCIBIDO ESAS REMUNERACIONES HASTA EL DÍA DE HOY

Lo declaramos enfáticamente. Están como prueba irrefutable nuestros recibos de sueldo. El salario que han cobrado los músicos con categorías más elevadas, no supera los veinticinco mil pesos (nominal).

Y así como queremos desmentir las cifras publicadas por el MEC, queremos reconocer el enorme esfuerzo que el Señor Ministro de Cultura, Dr. Ricardo Erlich, ha hecho para con el SODRE en lo que respecta a la aprobación de dos partidas de dinero para los cuerpos estables del SODRE, la cual fue aprobada de la última rendición de cuentas. Esta implicará incorporar al sueldo de los músicos de la OSSODRE, una partida extra en carácter de conservación de instrumentos y otra para perfeccionamiento técnico.

Esta última partida será distribuida entre les cuerpos estables de la Institución. Creemos que luego de décadas de olvido por parte de las autoridades en lo que respecta al salario de los músicos de la OSSODRE, será un avance muy importante, con el cual debemos seguir trabajando en conjunto para seguir progresando en el tema salarial.

Dichas partidas no han sido efectivizadas al día de hoy valga la aclaración.

Al mismo tiempo, y en contraposición de lo anteriormente expuesto, queremos poner en público conocimiento, los salarios de aquellas figuras políticas que ingresaron sin concurso alguno y que son los responsables directos de la vergonzosa situación que vive la OSSODRE:

SALARIOS:    Auditorio  Adela Reta  SODRE

Resolución Nº 071/2013

 Director  General $ 169.709/  Director Artístico – $ 169.709 /Director Artístico BNS $ 169.709 /Gerente BNS  $ 108.269 /Directora General de las escuelas $ 80.944 /Secretario General  $ 75.000
          Resolución 072/2013
 Coordinador Administrativo BNS $ 49.450/  Coordinador de Proyectos  BNS $ 41.500 /Coordinador Escenario  BNS $ 51.162 /Gerente Financiero Contable $ 55.803 /Coordinador Capital Humano $ 50.312 /Gerente de Imagen Institucional  $ 50.312

¡Es completamente falso que se haya solucionado el tema de las diferencias de categorías adeudadas desde hace 2 años!

NINGÚN MÚSICO A QUIEN SE LE ADEUDA DICHA DIFERENCIA, LA HA 
COBRADO.

Tanto en el comunicado del MEC, como en varias declaraciones a los medios realizadas por la Presidenta del SODRE y el Director Artístico, se ha puesto un despectivo y especial énfasis en la duplicidad de funciones que ejercemos muchos de nosotros en dos de los tres organismos sinfónicos. Hace ya más de tres décadas se arrastra esta situación no deseada por ningún músico de este país. Aspiramos fervientemente a trabajar en una sola orquesta cuya remuneración nos permita vivir de manera digna.

Desde hace bastante tiempo, representantes de la OSSODRE, la Orquesta Filarmónica de Montevideo y la Banda Sinfónica creamos un grupo de trabajo para estudiar este complejo fenómeno. A principios del año pasado, luego de profundos análisis, elaboramos un documento que contiene las pautas fundamentales para la discusión y solución de la duplicidad de funciones de los músicos sinfónicos. Este documento fue presentado hace un año a las más altas autoridades: el Vicepresidente de la República, el Ministro de Educación y Cultura, la Intendenta Municipal de Montevideo, el Consejo Directivo del SODRE y al Director de Cultura de la IMM, convocándolos para un ámbito de debate que elaborara soluciones a mediano plazo para esta problemática. Hasta el momento no hemos obtenido ninguna respuesta. No sólo eso, sino que es uno de los argumentos utilizados para denostarnos m&aa cute;s duramente.
En cambio, quienes sí ejercen activamente el multiempleo y no son censurados por nadie, son justamente nuestros jerarcas. 

El Director General del Auditorio, cuyo sueldo, como vimos más arriba, es de $169.709, ejerce simultáneamente el cargo de coordinador de la licenciatura en Gestión Cultural del CLAEH, en el que percibe un salario líquido mensual de $20.000.
El Director Artístico, de profesión cantante lírico, no dejó de intervenir en varias producciones de ópera, tanto en Uruguay como en el extranjero desde que asumió su cargo en el SODRE.

Estamos de acuerdo en el notable incremento de la asistencia de público a nuestros conciertos, pero el comunicado del Ministerio soslaya totalmente el papel que desempeñamos nosotros para que esto ocurra. Nuestra querida orquesta hace varios años que se encuentra en un ininterrumpido proceso de superación artística, señalado constantemente por la prensa especializada y cuya expresión más elocuente es el fervor de los espectadores luego de cada presentación.
 Nos sentimos alejados del interior del país. Hace años que no salimos asiduamente de nuestra sede. El año pasado sólo lo hicimos una vez, y para el actual hay programada una única actuación fuera de Montevideo. Lamentamos que la OSSODRE haya sido excluida de conciertos en otros departamentos, donde hay muchos compatriotas ávidos de buena música.
 Es triste que se esgriman mentiras en este comunicado, que manifiesta desprecio hacia los músicos profesionales. De todas maneras, los integrantes de la OSSODRE, 
a pesar de esta actitud, estamos siempre dispuestos al diálogo.
Se ha tratado de tergiversar el carácter de nuestro conflicto.
 En esta ocasión nuestras reivindicaciones no son en absoluto de tipo salariar. 
 Denunciamos enérgicamente el desmantelamiento paulatino que viene sufriendo la Orquesta
 Sinfónica del SODRE, fundada en 1931, la más antigua del continente, orgullo 
de la cultura nacional.
Defendemos y seguiremos defendiendo sin tregua los derechos laborales de los

 trabajadores de la cultura, conquistados en largos y duros años de lucha.
 No permitiremos un modelo neoliberal para nuestras instituciones culturales.

¡Exigimos la recontratación inmediata de los compañeros injustamente
 excluidos, con plena vigencia de todos sus derechos!

La plantilla de la OSSODRE es de 96 músicos.

 Por una OSSODRE para todo el pueblo         AFUSODRE COFE PIT-CNT


posta - postaporteñ@ 1128 - 2014-03-08


 

Organización y lucha frente al ajuste

El 12 de marzo todos
a Plaza de Mayo

Porque no alcanza y plata hay    

 
     Tal como se resolvió en la reunión de la conducción nacional de la CTA, junto a la Multisectorial y la CSC (Coordinadora Sindical Clasista) marchamos a la plaza de Mayo, para exigir la reapertura de paritarias YA!, aumento del 35% y 3000 pesos de 

emergencia para los trabajadores y las trabajadoras de todo el país, Salario 
mínimo de 8500, jubilaciones y planes sociales igual al salario mínimo,  82% 
Móvil para nuestros jubilados, eliminación del impuesto a las ganancias a los 
 trabajadores,  prohibición de despidos y suspenciones, NO a la criminalizacion
 de la protesta,  derogación de la ley antiterrorista, 

La convocatoria es para el miércoles 12 en Av. de Mayo y 9 de Julio a las 16hs

 horas, para marchar a Plaza de Mayo.

La jornada de lucha, paro y movilización será nacional y se sentirá de Ushuaia a La Quiaca:

¡Basta de reprimir a los trabajadores!, ¡para que no 
 descarguen el
 ajuste sobre las espaldas de los trabajadores!

A más ajuste y menos derechos, los trabajadores respondemos con 
más lucha y organización!!! 
 
 

CTA

 central de trabajadores de la argentina

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