lunes, 15 de diciembre de 2014

1302* ¡Hasta cuando seamos ciegos! ¡Hasta que lloremos de tánto volver!



Número 1302 | diciembre 14 de 2014 | Año IX

Sobre La Carta Dirigida A Huidobro


Estimada Laura Alonso muy interesante su carta a Huidobro, pero para mí está vacía de contenido cuando usted eligió a los hombres que después lo asignan como ministro y le dan el visto bueno en todo
Aquí no es solo Huidobro, es el tercer periodo del frente y no se habla de mandarlo a su casa,
Perdone pero usted es cómplice que Huidobro sea ministro y por lo tanto inconscientemente está aceptando todo lo que está pasando con respecto a los derechos humanos
 

CLAIR BARCELLOS



posta - postaporteñ@ 1302 - 2014-12-14
 

HUBO ESCRACHE a Pedro Barneix


Cientos de personas nos movilizamos  a la casa del general impune, se pintaron siluetas se habló con los vecinos. En momentos de impunidad la respuesta está en la condena social

ACÁ ESTA LO LEÍDO ADEMÁS DEL REPUDIO TOTAL  A HUIDOBRO Y SU ESTRATEGIA DE IMPUNIDAD
DEL REPUDIO A LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA Y LAS CHICANAS JURÍDICAS PARA AMPARAR A BARNEIX 
DEL REPUDIO QUE  MERECE EL TRASLADO DE LA FISCAL SALVO Y EL SUMARIO A LA FISCAL TELLECHEA. QUE DILATA OTRA VEZ LOS EXPEDIENTES DE VIOLACIONES DE TORTURAS Y DESAPARICIONES.


POR EL CHIQUITO PERRINI ¡PRESENTE!
POR TODOS LOS ASESINADOS Y DESAPARECIDOS!

Compañeras, compañeros

Hoy a tantos años seguimos en pos de los sueños emancipadores.
Y de alguna manera haremos justicia. Creímos, creemos como dice una canción que bajo el paso de una historia, que iba a alzar hasta la gloria, el poder de la razón, íbamos, a concretar  la sociedad de la justicia. Sí, estamos seguras. Que dealguna manera  destruiremos este injusto mundo y levantaremos ese sitio soñado. El de todas y todos los asesinados y desaparecidos.

En este tiempo donde tanto vendes, tanto vales, queremos tomar el ejemplo de Carmelo.

El sufrimiento que el terrorismo de Estado generó en ese pueblo, fue resistido con una red de solidaridades que hoy se expresan en la permanente búsqueda de verdad y justicia. Y lo más importante esas historias se trasmiten de generación a generación, ahí  la memoria anda viva. De abuelos a padres, de madres a hijos, de hijas a nietos.
En estos pueblos, donde todos se conocen, la resistencia se ve expuesta. Toda dignidad, toda opinión, fue arbitrariamente catalogada de subversiva, la más mínima resistencia fue causal para ser detenidos, llevados  a comisarías y cuarteles donde se era interrogado, violentado, torturado y asesinado

Dijimos en el escrache a Perdomo: que en 1974, en la ciudad de Carmelo el 26 de febrero, mientras el carnaval recorría las calles,  el terror llamó a la puerta de Chiquito Perrini, heladero, padre, compañero, detenido por la patota militar del cuartel, Nº 4 de Colonia.Entre esa patota militar estuvo Pedro Barneix
Hoy ya cansados  de la espera, de los tortuosos caminos de las políticas de Estado, que reproducen la injusticia, el dolor y el horror, seguimos luchando.
Seguro que justicia que tarda no es justicia. Estamos asqueados de tanta impunidad porque esta abre una y otra vez las heridas del terror.

¿Cómo llegar a la verdad?

¿Qué hacer con todos los impunes?

¿Qué hacer con el Gral. Barneix?

¿Cuál es la verdadera justicia?

De alguna manera tendremos que hallarla, no, no es fácil lo sabemos, lo sabes…  y aunque faltan fuerzas nunca será tiempo de olvidar, nunca será tarde para luchar.
Y aunque las horas, los años, las décadas  pesen como piedras en nuestra espalda acá estamos, sosteniendo la memoria, la bandera, la pelea. Como sin duda lo ha hecho todo un pueblo.

Que buscó, que no creyó las mentiras, que anda cada 3 de cada mes reclamando en la plaza por el Chiquito frente a su heladería. Cada 3 de cada mes hay un pueblo que te condena, por cobarde, por torturar, por asesino, por escalador. Porque sin duda el repudio del pueblo de Carmelo, es el sentir de los familiares, de sus amigos, de sus vecinos, de sus compañeros.
Carmelo no olvida. Y allí en un pueblo chico, la dignidad se agiganta.
Allí, el Chiquito ha sido y es esa referencia, que acrecienta la memoria.
Barneix,  está condenado. Por asesino, por torturador, por genocida.
No negociamos con la sangre de los caídos. No habrá ningún silencio capaz de acallar la voz de los libres. 

¡Nuestras voces  se expanden  para decir BASTA!
No habrá perdón, no habrá olvido.

Los genocidas,  torturadores y asesinos,  no tienen lugar entre  nosotros

No es un vecino cualquiera, no es un viejito cualquiera, que pasea su perro por el barrio.

Que nadie lo salude.
Que nadie le venda nada en el barrio

Que la condena se concrete repudiándolos, señalándolos, condenándolos
Qué todos los crímenes que cometieron no queden  impunes
Porque la condena social es nuestra voz. El primer grito en pos de la justicia
El repudio un arma cargada de memoria

 Mientras haya impunidad, mientras no haya justicia habrá Escrache


AHORA JUSTICIA!!
Plenaria Memoria y Justicia


- postaporteñ@ 1302 - 2014-12-14
 

La Táctica Trotskista Del Entrismo (4)

Las estructuras partidarias

Rolando Astarita [Blog]

Las partes anteriores de esta nota aquí, aquí y aquí.

Lo que hemos planteado en los apartados anteriores cobra mayor relieve cuando se trata de los partidos o movimientos de masas. La famosa frase de Marx y Engels sobre que “las ideas dominantes de la clase dominante son las ideas dominantes de cada época”,  parece aplicarse doblemente a las organizaciones políticas que defienden programas y políticas burguesas, o burocrático-estatistas

Parafraseando La ideología alemana, podemos decir que los dirigentes de los partidos y movimientos burgueses, pequeño burgueses o burocráticos son los productores, reguladores y distribuidores de las ideas, o ilusiones, que adoptan las bases y simpatizantes de esos partidos y movimientos
En esta cuestión tienen un papel decisivo los “ideólogos conceptivos activos” (el término es de Marx y  Engels) asimilados por las direcciones partidarias, y más en general, los “intelectuales orgánicos” (Gramsci) que ofician de mediadores entre las direcciones y las bases. Precisemos que no se trata solo de los “altos ideólogos”, sino también de cientos o miles de personas que abarcan periodistas, funcionarios del Estado, trabajadores de la cultura, así como los cuadros medios de dirección, los encargados de organización en todos los niveles, y los militantes formados. 

Todo esto se potencia cuando el partido o movimiento controla las palancas del Estado, o directamente se fusiona con el mismo. En estas circunstancias el rol de estos intelectuales, desde los niveles más altos a los puestos más humildes, adquiere aún mayor relevancia . Comúnmente esta gente apoya un “ajuste a lo FMI” argumentando que “estamos afianzando el poder popular y la transformación revolucionaria”; y puede defender sin remordimientos la represión a un movimiento popular de protesta, o a una huelga, con el argumento de “le hacen el juego a la derecha y a los grupos económicos concentrados” (cualquier similitud con el discurso stalinista tradicional, no es casualidad)

Agreguemos que los partidos y movimientos de masas que se adaptan al sistema capitalista disponen de innumerables recursos materiales: representaciones parlamentarias, puestos a niveles municipales o provinciales, direcciones de sindicatos y otras organizaciones de masas, que dan lugar a un universo de posibilidades para silenciar críticas, disimular problemas, justificar lo injustificable y fortalecer adhesiones
Por lo tanto, los trotskistas que hacen entrismo no militan en un vacío ideológico y político. Si a nivel social general las experiencias están mediadas por los discursos e ideologías, esto se repite a escala ampliada al interior de los partidos y movimientos izquierdistas (en un sentido amplio del término) de masas. Por eso, ante las crisis, suelen surgir fraccionamientos de izquierda que terminan canalizando el descontento partidario hacia renovadas alternativas burguesas, burocráticas, nacionalistas estatistas, etcétera. Si bien el entramado de ideas que se articula al interior de las organizaciones izquierdistas de masa no puede anular la lucha de clases, sí explica las formas particulares en que se digieren los procesos que los marxistas acostumbran caracterizar como “decisivos” para la siempre esperada radicalización a la izquierda de las bases.

Pero además, las direcciones de las organizaciones políticas burguesas y burocráticas habitualmente recurren a fraudes y manejos en las elecciones de delegados a Congresos y otros organismos, y a la represión de los disidentes. El ataque comienza por lo general con campañas difamatorias –los críticos son “entristas”, “fraccionalistas”, “agentes de la CIA” y similares- y después siguen los “juicios políticos” y las purgas

Cuando los burócratas y dirigentes “de toda la vida” ven amenazadas sus fuentes de subsistencia –en particular, su relación con cualquier sistema de explotación del trabajo- no hay límites ni estatutos democráticos a respetar.  Dados los ingentes recursos de que disponen estos aparatos, estas operaciones pueden generar desconfianza y desánimo en muchos sectores, y facilitan el aislamiento de los críticos. Se demuestra por esta vía que estas organizaciones en las que se hace entrismo no son “vacuas”, o “indefinidas en cuanto a su contenido”, como piensan algunos teóricos del entrismo siglo XXI. Las difamaciones, el silenciamiento a cualquier costo del disidente, las expulsiones, revelan la naturaleza de la organización. Son formas propias a sus contenidos de clase. Por eso tampoco, el carácter de clase de estas organizaciones no cambia de la noch e a la mañana (al pasar, es una tontería mayúscula pensar que hasta las vísperas de la firma del pacto del Frente Popular la SFIO francesa era “centrista”, y que al día siguiente de la firma de ese pacto se convirtió en “agente de la burguesía”).

La discusión sobre el entrismo de corto y largo plazo

Una de las cuestiones más debatidas en torno al entrismo pasa por si debe aplicarse por un corto período de tiempo, o si es una táctica de largo plazo. Los que afirman que es de corto plazo argumentan que el entrismo se justifica cuando hay un proceso de radicalización revolucionaria de las masas trabajadoras; por eso, se sostiene, el entrismo es por algunos meses, para romper encabezando una ruptura masiva y a la izquierda. Los que afirman que hay que trabajar con un horizonte de largo plazo justifican su postura diciendo que es necesario ganar a las masas con un trabajo paciente y perseverante, a la manera de “topos revolucionarios”.
Pues bien, en base a lo discutido más arriba, pensamos que las dos variantes hacen abstracción de las condiciones concretas –sociales y políticas- que rodean las tácticas entristas. En lo que respecta a los “cortoplacistas”, pecan de ingenuamente optimista. Según este esquema, sería posible detectar el ascenso revolucionario con anticipación, incorporarse rápidamente al partido o movimiento de masas “centrista indefinido”, presentar programas y consignas diferenciadas de la dirección (y de cualquier otra tendencia izquierdista pero no revolucionaria) y ganar a amplios sectores de la militancia y simpatizantes que estarían dispuestos a acompañar a los recién llegados.

La realidad es que en ningún lugar algún grupo marxista se hizo de la dirección de un proceso revolucionario por esta vía. A lo sumo, se ganan algunas decenas o cientos de militantes. Activo que debe ponerse en relación con el pasivo que se tributa: rupturas y disidencias tanto a la entrada como a la salida, acusaciones por “fraccionalismo”, y desconfianza de los trabajadores, que no entienden estas maniobras. Pero además se crea un caldo de cultivo para que prosperen las intrigas y acusaciones, y haya purgas y sanciones por doquier, que oscurecen el debate sobre las cuestiones fundamentales. Por eso, en última instancia, si hay un vuelco a las ideas revolucionarias –y para esto debió existir antes agitación, propaganda, actividad sistemática de largo plazo- es más factible que se produzca la adhesión, lisa y llana, a las organizaciones marxistas que ofrecen una alternati va definida, e independiente.

Por otra parte, en relación a los que plantean el entrismo de largo plazo, los problemas no son menos importantes. También en este esquema se hace abstracción de las condiciones concretas en que puede desarrollarse una militancia que pretende ir ganando posiciones paulatinamente. Lo principal: es imposible entrar a militar con banderas críticas e independientes, estando establecido el control de las direcciones y las burocracias partidarias. Dado que los marxistas necesitan ser aceptados en la organización, deben callar cuestiones esenciales, en especial en lo que atañe a caracterizaciones de clase de programas, direcciones, orientaciones políticas. Por ejemplo, si hoy se es militante del PSUV, es imposible explicar que los burócratas y milicos dirigentes del “Estado popular en transición al socialismo”, no son “compañeros confundidos”, sino explotadores hermanado s con la lumpen burguesía que se enriquece con ellos. 

  Pero si no se plantean las caracterizaciones de clase correctas, pierde sentido la propaganda por las ideas socialistas. Precisamente la razón de ser de un grupo político que se considera marxista consiste en llevar la crítica hasta la raíz.  Y esta no puede eludir las caracterizaciones de clase.  De ahí la tendencia general de los “entristas de largo plazo” (pero también los de corto plazo) es a embellecer a las organizaciones en que militan, y a disimular sus políticas burocráticas o burguesas. Así, hoy los trotskistas que hacen entrismo en el PSUV “miran para otro lado” cuando el gobierno de Maduro reprime al activismo sindical independiente, o sofoca huelgas y movimientos de protesta.

Pero además, a medida que el entrismo se prolonga en el tiempo, y en aras de mantenerse en la organización, se amplían las concesiones y “agachadas” ideológicas y políticas. Como dice el dicho en Argentina, cada vez hay que comerse más “sapos”. En esta dinámica, muchos terminan por “olvidarse” de que originariamente se incorporaban a la militancia para acompañar una ruptura revolucionaria, y se convierten en “consejeros de izquierda” de las direcciones y los aparatos burocráticos. O se identifican (aunque siempre con alguna observación crítica) con el programa y orientación de la organización “centrista vacua”. Un ejemplo de este proceso es el de aquellos entristas en el PSUV que proclaman que su objetivo es “defender el legado de Chávez” (¿qué tendrá que ver eso con el programa y estrategia del marxismo?) e “impedir” que la militancia descontenta rompa con la dirección, con la excusa de que “puede ser capitalizada por la derecha” (¿pero no es que había un proceso de radicalización revolucionaria?).
 El destino final de estas políticas de maniobras es que, o bien son cooptados por el mismo aparato al que decían combatir, o terminan expulsados, sin mayores repercusiones en lo que respecta a la relación global de fuerzas entre el capital y el trabajo.

En definitiva, no hay atajos

Como resumen de lo desarrollado en esta larga nota, quiero plantear una conclusión: hay que abandonar la idea de que se va a construir una fuerza revolucionaria y anticapitalista a fuerza de maniobras organizativas y “golpes de efecto”. Soy consciente, por supuesto, de que en este punto estoy enfrentando una tradición largamente establecida. El trabajo ideológico y político de largo plazo no puede ser reemplazado con maniobras del tipo de las entristas. Por lo argumentado más arriba, no se trata, por supuesto, de una mera cuestión táctica, sino de toda una concepción en la que están implicados problemas teóricos (lo hemos visto en torno a la caracterización de clase de la socialdemocracia, o del PSUV, para citar solo dos ejemplos) de relevancia


Rolando - postaporteñ@ 1302 - 2014-12-14
 

La CTA vuelve a la calle 

el 18 de diciembre


Spataro: “Ya es tiempo de organizarnos para pensar en cómo queremos vivir”

Jueves 11 de diciembre de 2014, por Miguel Aguirre 

El secretario Adjunto de la CTA Capital, Pablo Spataro, dialogó con ACTA para hacer una evaluación del año de lucha de las organizaciones territoriales de la Central y de cara a la Jornada de lucha del jueves 18 donde la CTA brindará con pan y agua con los jubilados.

¿Cómo fue este año para las organizaciones territoriales de la Central?

- Fue muy importante porque estuvimos en las calles con las banderas históricas de la Central y los reclamos de nuestros compañeros y compañeras. Estuvimos con nuestros Viejos y su pelea por una jubilación digna, estuvimos en la pelea por el salario y paritarias libres y sin techo  con los trabajadores y trabajadoras sindicalizados, peleamos junto a otras organizaciones por el acceso a la vivienda digna, también compartimos la pelea con los que luchan contra la tercerización y la precarización laboral, denuncia que tuvo su cara más visible en la carpa por el trabajo digno que instalamos en el obelisco, y por supuesto, estuvimos presentes en los debates y acciones acerca de la situación de nuestros pibes y pibas, situación que nos preocupa mucho porque vemos que avanza el paco y e l gatillo fácil en nuestras barriadas, a la vez que crece la desesperanza porque no hay trabajo digno. Ante todo eso, intentamos que la organización sea una perspectiva para ir resolviendo poco a poco las necesidades que tenemos como pueblo trabajador.

-¿Y en la Ciudad de Buenos Aires?

Acá dimos varia peleas. Con las organizaciones territoriales de la ciudad encaramos un tema muy importante para nosotros, como es el de resolver que no haya hambre es nuestros barrios y en nuestras familias, y con mucho esfuerzo hemos conseguido algunos logros importantes. Aunque por supuesto, sabemos que el tema para resolver de fondo es el trabajo y que nuestros compañeros no necesiten de los comedores. Si seguimos así van a techar la ciudad y van a hacer de ella un gran comedor. Nosotros no queremos eso, nosotros queremos discutir que políticas aplica el Estado en materia de trabajo, y cuáles son las necesidades concretas que hay en cada barrio.
Hace falta arreglar las escuelas, los centros de salud, las plazas y la infraestructura en general. Nuestros compañeros y compañeras, que además saben todo esto, son los más capacitados para hacer este trabajo

-¿Las dificultades que tienen acá, creen que se debe al posicionamiento de derecha del Macrismo? ¿No te parece que también en la Ciudad hay una parte importante de la población que desprecia a los pobres?

Hasta ahora nos organizamos para la supervivencia y ya es tiempo de organizarnos para pensar cómo queremos vivir. En todos los lugares donde estamos construyendo la CTA tenemos que instalar valores diferentes. Por ejemplo el MOI y el MTL cuando construyen casas y barrios enteros, además muestran que se puede vivir bien vinculándose con el de al lado. Muestran que se puede vivir de otra manera y esta es la mejor forma de mostrarle al resto de la ciudad cual es la sociedad que queremos. Fue importante también la Carpa Villera, en la que participamos con otras organizaciones, porque instalamos el tema de la urbanización de las villas. No puede ser que haya un millón de personas con problemas de vivienda y que, sin embargo, en la ciudad existen miles de casa vacías

-¿Cómo se preparan para la movilización del 18 con los jubilados?

Vamos a estar con toda la fuerza con nuestros viejos. Es una inmoralidad lo que pasa con las jubilaciones. Nos pasamos una vida aportando nuestro esfuerzo para que el ANSES pague estas jubilaciones de hambre. Vamos a estar rodeándolos con nuestro abrazo porque ésta pelea que están dando representa la dignidad que tenemos como trabajadores y trabajadoras


acta - postaporteñ@ 1302 - 2014-12-14

Adelanto de "Lo que no dije en Recuerdo de la muerte", 

de Miguel Bonasso


Luego de 30 años de la publicación de Recuerdo de la muerte, el libro que inició las investigaciones sobre los setenta y el primero en relatar los horrores vividos por los presos en la ESMA, Miguel Bonasso pone al descubierto algunas relaciones entre gobernantes y referentes de los derechos humanos con la represión y sus agentes antes, durante y después de la última dictadura.
 A continuación un capítulo de adelanto de este nuevo libro. ( Periodismo.com)
IX
Editorial Atlántida, 
cómplice de la ESMA

La foto es de 1994, cuando portaba el famoso gato o quincho que aumentaba su cabeza a proporciones duhaldistas. La sonrisa está a mitad de camino. La banda presidencial cruza el cuerpo escueto, ligeramente deforme, enfundado en un traje negro de dos mil dólares. La dedicatoria reza: “A mi amigo y compañero Héctor Febres, un abrazo con afecto”. Y la firma “Menem. 5/9/94”
La imagen descansa en el expediente por la muerte indefinida de Selva y tiene un sello al calce: “Nadia Samaha secretaria federal”. O sea la secretaria de la Cámara Federal de Casación Penal, sala número 4.
Demuestra varias cosas: en primer lugar, que el poder político siguió usando asesinos de la dictadura en plena democracia. Todos los presidentes constitucionales lo hicieron. Sin excepción.
El Alfonsín del Juicio a las Juntas tuvo en su custodia personal a Raúl Guglielminetti (a) Mayor Guastavino, uno de los más notorios agentes de la SIDE, el 601 y la CIA, famoso secuestrador de empresarios judíos y, de yapa, narcotraficante. Algunos consideraron que fue un error; especialmente, los partidarios de Alfonsín. El error se convirtió en contumacia con el famoso Grupo Alem, que hacía inteligencia paralela durante el primer gobierno constitucional. Pero hay más: durante la gestión del hombre que hablaba de la democracia como el elixir que cura todos los males, el capitán de corbeta Adolfo Miguel Donda Tigel (a) Palito o Gerónimo, f ue agregado naval en Brasil. En México, el carnicero de “El Vesubio”, coronel Pedro Alberto Durán Sáenz, fue sostenido por el gobierno en su puesto de agregado militar, a pesar de la protesta generalizada del exilio argentino que, finalmente, logró sacarlo, durante la correcta embajada de Facundo Suárez.

Adicionalmente, las leyes de Punto Final y Obediencia Debida borraron con el codo lo que se había escrito con la mano en el trascendente Juicio a las Juntas.

Carlos Saúl Menem llevó la impunidad de los asesinos al paroxismo con el indulto a los genocidas. Además, nutrió con ellos los organismos del Estado. El caso más notorio, aunque no el único, fue el del teniente coronel Pascual Guerrieri (a) Señor Jorge, que sentó plaza en la SIDE con el Tata Yofre y se quedó diez años.

Fernando de la Rúa, cuando fue jefe de Gobierno de Buenos Aires, empleó al coronel retirado Arístides Braccamonte, uno de sus antiguos condiscípulos en el Liceo Militar, como su asesor castrense. Tuvo que hacerlo renunciar, cuando se revelaron los antecedentes de Braccamonte en la dictadura, junto a genocidas del tamaño de los generales Jorge Olivera Rovere y Carlos Guillermo Suárez Mason. Pero el pecado de Braccamonte también había sido perpetrado en secreto por el propio De la Rúa, cuando conspiraba con Suárez Mason para derribar al gobierno de María Estela Martínez de Perón.
Eduardo Duhalde también tuvo lo suyo. Empezando por el ex agente de la SIDE Juan José Álvarez, cuya labor al frente de la Secretaría de Seguridad fue apoyada reiteradamente por el periodista Horacio Verbitsky y siguiendo por los autores intelectuales y materiales de la masacre de Avellaneda, entre los que destacó por su saña un chacal de la Bonaerense, el comisario Alfredo Fanchiotti, que asesinó personalmente a Maximiliano Kosteki.
Aun Néstor Kirchner, que fue el presidente más comprometido en el juicio y castigo a los culpables del genocidio, cobijó bajo el ala personajes vinculados con el espionaje de la dictadura, como el capo real de la SIDE, Antonio Stiusso (a) Stiles, más conocido en el gobierno K como “Jaime”.
Cristina Fernández de Kirchner ha ido mucho más lejos, al nombrar a un represor, como es el general César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, al frente del Ejército.

Pero la enumeración es corta y pálida, la podredumbre que bulle bajo la costra es mucho más amplia y esconde bichos como Zarattini o Rubén Osvaldo Bufano, el espía de la Barrick Gold, protegido durante años por el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, y su policía provincial.
La cariñosa dedicatoria de Menem a un asesino y violador serial, como era el prefecto Febres, demuestra otra cosa que no me voy a molestar en probar, porque llenaría páginas con nombres: la inmensa mayoría de los represores militares y policiales que utilizó la dictadura procede de la derecha peronista
El médico del represor Febres, Víctor Hugo Giuliani, volvió a declarar recientemente en la causa y aportó un dato revelador. Dijo que Selva le mostró una carpeta “que lo ayudaría a deslindar responsabilidades”, agregó que la iba a “usar en el juicio”. “Vas a ver —enfatizó— va a ser una bomba.” Giuliani le preguntó por qué no había hablado antes, permitiendo que lo colocasen en el nivel “de un Massera o un Acosta” cuando era un subalterno. Febres respondió que no había hablado antes porque suponía que “los juicios se iban a cerrar”, “que no se llegaría tan lejos”, y afirmó rotundamente: “Por eso yo voy a declarar en el juicio. Voy a deslindar mi responsabilidad. Voy a decir todo lo que sé y voy a comprometer a más de uno”

Recordando las múltiples amenazas que había sufrido, el Gordo Selva le dijo al médico: “Es un seguro de vida”. Giuliani no entendió la metáfora y preguntó: “¿Te vas a asegurar ahora?”. Febres tuvo que explicarle: “No, no, es un seguro de vida, porque si yo hablo…”. Y completó la confesión pasándose el canto de la mano por el cuello

La nota publicada en la revista Para Ti, el 10 de septiembre de 1979, titulada “Habla la madre de un subversivo muerto”, fue un golpe muy duro para todos los que luchábamos, dentro y fuera del país, tratando de mostrar al mundo la índole genocida de la dictadura argentina. Antes de la operación conducida por Sérpico, las teletipos hervían con noticias sobre la desaparición de Thelma Jara de Cabezas; su hijo Daniel había lanzado una campaña muy efectiva denunciando el secuestro. Julio Cortázar había escrito un artículo muy emotivo, que se publicó en El País de Madrid, y Sean McBride, el fundador de Amnesty International, destacó el caso en la asamblea anual del organismo que conducía. Ahora, sorpresivamente, la secuestrada por la dictadura reaparecía para denunciar que se había escapado al Uruguay, huyendo de las “amenaza s de muerte de Montoneros”
Recuerdo la angustia de su hijo Daniel, a quien encontré en México. No podía creer que su madre fuera “una traidora”, pero estaba sacudido por la contundencia de la “confesión”, un obvio montaje de los milicos. “Estoy seguro de que los va a cagar”, me dijo en una de las oficinas del MPM en Alabama 17. “No sé cómo, pero los va a cagar.” Tal vez estaba tan seguro por un dato clave, que no aquilaté debidamente en aquel momento: Thelma sólo habla en la nota de su hijo Gustavo Alejandro, a quien da por muerto —por primera vez— “en un enfrentamiento con fuerzas de seguridad”, pero no menciona nunca al primogénito Daniel. Aunque la revelación de la muerte de Gustavo iba en contra de la doctrina de Madres y Familiares (“con vida los llevaron, con vida los queremos”), no haber mencionado a Daniel es muy significativo y así se lo hizo sentir Sérpico cuando el periodista y el fotógrafo de Para Ti acabaron su repugnante faena. 
 El marino intuyó el porqué de semejante olvido: era un mensaje en clave para el hijo mayor que permanecía en México: “No creas nada de lo que puedan hacerme decir en esta revista. Estoy en manos del enemigo”

El artículo, firmado por un desconocido Américo Cerriti, que no figuraba en el staff de Para Ti, parecía redactado por el cabo Gorosito, y así lo señaló el Buenos Aires Herald, el único diario que se atrevía —de vez en cuando— a deslizar comentarios desagradables para los censores de la dictadura.
Algunos tramos confirman la sospecha del Herald:

—¿Qué fue lo que dijo McBride?

—Expuso mi caso como el de una “madre secuestrada por el gobierno argentino”. Me indigné. Pude ver con mayor claridad cuáles eran los objetivos de todos estos grupos. Me sentí mal. Usada. Como si jugaran con mis sentimientos

—¿Cuál es exactamente su situación ahora?

—Pienso que deberé estar mucho tiempo más en el Uruguay. No puedo negar que tengo miedo. Mi objetivo más importante es que estas declaraciones sirvan para que otras madres no se vean expuestas a los mismos errores

—¿Cuál es el balance que usted hace de todo lo vivido?

—Es un balance bastante doloroso. Todo lo que me ha pasado es triste, y pienso en todos los chicos, como Gustavo, que fueron utilizados por la violencia.
—Pero los que utilizaron a jóvenes como su hijo fueron los mismos a los que usted recurrió para pedir ayuda.

—Yo estaba desesperada. Quería saber dónde estaba mi hijo. Aceptaba cualquier cosa y ayuda que me ofrecieran. Pensé que se me veía como madre, como a un ser humano necesitado de consuelo y aliento. Luego, la realidad fue muy distinta. Nosotras, las madres, y nuestros hijos fuimos utilizados miserablemente. Cuando nos dimos cuenta, fue demasiado tarde.
—¿Qué encontró al final de su búsqueda?
—La decepción.

—Ahora, ¿qué le diría usted a los jóvenes como Gustavo?
—Les diría que este ejemplo tan doloroso que tengo para mostrar les sirva. Que no se dejen llevar por las influencias políticas de los extremismos que prometen utopías.
—¿Volvió a tener contacto con Amnesty o la Liga?
—No. Mi objetivo era conocer el paradero de mi hijo. Ahora que lo sé, no tengo nada más que hacer allí.

—¿Cómo se enteró de la suerte corrida por su hijo?
—Eso no puedo contestárselo. Sólo puedo decirle que me llegó a través de las Fuerzas Armadas.

—Por último, ¿qué les diría a las madres argentinas?
—Que estén alertas. Que vigilen de cerca a sus hijos. Es la única forma de no tener que pagar el gran precio de la culpa, como yo estoy pagando por haber sido tan ciega, tan torpe.
—¿En quién confía hoy?

—En Dios.

—¿Qué le pide hoy a Dios?

—Que no haya más madres desesperadas ni chicos equivocados.
No pude llegar al revés de la trama hasta septiembre de 2000, cuando me encontré en Buenos Aires con Thelma Jara de Cabezas y su hijo Daniel.
Thelma seguía recordando la mirada metálica de Sérpico Cavallo, cuando le susurraba:

—Yo sólo te lo propongo. Vos lo hacés si querés. Acá no se obliga a nadie a hacer lo que no quiere. Pero, si no querés, puntos suspensivos.
Fue una noche en la pecera de la ESMA, donde los peces atrapados por el Grupo de Tareas 3-3/2 cumplían su trabajo esclavo en cubículos transparentes, que habían suscitado la cruel metáfora del acuario.
—Bueno —musitó.

A partir de ese momento ascendió del sótano a la pecera. Un pequeño avance hacia una hipotética supervivencia. Allí convivió con otros dieciséis prisioneros que recortaban diarios, clasificaban las informaciones y las microfilmaban. Tuvo su cubículo junto a ellos y realizó tareas similares, hasta que empezaron los preparativos para la operación. En esos días, uno de los tipos de Inteligencia le dijo que su esposo había muerto el 23 de mayo.

Juan, el teniente de navío Juan Carlos Rolón, que ya había trabajado con periodistas extranjeros en el Mundial, la obligó a recitar y perfeccionar su “verso”: ella era una madre que se había desengañado de la actitud perversa de los montoneros y los organismos que defendían los derechos humanos. Perseguida por los terroristas, se había refugiado en el Uruguay, donde la ayudaban unos familiares. Allí se había contactado con la Armada, que la protegía.
Para el ensayo general, Rolón armó una entrevista con una periodista desconocida en una oficina de Entel, en pleno centro. Cuando la llevaba al ensayo, el prefecto Febres, le advirtió: “Si te da por correr, te mato”
La periodista sería lo que fuese y no ignoraba para qué estaba allí, pero el drama personal de esa mujer la superó. Cuando le preguntó qué hacía ahora, y Thelma le contestó que había hecho “un voto de pobreza para solidarizarse con los pobres”, apagó el grabador y se largó a llorar.

Cuando salieron del edificio de Corrientes y Maipú y caminaron unos metros entre miles de anónimos ciudadanos que no repararon en su presencia, la señora de Cabezas miró los ojos saltones del torturador Rolón y se asomó a su propio abismo: “¿Qué hago aquí junto a estos tipos que asesinaron a mi hijo?”, se dijo.

Un día la sacaron a la Panamericana y le tomaron fotos “producidas”, con un background de carteles comerciales uruguayos para fingir que estaba en Montevideo. Luego “la producción” incrementaría el verismo y la llevarían al Uruguay.
Cavallo, que en aquel momento había cambiado el apodo de “Sérpico” por el menos obvio de “Marcelo”, la llevó dos veces a la capital uruguaya. Apenas decolaba el avión, el represor se dormía. Tal vez para no tener que enfrentar un incómodo diálogo con su prisionera. Después, se ocupaba de todos los trámites. 

Ella no sabía lo que era el Plan Cóndor, pero en Carrasco los esperó dos veces un misterioso sujeto vestido de civil que hizo pasar los controles al marino y a la mujer de pañoleta y anteojos oscuros, que viajaba con un pasaporte a nombre de Magdalena Manuela Blanco, confeccionado en el sótano de la ESMA. Las dos veces fueron y regresaron en el día, pero se alojaron en un hotel relativamente bueno que la señora de Cabezas ubicó “cerca de la 18 de Julio y la Municipalidad”. En la primera ocasión deb&i acute;an encontrarse con unos periodistas extranjeros que, finalmente, no llegaron. 
En el segundo viaje se reunieron, en un departamento provisto por el misterioso uruguayo, con dos marinos del Centro Piloto de París y un periodista del News World, el periódico de la Secta Moon, la organización mafiosa que conducía el reverendo coreano Sun Myung Moon (fallecido en 2012) y que hizo del inticomunismo profesional un negocio internacional, no pocas veces al margen de la ley.

El News World publicaría un reportaje, que rebotarían después la agencia Télam y la propia nota en Para Ti.
Así llegó el Día D. La prisionera salió de la ESMA en un auto manejado por el Ruso, un “chupado” que simulaba ser pariente de Thelma. Otros dos vehículos, cargados de represores y armas, los escoltaban para impedir una impensable venganza de los montoneros. 
Allí iban el capitán Luis D’Imperio (alias Abdala), ex jefe del SIN y en ese momento a cargo del Grupo de Tareas; Marcelo, Rolón y Julia Sarmiento, una colaboradora de la Marina a la que Thelma temía, porque suponía que había sido su entregadora.

La caravana enfiló por Avenida del Libertador hacia La Pampa y Figueroa Alcorta, donde había una confitería que se llamaba Selquet. El local estaba vacío. La señora de Cabezas y el Ruso se ubicaron en una mesa preestablecida, donde un productor del terror había colocado un micrófono. A espaldas de la prisionera, caía un oportuno cortinado detrás del cual Marcelo se escondería a escuchar, como un villano del teatro isabelino.

Cuando ya estaban todos ubicados en sus puestos, hicieron su aparición un fotógrafo y un periodista de Para Ti Los dos jóvenes y nerviosos.
Al periodista no lo conozco. Al fotógrafo, sí. En los setenta integró el equipo de fotógrafos del diario Noticias, que yo dirigí y que clausuró el comisario Alberto Villar en persona.

En 1993, yo proseguía en Londres un destierro que ya se había vuelto voluntario; en una corta visita al país para buscar data sobre Héctor Cámpora (el real, no el ficticio), me encontré con el fotógrafo en Corrientes y Talcahuano. Al comienzo no lo reconocí, pero cuando me recordó que había estado en Noticias le di un gran abrazo.

Cuando el tema Thelma Jara de Cabezas llegó a la justicia, gracias a la tenacidad de Alejandrina Barry y su abogada Myriam Bregman, lamenté aquel abrazo:

el fotógrafo de Noticias, Alberto “Tito” La Penna se había convertido en el fotógrafo de Para Ti y de la Escuela de Mecánica de la Armada



En este libro hay un escalofriante relato sobre los peligros que acechan en los sótanos de la democracia: traficantes de niños que mueren a horas de ser llevados a Tribunales; nietos recuperados que eligen quedarse con sus apropiadores; pistoleros nazis devenidos empresarios K; financistas del genocidio en Centroamérica protagonistas del relanzamiento de YPF; huérfanos de la ESMA que celebran asados donde sus padres fueron martirizados; la Madre que se abraza con el General represor; servicios que pelean a los tiros; cuerpos policiales secretos que continúan operando sin control bajo democracia.

Escrita por: Miguel Bonasso
Publicada por: Sudamericana Fecha de publicación: 12/01/2014


- postaporteñ@ 1302 - 2014-12-14


Bienvenidos, presidentes, a la tierra del mate amargo


Cumbre del Mercosur en la Liga de los Pueblos Libres

Algunas líneas para observar el protagonismo de los pueblos en la necesaria recuperación de la unidad, y los temas que podría abordar el Mercosur en Paraná para colaborar con la emancipación, frente al poder de las multinacionales y el capital concentrado.

A orillas del río, y sobre empinadas barrancas, compartimos el Paraná con muchos hermanos de la América Criolla.
En esta cuenca del Paraná Uruguay se manifiesta nuestra vocación de unidad. Nadie comprenderá al río sin el pez, a la canoa sin el islero, al Paraná sin el Paraguay, no hay una frontera entre nuestros oídos y el trino de los pájaros, que no usan pasaportes.
La esclavitud y la muerte y tantos atropellos más del Potosí y el Famatina no nos autorizan a decir “cuenca del Plata”, nombre que naturaliza la invasión europea y sus intereses tan vigentes.
En nuestra Entre Ríos le decimos gurí al niño, igual que en suelo gaúcho. Somos la Argentina como herencia de una ciudad de la hoy Bolivia, y recibimos el nombre Entre Ríos por la pluma de un nicaragüense. No hay un grano de arena en Entre Ríos que no esté enlazado con la Patria Grande, con el Abya Yala milenario, y eso lo dice nuestro emblema: la banda roja gaucha, negra, charrúa, guaraní, ese tajo en homenaje a la sangre derramada, como bien lo dijo el Protector José Artigas

Abrazo de agua

Rodeados por el Paraná, el Uruguay, el Mocoretá, el Guayquiraró, con ríos como el Gualeguay, el Gualeguaychú o el Nogoyá que nos avenan de sur a norte, no ocultamos nuestra honda pertenencia al Abya Yala (América) desde las voces mismas, cuyos orígenes se pierden en el fondo de los tiempos.
Un fresco abrazo de agua la nombra para siembre, dice Carlos Mastronardi de nuestra provincia.
Y le agrega Juan L. Ortiz: hermanos míos: no puedo estar en esta fiesta amable porque sé de qué está hecha. Para que esta fiesta se hiciera para nadie fue necesario que os arrojaran a los caminos…
Toda la pureza del paisaje, y también el flagelo de la expulsión, desde hace por lo menos 500 años, sin solución de continuidad.
Paraná, que fuera la capital de la Confederación, pudo ser el nexo con los hermanos de todas las latitudes en el continente de Túpac Amaru y Zumbí y Jean Jacques Dessalines, de Micaela Bastidas y Bartolina Sisa y Juana Azurduy. La colonia impuso una metrópolis de cara a Europa, espaldas al continente, no ignoramos esa mancha en la historia argentina, pero en todos los rincones quedan rastros y raíces vivas de los conocimientos y las luchas por esa identidad común con nuestros pueblos hermanos.
El abrazo de agua no es un límite, es un puente. La unidad del Abya Yala no llegó con el idioma y la religión, como algunos pretenden. La invasión, el genocidio, jamás podrían dar como fruto el principio extraordinario de unidad.
Ayer, como hoy, se ha confundido unidad con uniformidad. Es como llamar selva a la soja, ni más ni menos.
Esa unidad que expresa la banda roja en la nunca muerta Liga de los Pueblos Libres tiene otra manifestación milenaria en el mate

Ama llulla

La rueda de mate, el mate mismo, expresa a los entrerrianos como a toda la región y es una tradición que subyace a las fronteras ficticias y nada tiene que ver con el paso de los años, menos aún con los cambios de gobiernos.
Allí, en el mate, nos sinceramos. Con un mate en la mano hablamos desde el corazón, el mate invita a nuestros antepasados, y entrelaza la vida del hombre con la savia del árbol, los rayos del sol, los nutrientes de la madre tierra.
En una rueda de mate no se puede macanear.
Allí se cumple la premisa antigua del Ama llulla, no mientas, que evocó Evo Morales el día que los europeos le frenaron el avión (como si hiciera falta otra demostración más de las bajezas de esa patronal del mundo que es Europa).
La unidad de nuestros pueblos es honda y milenaria, como el mate. Está en nuestra relación con los ríos, las lomadas, la selva, el mar, la cordillera y con todos sus habitantes; la unidad está en nuestra interrelación con las hierbas del monte, alimento y remedio, y en nuestro sentido de la armonía que no es compatible con el antropocentrismo desembarcado con las carabelas. La unidad está en la diversidad de caminos y ámbitos para el conocimiento, frente al epistemicidio europeo que impone lo suyo y desprecia todo lo demás (resultados a la vista).
La unidad está en el trabajo comunitario, en el ayllu, y también en las luchas por la emancipación, luchas que no han cesado porque los imperios se camuflan para continuar el régimen.
La modernidad, y con la modernidad el saqueo, no han terminado. Por eso nuestra unidad es un principio verdadero, lo más importante, y también necesario, útil

Están en su casa

Llega el presidente de Venezuela, ¡no es un extranjero aquí! Llega el presidente del Paraguay, ¡no es un extranjero!
Para qué decirlo, si nuestra Bandera Nacional luce un sol del Abya Yala en el centro.
Señores presidentes: están pisando su patria, están en su casa. 
Nuestro pueblo resistió por siglos la invasión europea, y lanzó al continente el grito federal desde la Batalla del Espinillo, a minutos de Paraná, hace 200 años. Venían a matar a José Artigas y se toparon con la verdad.
El destino de Nuestra América es la confederación. Para fogonearla, nada más apropiado que esta Liga de los Pueblos Libres que tuvo aquí sus principales lanzas. Si el Parlamento necesita una sede, la Liga de los Pueblos Libres puede ofrecer un sitio, cómo no.
Alguna vez dijimos Paysandú, con todo lo que significa, hoy podríamos dar otros nombres, (no queremos pecar de localistas, el localismo es un vicio).
Abya Yala, continente y contenido del comunitarismo que nunca muere, continente del compartir sobre el competir occidental; continente de la armonía de la humanidad en la naturaleza. A orillas del Gualeguay vivió Atahualpa Yupanqui, el mismo que cantara y recitara las letras del oriental Romildo Risso que dicen: si hay leña caída en el monte yo no vy’a voltear un árbol, po’el aire no puedo dir, de no, ni pisaba el pasto.
Mucho antes de que se desatara en el mundo la conciencia por la biodiversidad, aquí como en todas nuestras culturas se rendía homenaje a los compañeros del monte, de las orillas, se hacía del paisaje un culto y del hermano un complemento.  Esa cosmovisión está en los pueblos antiguos, y está en el criollo.
Las excepciones, las necesidades, las degradaciones, no deben ocultarnos ese mar de fondo.
Claro, no nos engañamos: aquí también se dieron los poderosos al extractivismo de los agronegocios y la tala rasa, a los transgénicos bien patentados por las multinacionales, a los monocultivos, y hay amenazas de fractura hidráulica y represamientos. No somos una isla, pero en todos lados surgen voces de conciencia, de alerta, asambleas que cultivan la hermandad antigua y siempre vigente, la hermandad de los hombres, la hermandad en la naturaleza.
Somos la provincia del Espinal: ñandubay, algarrobo, chañar, espinillo. Somos la provincia de la selva en galería: timbó, ceibo, sauce, aliso, curupí. La provincia del biguá en los humedales, el cardenal en los montes, y nada de eso nos separa, al contrario: vemos en la América Criolla un horizonte, como nos enseñó el poeta Marcelino Román.
Canta el entrerriano Linares Cardozo, hijo de un combatiente oriental: “no hay espinas para mí si riendas doy al soñar: igualito que el chingolo vivo entre el cardal”.
En aires de chamamé y milonga, en un cielito o una chamarrita, y en los tambores que renuevan nuestras esencias, escucharán ustedes sus propios ritmos, sus propias melodías. Sus sueños están en nuestros acentos

La herencia paraguayista

Si pudieran estarse un rato verían por allí un empaque en la mujer, en el hombre del litoral, como expresión del pueblo que se sublevó en dos tensas noches en Basualdo y en Toledo para no asistir a la horrible matanza del Paraguay.
En aquel entonces, nuestros intelectuales repudiaron la Triple Alianza esclavista, oligarca y pro británica, y por eso fueron caratulados de “yerbócratas” y “paraguayistas” desde el poder metropolitano.
Y bien, somos los herederos de esos yerbócratas y paraguayistas, y del pueblo obrero que le dijo no al genocidio y que sufrió una y otra vez las invasiones. Pudieron someternos, de hecho han logrado, por años, que nuestro suelo sea una cancha para los negocios de las multinacionales, con familias expulsadas, que nuestros pueblos vivan en el destierro, y que nuestras calles lleven el nombre de Mitre, pero aquí sucede lo que en todos nuestros pueblos: brotan las hojas verdes por entre las hojas secas, como dice el poeta

Vestigios de la invasión

Señores presidentes, sabemos que los nombres pasan, los pueblos quedan.
Sin dudas todos tenemos una oportunidad de aportar un granito de arena para desenterrar esa unidad honda de los pueblos y la naturaleza, en el Abya Yala.
Si organizaciones, pueblos, mujeres y hombres sin títulos, sin poder, decimos hoy “Abya Yala”, tierra de sangre vital, tierra en plena madurez, para nombrar al bello continente que nos dio la vida en todos los sentidos, y si varios líderes pronuncian con naturalidad el Abya Yala, ¿por qué aún nos empecinamos con el nombre impuesto por el invasor?
¿No alcanzan 500 años de oprobios?
Ningún imperio, ninguna multinacional, ningún doctorcito, ha llegado a estas tierras a evangelizarnos con la voz “Abya Yala”. Estamos ante un nombre genuino surgido de un hondo pueblo nuestro, los Kunas de Panamá, recuperado por los quichuas y aymaras de nuestra región y difundido hacia los cuatro vientos. Es decir, nadie quiso imponerse, atropellar. Abya Yala es una voz legítima, está en las antípodas del colonialismo y la invasión, es un nombre tan nuestro como Paraná, Uruguay, Paraguay en la región.
Padecemos un Estado imperialista en el Abya Yala que se robó para sí el nombre de América, y bien, ¡que se lo quede!
Los pueblos sabrán qué hacer con un nombre tan apropiado para la invasión y el espionaje.
América se vincula con la invasión y las guerras fratricidas y las apropiaciones, Abya Yala nos da a todos una salida al mar, una entrada desde el mar.
América naturaliza la presencia amenazante de Inglaterra en Malvinas, Abya Yala es amigable con todo el orbe pero expulsa al invasor y comparte los territorios entre los hermanos. Malvinas es Abya Yala. 
América espía, Abya Yala cuida al vecino, le pregunta cómo andás.
América lanza bombas, Abya Yala se sienta en una rueda de mate y conversa los graves asuntos de la vida, como decía Yupanqui.
América aplica un bloqueo al hermano, Abya Yala invita al hermano a la mesa, baila sus ritmos y combate al imperio.
¿Y si decimos basta, y que viva el Abya Yala?
Basta de capitalismo, viva la comunidad, viva el ayllu, viva el tekohá.
Basta de individualismo, viva el jopói, la mano abierta mutuamente.
Ahora, los estados ¿están con la verdad que es imperecedera, o están con el régimen que tiene fecha de vencimiento como las mercancías?

Mercosur y capital

Todos sabemos que los estados están siendo interrogados por asambleas, organizaciones sociales, universidades, y eso podrá ser ocultado más o menos en la Argentina, pero está.
Hay coincidencias en muchas organizaciones desde el pie sobre el servicio del estado, en general, a la alta burguesía.
Sin embargo, las entidades como el Mercosur pueden, en algún momento, colaborar con la unidad y la emancipación.
Si nos atenemos a los temas que ya están tratando los parlamentarios del Mercosur, nuestras prioridades son obvias: la incorporación de Bolivia como principio fundamental, por la energía que le dará al encuentro.
También parece claro que nuestra unidad en torno del colonialismo reaccionario y amenazante desde las Malvinas debe expresarse en las primeras reuniones que se prevén para tender lazos con la Unión Europea.
Con el tiempo, las organizaciones civiles sabrán ingeniárselas para tener presencia en los organismos internacionales, sin por ello convalidar estados que sirven a intereses del gran capital

Sumak kawsay

Señores presidentes: frente al imperio de las multinacionales del dinero y la usura, frente a los nuevos modos del imperialismo y la colonia, frente a los engaños y las agachadas, frente a la enfermedad del consumismo, los entrerrianos nos reunimos en una rueda de mate y nos solazamos en el paisaje, en el silencio. Allí es donde uno se da cuenta.
Sumak kawsay, suma qamaña, küme mongen, equilibrio, vivir bien, armonía.
Aquí escuchamos el llamado a la libertad en los trinos de la calandria, vemos la confederación en el copete del cardenal, en la flor del ceibo. Aquí repetimos con los nuestros el “naide es más que naide”, que no es un igualitarismo pavo sino un hondo sentido de hermandad y dignidad. Aquí se nos va la amistad en un apretón de manos, como diría Linares, aquí se cultiva esa bella tradición que es la gauchada, cosas incomprensibles en occidente, claro, porque estamos en el Abya Yala.
Este pueblo con influencias recientes de inmigrantes italianos, españoles, alemanes, rusos, árabes, franceses, suizos y tantos otros, y con influencia original de todos los pueblos vecinos, vuelve la mirada a las condiciones milenarias del Abya Yala.
Aquí hallamos respuestas que no nos brindan los títulos de propiedad ni las patentes ni las góndolas del hipermercado.
En nuestro pasado más antiguo está nuestro más preciado futuro. Unidad, emancipación, confederación, arte, decolonialidad, antiimperialismo: lo demás se dará por añadidura.
Y hay que decirlo: nada de esto es un invento, nada surge desde un escritorio, lo hemos aprendido en los pueblos del Abya Yala.
¡Salud! Y gracias por la visita. Paraná es de ustedes

Daniel Tirso Fiorotto – Publicado por el diario  UNO – domingo 14 de diciembre 2014


tirso - postaporteñ@ 1302 - 2014-12-14 

 

Jorge Pizarro Álvarez, dirigente de los bodegueros de Walmart-Chile:

"La tarea es crear una nueva Central Única de Trabajadores para
el siglo XXI con los principios de Clotario Blest”

La travesía creativa desde un sindicato clandestino hasta la democratización colectiva de una organización masiva que no piensa detenerse.

Andrés Figueroa Cornejo

Como si el reloj-control que determina la medianoche de obreros azules fuera el orden natural de las cosas, ingresamos al tercer turno del centro de distribución logístico de la transnacional usamericana del retailer planetario, Walmart en Chile (http://es.wikipedia.org/wiki/Walmart_Chile).

De estas bodegas donde se transita en tres minutos por cámaras de 30º grados bajo cero y 30º grados sobre cero, salen las mercaderías que alimentan a la cadena de supermercados Líder, Ekono, Líder Mastercard y SuperBodega ACuenta, Central Mayorista y Espacio Urbano en sus formatos diferenciados según la segmentación social de los consumidores.

Pero Walmart compró la industria al grupo económico Ibáñez sólo hace unos meses. La familia Ibáñez proviene en línea directa de Carlos Ibáñez del Campo, presidente chileno en dos oportunidades: alrededor de los años 30’ y de los 50’ del siglo pasado. El militar y político fue un fascista en regla: participó en un par de golpes de Estado antes de acceder al Ejecutivo mediante elecciones; se acriminó con comunistas y homosexuales, creó la fuerza de carabineros (a la italiana), se concentró en la policía política, y adoptó un programa nacional-desarrollista basado en el rol del Estado de conciliación de clases y promotor de la industria de sustitución de
 importaciones, como ocurrió al mismo tiempo en otros países periféricos del mundo. Por eso sus descendientes fueron bendecidos económicamente por la dictadura cívico-militar de 1973. A modo de agradecimiento y en los albores de los gobiernos civiles de los 90’, levantaron un busto del general Pinochet en medio de la corporación, como si fuera una dependencia castrense, y entre sus colaboradores centrales estuvo el reconocido violador de derechos humanos y ex embajador de la tiranía en la ONU y su ex delegado en la OEA, Sergio Diez o “Harry, el sucio” 
(http://es.wikipedia.org/wiki/Sergio_Diez).

La cadena de supermercados Líder se llamó comercialmente D&S en los 90’ y Dos Álamos durante la dictadura. Así fue entregada para la distribución de mercadería a la familia Ibáñez por el general Pinochet. Posteriormente, entre 2009 y 2010 comenzó el proceso de traspaso y venta desde el grupo Ibáñez a la transnacional Walmart, una de las tres corporaciones que controlan el retailer a escala global.
Jorge Pizarro es dirigente del Sindicato de Trabajadores Bodegas LTS D&S-Walmart y relata que incluso “miembros del Ejército visitaron varias veces a la empresa para estudiar el sistema logístico que se usaba aquí. Nosotros mismos, los trabajadores, tuvimos que enseñarles el modelo de abastecimiento AS400 (http://es.wikipedia.org/wiki/AS/400). Ya estábamos en los gobiernos civiles”

La dignidad

“El 98% de los trabajadores/as de las bodegas de Walmart-Chile está sindicalizado. Por eso somos una de las organizaciones más importantes del rubro en el mundo”, dice Jorge Pizarro Álvarez, ex militante de las Juventudes Comunistas y combatiente antifascista durante la tiranía, y añade que “El sindicato nació el 2006, cuando estaban los Ibáñez. Ahí se realizó la primera negociación colectiva, con 256 trabajadores. El logro más valioso que obtuvimos fue la dignidad. Era lo que buscábamos ante tanto atropello, horarios de explotación sin fin, maltrato psicológico y físico.
En esa época no teníamos idea de cuánto tonelaje de cajas con mercadería cargábamos por persona. Hoy sabemos que en cada uno de los tres turnos diarios, de 7.5 horas cada uno, el trabajador mueve entre 600 a 700 cajas que pesan 40 kilos por unidad.”


-¿Cuál era la remuneración de un bodeguero al 2006?

“De un trabajador recién ingresado, igual al salario mínimo. Si se enlistaba en el sindicato, comenzaba a gozar de los reajustes porcentuales conquistados. Y el promedio de edad de los obreros es de 30 años. Ahora, al 2014, la remuneración promedia los 600 mil pesos (USD1.000).”

Del sindicato clandestino a la colectivización masiva de la organización
-¿Cómo se generó la organización?

“Con unos compañeros teníamos el objetivo de crear un sindicato y me enteré en la propia Inspección del Trabajo que ya existía uno. Lo que ocurre es que se mantenía prácticamente clandestino. Era un activo que no superaba las 30 personas. Entonces nos sumamos en masa, llegando a los 256 que negociamos por primera vez. Luego de un mes, como no alcanzamos acuerdos con la empresa, nos lanzamos a una huelga que duró 26 días, a 48 horas de la navidad. Estábamos recién haciendo nuestras primeras armas. ¿Cómo podíamos negociar en buenas condiciones frente al grupo económico Ibáñez, uno de los más poderosos en Chile, cuando en general en el país la inmensa mayoría de los trabajadores, y nosotros no éramos la excepción, ni siquiera ha participado en un sindicato?

Lo único que ganamos en plata fueron 5 mil pesos (USD8,5) para la locomoción. Pero lo que podría haber significado la destrucción de la organización en su primera pelea, lo transformamos en una adquisición estratégica: el respeto mediante el mejoramiento de las condiciones laborales elementales y un sistema de retiro voluntario genuino con una indemnización al 150% en relación a lo dispuesto por la ley.”


-Hasta el 2006, esto era una cárcel dura y pura…

“Antes del 2006 había incluso un gerente que impedía la salida de los trabajadores que ya habían cumplido su jornada con dos perros y una escopeta. La amenaza de despido era permanente y violenta. Ahora ya estamos mucho más organizados y maduros. De hecho, adicionalmente a la cuota sindical, hoy todos aportamos una plata a un fondo de ahorro para enfrentar los avatares de una negociación colectiva y la huelga, tal cual en los orígenes del movimiento obrero y las mutuales, donde las cuotas de los asociados estaban destinadas principalmente a resistir el período que puede durar una huelga. No existe nada nuevo que no contenga lo mejor de nuestra propia historia como asalariados.”

-¿Cuáles fueron los efectos inmediatos de una huelga y negociación tan peculiar, en un país donde la dictadura, antes que todo, se encargó de hacer trizas a la organización de la clase trabajadora, desaparecer, asesinar, torturar, encarcelar y exiliar a sus dirigentes? Vale recordar que el propio Salvador Allende en su famoso discurso final se despide especialmente de las y los trabajadores. Ni siquiera hace mención de los propios partidos políticos que estaban adentro o afuera de la Unidad Popular. Es decir, lúcidamente, Allende evidencia que el fascismo se dejará caer fundamentalmente sobre la clase obrera organizada

“En efecto. Muchos de nosotros sabíamos eso entonces. La cuestión es que después de la negociación de 2006, la gente se integró masivamente al sindicato. Para la negociación de 2008, alcanzamos un 99% de sindicalización, en un Chile cuya fuerza de trabajo asociada no alcanza el 15%. De hecho, hasta nos dimos el lujo de no aceptar a algunas personas en la organización.”

-¿Y bajo qué criterios?

“Contábamos con una comisión de disciplina que había hecho acopio de quejas de diversos compañeros sobre el comportamiento “apatronado” de algunos  jefes de área y/o de turno. Esa decisión fue resuelta democráticamente en asamblea. Es decir, fue una medida sancionada colectivamente.”

Las condiciones de explotación

-¿Qué enfermedades y accidentes están asociadas al tipo de labor que efectúan los bodegueros?

“Atropellos de máquinas transportadoras, golpes, problemas en la espalda. El tonelaje de carga que cada uno de nosotros acumula en el cuerpo, comienza a hacerse visible con el paso del tiempo. Por eso hemos concluido que en la condición de seleccionador de pedidos, el cargo inicial en la empresa, sólo se puede durar 4 años físicamente. Después hay que renunciar o irse, porque las mutuales –empresas privadas de salud laboral- no reconocen ninguna de nuestras dolencias como enfermedades profesionales. Hemos sufrido accidentes muy graves, como el desprendimiento de pies. Los accidentes más severos se producen en las temporadas altas de exceso de producción (períodos de mayor demanda del retailer, como fiestas de fin de año, fiestas patrias, etc.). Hay bodegueros que se emplean en los galpones especiales destinados a los congelados (carnes), donde trabajan a 30º bajo cero. Ese es un trabajo pesado , pero no existe un sistema de regulación más allá de lo que indica el Ministerio de Salud en la ley 954, que sólo indica parcialmente cómo debe funcionar la labor humana bajo esas condiciones. Hay muchas fichas técnicas que establece un experto en prevención de riesgos y que están ligadas a la falta de concentración, de glucosa, de alimentación adecuada. Por ejemplo, una persona diabética no puede trabajar con los congelados. Sin embargo, legalmente el ámbito está en pañales. ¿Por qué? Porque es primera vez que en Chile opera un sistema de bodega de congelados como el que existe en Walmart. Lo que hay en el país son frigoríficos, pero son muy distintos a los congelados. En los frigoríficos la temperatura es mayor, mucho menor el tiempo de exposición del trabajador al frío, y los compartimentos son muy pequeños en términos c omparativos. De acuerdo a estándares internacionales, los bodegueros que laboran en semejantes circunstancias, no pueden estar expuestos más de 20 minutos, luego de los cuales deben salir uno a uno y en compañía de otra persona. Pero aquí carecemos de salas de recuperación. Piensa que de menos 30º, se puede salir del galpón hacia una temperatura de 30º de calor (60º de diferencia), en segundos. Ahora bien, este sistema lleva apenas dos meses de funcionamiento y todavía desconocemos sus consecuencias.”

-¿Qué ha hecho el sindicato frente a estos problemas?

“En la penúltima negociación colectiva realizada el 2011, nos concentramos en el plano del trabajo pesado, donde se le permite al trabajador a jubilarse con 5 años de anticipación. Aquí cabrían perfectamente los bodegueros de los congelados, y están quienes cargan tonelaje excesivo.
Luego nos impusimos como desafío conocer en detalle el modo en que somos explotados, cuál es la tasa de accidentabilidad real, cómo son los sueldos, cómo se pagan; de dónde salen los recursos para sostener el área de logística (toda vez que Walmart gana por las mercancías que vende a boca de consumidor), etc.”

-¿Y cuál fue su principal conclusión?

“Que nuestro trabajo como centro de almacenamiento y distribución de mercadería, se traduce en un abaratamiento de los costos para la empresa. Es decir, el capital gana por el arriendo de almacenaje de mercaderías y por su reparto a los múltiples centros de venta. Somos parte de la cadena de la valorización del capital.”

Los trabajadores controlan la producción y la contabilidad real de la empresa

-Jorge, en esta oficina de la organización dentro de la misma bodega, pende una fotografía de Clotario Blest 

(http://www.rebelion.org/noticia.php?id=116912)...

“No es ningún accidente romántico. Como Clotario Blest, nos conducimos de acuerdo a la convicción de que el pueblo trabajador es el protagonista de su propia liberación. Debido a ello, en la actualidad contamos con un mapeo completo de nuestra labor y, en consecuencia, llevamos un estricto control de la producción. Sabemos cómo se mueve la empresa y conocemos perfectamente nuestras necesidades. Aplicamos un sistema basado en lo que hizo el brasileño Lula cuando fue dirigente sindical.

Esto es, poner el control de la producción al servicio de nuestros intereses. Así, colectamos información mediante los socios que se desempeñan en el conjunto de las partes de la empresa, y la ingresamos a una matrix. En síntesis, mediante ese método accedimos a la base misma de las negociaciones con el empresariado. Descubrimos hasta robos y casos de corrupción entre las gerencias que luego derivaron en sus despidos por la misma empresa.


Lo más difícil fue destruir el individualismo brutal originado en la dictadura y que se repite hasta hoy. Liquidamos los bonos de producción por persona y los convertimos en un beneficio común. Comenzamos a entregar estímulos morales a los mejores socios del sindicato frente a los “premios emocionales” de la compañía.

Claro que debemos, cotidianamente, superar la contradicción entre el beneficio individual sistémico frente a la necesidad de la labor colectiva. Y como vector de nuestras negociaciones, mientras el patrón quiere producir más y pagar menos, nosotros asumimos el criterio de ganar más y trabajar menos. Esa es una de las “leyes” de nuestra lucha. Al final de la negociación de 2008 conseguimos aumentar al doble los salarios. Incrementamos el sistema de buses de acercamiento para los trabajadores. Hoy el sindicato administra 5 mil horas del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SEMCE), y los socios son los que deciden qué quieren estudiar. Podemos entregar hasta 5 becas de estudios universitarios, más un pozo adicional de 5 millones de pesos anuales para los trabajadores que deseen ingresar a la enseñanza superior. El criterio para entregar las becas tiene que ver con el compromiso de que quienes l as usen luego viertan sus conocimientos entre los propios compañeros.
Y para que estudien tranquilos, ordenamos nosotros mismos los turnos.”


-Es archi-sabido que una de las políticas sustantivas del capital, tanto para obtener ganancias rápidas, fortalecer la hegemonía financiera, como para reproducir el control social por arriba, es el endeudamiento individual. ¿Hacen algo al respecto?

“Aquí nos vienen a vender de todo, y la cultura del consumismo, aumentada por las carencias propias de nuestra extracción de clase, nos impone un desafío que debemos enfrentar urgentemente.”

-¿Y en las negociaciones posteriores?

“Consolidamos y aumentamos los derechos conquistados. Y fíjate que hasta ahora no he dicho una sola palabra del clásico bono de fin de conflicto que, lamentablemente, es a lo que se reduce la inmensa mayoría de las negociaciones colectivas de la minoría de los trabajadores que, estando sindicalizados, tienen la fuerza y organización suficientes para negociar algo en Chile. Ese bono lo transformamos en parte del salario mensual. Por otra parte, conseguimos, a través de mesas de trabajo permanentes, negociar prácticamente todos los días.

Clotario Blest: la experiencia, los principios y el fuego que no cesa
-Pero ustedes son dirigentes convencidos de la necesidad de la unidad de la clase explotada…

“Jamás lo olvidamos. Por eso hoy estamos embarcados en el acompañamiento, asesoría y formación de nuevos sindicatos. Y no cobramos. Es más, estatutariamente tenemos un ítem para colaborar con sindicatos más pequeños.”

-¿Podrías sintetizar los principios básicos del sindicato?

“Somos autónomos. Todo lo decide democráticamente la asamblea: desde las cuestiones más simples, hasta los petitorios para las negociaciones. A mitad de mandato, un dirigente puede ser revocado de su cargo con el 50% más uno de la asamblea. No dependemos de los empresarios, ni de los partidos políticos tradicionales, ni de ninguna central sindical. En especial de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), después de que en las elecciones parlamentarias de 2009 y sin preguntarle a nadie, su entonces presidente y actual secretario general, Arturo Martínez, fue candidato a diputado por el Partido Socialista. Le fue mal en las votaciones y, con elástico, volvió a la presidencia de la multisindical como si no hubiera ocurrido nada. Ahí se rompió la relación. Por lo demás, no creemos que ninguna central sindical existente sea representativa de la clase.

En los últimos tiempos del mandato de Arturo Martínez en la dirección de la CUT, junto con el alcalde de Quilicura (zona norte de Santiago, donde está la bodega), un militante de la ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI), abrió una casa del trabajador en el territorio. Se multiplicaron las diferencias. La CUT entonces se involucró con Juan Moreno, un dirigente de la Federación de Trabajadores de Sindicatos Líder cuando era propiedad del grupo Ibáñez, y condujo una negociación de la mano con la empresa para crear un acuerdo marco que no les entregó a los trabajadores ningún mejoramiento salarial ni de condiciones de trabajo. Hasta hoy, Juan Moreno trabaja por un sueldo millonario para Walmart, y al mismo tiempo es asesor de la CUT que dirige Bárbara Figueroa. Y tampoco nos representa, toda vez que sigue siendo una extensión del gobierno de turno. Es más, me gustaría saber cuántos dirigentes que están en la CUT interpretan y representan a la clase trabajadora, como me gustaría saber cuántos están trabajando realmente. Que la conduzca una militante del comité central del Partido Comunista (PCCh), como Bárbara Figueroa, no significa nada a mediados de la segunda década del siglo XXI en Chile. El Partido Comunista de Chile es una secta.
Ahora bien, en estos momentos la Federación de Sindicatos Líder (Walmart), que se encuentra en medio de una huelga

(http://sindical.cl/2014/12/8-mil-trabajadores-de-supermercado-lider-en-huelga-a-nivel-nacional/), tiene otros dirigentes, otra categoría de luchadores y luchadoras.

 Los consideramos como a nuestros pares.
En este sentido, estamos en un proceso de conjuntar en una sola organización a todos los trabajadores de la compañía y negociar todos juntos, al mismo tiempo y directamente con la gerencia. Para allá vamos.”


-¿Cuál es, entonces, el camino del nuevo sindicalismo chileno?

“Unidad, trabajo en equipo, independencia, etc. La verdad es que la tarea es formar una nueva Central Única de Trabajadores con los principios básicos de la CUT de Clotario Blest, de acuerdo a las formas presentes del trabajo y el capital. Y lo podemos hacer. No tengo dudas.”

Fe de erratas:

Lamentablemente, por descuido y por hacer las cosas a las corridas (pero no por estar en curda), en nuestra nota "La última kurda" cometimos un error. Dijimos que la ciudad de Kobane, la ciudad de la resistencia kurda, está en Irak. Lo correcto es que está en Siria. Nuestras disculpas a los lectores y a los kurdos. 
Vínculo al mapita:

www.google.com.uy/search?
q=kobane&biw=1024&bih=476&tbm=isch&imgil=5D6UwPM-GMKaAM%25


Fernando Moyano

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El pasado 4 de diciembre, postaporteñ@ 1295 -  publicó una nota escrita por  Gustavo Bilbao en  la Juventud 3/12/14: “¿QUIÉN FESTEJARON REALMENTE ESTE DOMINGO?  GANÓ EL FA: ALEGRÍA DE UNOS POCOS, FUTURA BRONCA DE LOS MUCHOS”, a la cual, se le  omitió por error la parte final que aquí va:

- con dichos Estados imperialistas, en este caso con los EEUU en deterioro del relacionamiento con los países de la región.
Toda esta gente feliz también se siente muy agradecida con sus amigos del PIT-CNT, los Andrade, los Abdala, los Alfredo Silva, los Juan Castillo, los Richard Read y toda la burocracia sindical en su expresión degenerada que también se han beneficiado económicamente por sus fieles servicios a las patronales, al gobierno y a cada testaferro que decide invertir en el país.
A esta gente no les pesó destruir una herramienta histórica, no les pesa el hambre y la inestabilidad laboral de los trabajadores  que se venda el país al postor que deje facilidades en el plazo más ligero posible


Felices ellos que podrán seguir prestando sus servicios en este próximo gobierno, quizás con un merecido ingreso a los cargos del Estado.
Ellos aseguraran el desarrollo de la fusión del sindicalismo amarillo con el aparato burocrático del estado, pero estamos seguros, que no podrán como en años anteriores asegurar la paz social

Pero claro, no hay lugar a dudas  que esta capa de la población no es el 53% que accedió a votar la formula Vázquez-Sendicy que quienes no están contentos votaron al Dr. Lacalle; no somos ingenuos
La historia del movimiento obrero y los clásicos del Marxismo-Leninismo han determinado de manera clara y objetable que bajo las condiciones del sistema capitalista es imposible elevar la conciencia de las masas populares a su máximo desarrollo de manera tal que puedan percibir cuales son las condiciones objetivas por la que atraviesa la sociedad, ya que de ella influyen diversos mecanismos  de alienación, caso puntual de los medios masivos de comunicación, la propaganda oficial etc. , mecanismos que en manos  de la clase gobernante  la oposición real no puede acceder
En menor grado sí se han beneficiado ciertos sectores producto del favorable contexto internacional el llamado " viento de cola " que llevado a elevar los precios de las exportaciones uruguayas, el crecimiento de la inversión extranjera directa que alguna moneda dejo caer en el bolsillo de variadas capas sobretodo de la aristocracia obrera beneficiada indirectamente  de los grandes emprendimientos

En menor medida se pudo ver cierto auge en industrias como la construcción, el transporte y la metalurgia  hoy ya en retroceso por la simple esencia cortoplacista del modelo productivo desarrollado por el Frente Amplio y la multipartidaria.

Hoy ese viento de cola es apenas una brisa que se empieza a apagar a pasos acelerados producto del desarrollo de la crisis económica global que ya ha repercutido fuertemente en la región con grandes alzas inflacionarias en los principales exponentes del Mercosur.
Los principales socios comerciales del Uruguay ya no necesitan acceder a sus exportaciones, al menos no con precios tan favorables; las intenciones de pago ya empiezan a surgir efecto en las arcas del Estado con un déficit fiscal cada vez mayor al punto que  ya se pone en duda de hasta cuándo podrá  el Estado seguir bancando su política de atraso cambiario, provocando una marcada suba en el precio del dólar.

Se esperan meses de ajuste que caerán sobre el lomo de la clase trabajadora que acrecentará la disparidad económica latente en la economía uruguaya: aparecen muecas de quienes ayer festejaban con la bandera tricolor y juraban ante el dogma progresista.
Quienes no festejamos el domingo, quienes empiezan y empezarán a notar en su bolsillo las repercusiones de la crisis económica en desarrollo seremos los que le quitaremos la sonrisa a la burocracia sindical que hace los mandados del gobierno jurando paz social.

Ante una central sindical disgregada y un oficialismo que hace agua en  lo político, se hace más necesario que nunca seguir desarrollando las alternativas populares para poder golpear con más fuerzas al gobierno y sus agentes en el movimiento obrero, desarrollar sus contradicciones internas y terminar de una buena vez con la maldita paz social, y demostrar que el progresismo no es más que otro tigre de papel
La Unidad Popular continúa creciendo y así lo demostró el 26 de octubre con casi 27mil votos y presencia en cada rincón del país obteniendo la tan necesaria representación parlamentaria que servirá como el puntal de lanza de cada lucha justa, de cada conflicto obrero, contra cada atropello patronal, contra cada arrastrada del gobierno

La felicidad de unos pocos se convertirá desde ya en la bronca organizada de los muchos
posta - postaporteñ@ 1302 - 2014-12-14

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